Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
Registrarse
Advertisement
Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
Zombies por Karl Kopinski

Los Zombis son horrores tambaleantes que se arrastran hasta la línea de batalla enemiga en hordas ruidosas. Las moscas revolotean a su alrededor, atraídas por el hedor dulzón de su carne descompuesta. Se alzan en grandes cantidades en cementerios o campos de batalla, en oscuros pantanos o en pueblos asolados por la plaga. Son lentos y torpes, pero pueden sobrepasar a sus enemigos gracias a su número y su resistencia.

Descripción[]

Como son cadáveres reanimados, se ven dominados por la Magia Oscura de un Vampiro o Nigromante y, al estar sujetos a su voluntad, se ven obligados a cometer actos de extrema violencia, y no se detendrán ante nada para cumplir con las órdenes de su maligno amo. Un poderoso Vampiro o Nigromante podrá alzar legiones de zombis contra sus enemigos para entorpecerlos mientras sus sirvientes más poderosos cumplen sus objetivos. Los zombis pueden ser alzados una y otra vez por un nigromante experimentado, por lo que constituyen un desafío para los enemigos más poderosos.

Los Zombis son una visión repugnante difícil de soportar. Sus cadáveres están putrefactos y desgarrados más allá de los límites de la cordura. La evidencia de sus muertes violentas es bastante clara, y su carne sucia y pútrida está desgarrada por los gusanos y las alimañas. La piel les cuelga en tiras, dejando al descubierto sus músculos atrofiados y las venas exangües. Con sus piernas rotas, avanzan lentamente tambaleándose y con sus dedos deformes tratan de alcanzar a sus víctimas para devorarlas. Los Zombis suelen ser algo más que simples cadáveres, ya que si los Condes Vampiro los encuentran de camino a una batalla, sus Nigromantes se ven obligados a improvisar algo para reunir una horda de Zombis auténticamente imparable. En muchas ocasiones, tienen que usar verjas afiladas y herrumbrosas de los cementerios como sustitutos de las extremidades que han perdido y apuntalan sus espaldas rotas con tablas reforzadas o para conseguir más solidez, se clavan partes del cuerpo con los clavos oxidados de ataúdes. Los dedos cortados a causa de un espadazo los sustituyen por pinchos afilados y puntas de flechas élficas. Cualquier herida debilitante que sufren la compensan con una resolución a prueba de estómago, y es que al fin y al cabo a sus Señores solo les interesa que combatan en batalla.

John blanche Zombi

A pesar de su horrible apariencia, los Zombis son torpes y lentos, lo que facilita que la milicia local y las bandas de aventureros destruyan con facilidad a uno o incluso grupos pequeños de Zombis. Por desgracia para los inocentes habitantes que duermen plácidamente en sus aldeas y ciudades fortificadas, el Viejo Mundo tiene un suministro rico de cadáveres, de modo que no supone un gran problema levantar a los Zombis para que ataquen a los vivos en masa. Todos temen a la hora de las brujas, cuando una marea de criaturas No Muertas derribe sus sólidas puertas de madera, o cuando una multitud de Zombis se una para atravesar muros y empalizadas. Cuando la luna del Caos brilla en el cielo y el aullido del lobo resuena en la oscuridad, se encienden las hogueras y los amuletos de Sigmar se aprietan con firmeza. Quizás llamar a un Zombi para que se una a un "combate" es darle a esta criatura demasiada credibilidad. Estos seres no pueden hablar, pero les consume la necesidad imperiosa de desgarrar, matar y consumir a los vivos. Un guerrero lo bastante desgraciado para verse arrastrado por una horda de Zombis, será despedazado lentamente por un amasijo de garras mientras su carne es separada de su cuerpo en tiras. Los guerreros más afortunados mueren rápidamente, pero los que quedan atrapados bajo el paso de la horda, sufren una larga agonía mientras los Zombis consumen sus entrañas.

Historia[]

Los soldados que han luchado anteriormente con los No-Muertos, o que han escuchado las historias terroríficas susurradas en las hogueras de los campamentos, conocen los mejores métodos para matar a los que ellos denominan Los Muertos Inquietos. Un golpe en el cráneo con un martillo o un hacha acabará inmediatamente con un Zombi, y cortarle la cabeza es un método seguro para destruirlo. Pero golpes tan precisos requieren habilidad y concentración y, por desgracia, los Zombis suelen concentrarse en mayor número de uno o dos. Estos No Muertos andantes se concentran en gran número, hasta alcanzar centenares en el campo de batalla. Frente a hordas como estas, los brazos más fuertes con la espada desfallecen, el valor flaquea e incluso los mejores guerreros acaban atrapados bajo la carne pútrida y hasta los guerreros más hábiles tensen el roce de unas manos muertas sobre su piel.

Eric-polak-vc-zombie-model-Condes Vampiro

Los Zombis se sostienen fácilmente mediante el poder de la nigromancia, balanceándose como marionetas tintineantes mientras una fuerza invisible gira a su alrededor. Su número puede parecer casi infinito ya que avanzan incansablemente hacia adelante y, los que caen en batalla, se ven compelidos por un poder nigromántico a tambalearse o gatear hacia el enemigo un momento después de haber sido derribados. Estas hordas que caminan arrastrando los pies suelen ser utilizadas por los Vampiros para agotarlos, superando al enemigo lentamente en una marcha incesante de sangre pegajosa y carne cubierta de gusanos.

Los Zombis son las tropas muertas que pueden animarse más fácilmente. Todo lo que se necesita es tener varios cadáveres y conocer los ancestrales rituales. Estos No Muertos pueden animarse y si los hechizos se lanzan correctamente obedecerán ciegamente los deseos del invocador. Los podridos cadáveres de los muertos recientes serán Zombis. Los machacados huesos de quienes murieron hace tiempo serán Esqueletos. Circulan historias de ejércitos independientes de Esqueletos y Zombis. En los pantanos malditos de Tilea, los muertos acostumbran a ser arrojados al pantano con un gran peso atado a sus piernas para mantenerlos sumergidos, pero algunos logran liberarse y regresan a la superficie para buscar la carne de los vivos. Es la terrible reputación de los No Muertos la que quizás evita que los hombres penetren en el interior del Pantano Maldito y descubran la terrible ciudad de Plagaskaven.

La Compañía de los Condenados es un ejército de No Muertos mercenarios que murieron por causa de una traición en las proximidades de este pantano, y que regresaron para vengarse. La frontera Norte del Territorio Troll, en el borde de los Desiertos del Caos, está patrullada por el ejército condenado del Conde Boris Fenring. Estos Kislevitas No Muertos están dedicados a una lucha eterna contra las fuerzas del Caos, protegiendo la tierra que antes era su hogar.

Miniaturas[]

Imágenes[]

Fuentes[]

  • Ejércitos Warhammer: Condes Vampiro (8ª Edición), pág. 34.
  • Ejércitos Warhammer: Condes Vampiro (7ª Edición), pág. 42.
Advertisement