A un día de arduo viaje desde la caída Karak-Varn se encuentra Zhufbar, la fortaleza Enana más mecanizada. Zhufbar (“Puerta de la Cascada”) se levanta en un profundo y empinado abismo labrado con el tiempo por una atronadora cascada torrencial que se precipita por su centro procedente del Agua Negra (Drazh Varn). Aquí, los ingeniosos Enanos han construido miles de ruedas de agua para producir energía para el funcionamientos de los cientos de martillos, pulverizadores de minerales, los lavadores de las menas que extraen, taladros, fuelles, fraguas, y otra maquinaria.
Fortaleza[]
El incesante murmullo fabril compuesto por los sonidos de millares de norias chirriantes, silbidos de fuelles, martillazos y el agua cayendo inundan todo el abismo, retumbando en sus paredes y cimas cercanas. Pequeñas brasas suspendidas en el humo de la fundición coronan la montaña y, por la noche, el cañón se ve completamente iluminado por el fulgor de miles de altos hornos. El hierro meteórico Gromril, explotado en Karak-Varn solía fundirse aquí, no obstante, casi todo el escaso hierro meteórico que los Enanos consiguen extraer se sigue fundiendo en Zhufbar.
Durante la Era de la Aflicción casi fue destruida, pero fue reconstruida. A diferencia de otras fortalezas, Zhufbar se estableció principalmente como un centro industrial. Es el núcleo metalúrgico de Karaz-Ankor y además acoge el principal santuario del Gremio de Ingenieros enano y es un centro de la metalurgia y todo tipo de industria. El estatus del Gremio es tal que el Maestro Ingeniero de los ingenieros de Zhufbar, Grimly Manomartillo del clan Barakgrund, se sienta en el consejo del rey.
Los Ingenieros de Zhufbar son un poco más aventurero e innovadores que los de Karaz-a-Karak. De hecho, gran parte de la maquinaria industrial pesada utilizada en la fortaleza fueron primero diseñados y probados en Zhufbar, especialmente maquinaria que funciona con energía hidráulica y las bombas utilizadas para drenar las minas inundadas. La mayor parte de las necesidades de Zhufbar consiste en alimentos, ropas, y otros artículos de primera necesidad, que adquieren a través del comercio con otras fortalezas y con los humanos del Imperio.
Durante la Era Dorada, Zhufbar tenía una población equiparable a poca más de un tercio de la población de Karaz-a-Karak. Sin embargo, siglos de guerra han reducido considerablemente la población de esta fortaleza orgullosa. Pesadas puertas de hierro protegen a los habitantes de Zhufbar de las amenazas que infestan las montañas de los alrededores.
Zhufbar se ve amenazada por tribus de Orcos y Goblins hostiles, mientras que bajo tierra los túneles de los Skavens llegan hasta las minas de los Enanos. Los niveles más profundos son lugares peligrosos donde los Enanos y los Skavens se disputan el control de las cámaras inferiores. A pesar del acecho constante de los pieles verdes y de sufrir una infestación de Skavens en sus niveles inferiores, la fortaleza se mantiene en pie. A las defensas visibles, se suman una serie de torres retráctiles, búnkeres de artillería revestidos de hierro y muros protegidos con runas, además de una formidable flota aérea amarrada a plataformas de despegue telescópicas ocultas en las laderas de la montaña, que asegura que cualquier tropa de asedio no logre sobrevivir mucho tiempo.
El constante estado asedio ha forjado la mentalidad de los enanos que allí residen, y la mayoría de los visitantes a Zhufbar se alojan en la parte de la fortaleza que se encuentra por encima del suelo. La parte interior sólo es accesible a los enanos y amigos de los enanos de total confianza (estos últimos están acompañados por una escolta enana en todo momento). Cualquiera que sea sorprendido tratando de robar los secretos industriales de Zhufbar será arrojado a las montañas para que se enfrente a los Orcos armados con poco más que un taparrabos y una daga.
Comunicaciones[]
Un pequeño camino de montaña conecta por el noroeste de las puertas de Zhufbar con la provincia imperial de Sylvania. Un camino pavimentado de varios cientos de metros en dirección río arriba termina en una enorme de puerta de hierro en la ladera de la montaña cerca de la cascada. Protegido por poderosas runas, la Puerta Grimbar guarda la entrada al Camino Subterráneo. Desde el exterior, la puerta sólo se puede abrir por un manojo de cuatro llaves. El Rey, la Reina, el Maestro del Gremio de Ingenieros y el Portero de Zhufbar, guardan consigo una llave. Desde el interior, la Puerta Grimbar se puede abrir sin dificultad. La puerta tiene inscrita Runas de Detección de Enemigos para cerrarse y bloquearse automáticamente, emitiendo un resplandor rojizo cuando los pieles verdes se encuentran a unos 30 metros de las puertas, advirtiendo así de un posible asalto.
Con los años, los Enanos de Zhufbar han sellado todos los túneles que conducen a la caída Karak-Varn, y ninguna mina se adentra en los túneles de los Skavens. Las patrullas frecuentemente inspeccionan estas zonas para comprobar que estos túneles permanecen seguros, pero los niveles más profundos de las minas sigue habiendo frecuentes enfrentamientos con los Skavens. La riqueza mineral de las zonas más profundas es suficiente para justificar mantener el acceso a pesar de la amenaza de los hombres rata.
Contradicción[]
- En el libro de rol Dwarfs - Stone and Steel, Zhufbar está gobernado por el rey Morgrim Forjaferrea del clan Karangaz y su esposa, la reina Lenka. Como la mayoría de los clanes nobles, los Karangaz reclaman descender directamente de Grungni. Un santuario al Dios Ancestro se encuentra en cada una de las grandes cavernas de Zhufbar.
- En la novela El Custodio de Agravios el rey es Barundin Corazón de Piedra.
Imágenes[]
Fuentes[]
- Ejércitos Warhammer: Enanos (7ª Edición), pág. 24.
- Ejércitos Warhammer: Enanos (8ª Edición), pág. 24.
- Warhammer Fantasy JdR: Dwarfs - Stone and Steel (1ª Ed. Rol), págs. 28-29.