Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Zharr-Naggrund

En la punta más septentrional de las Tierras Oscuras, donde las Montañas del Fin del Mundo se unen con las Montañas de los Lamentos y el Río de las Ruinas alcanza la llanura por primera vez, hay un gigantesco zigurat que se alza por encima de la llanura, dominando el paisaje gris a kilómetros. Esta enorme y monstruosa montaña artificial es la ciudad de los Enanos del Caos, conocidas en la lengua enana como Mingol Zharr-Naggrund (lit. La gran ciudad del Fuego y la Desolación), o simplemente como la Torre de Zharr-Naggrund.

Esta estructura se encuentra en el centro del imperio de los Enanos del Caos y es la motivación de todas las excavaciones e industrias. Aunque hay muchas minas, talleres, fundiciones y fortalezas por toda la Llanura de Zharrduk y más allá, sólo existe una gran ciudad en todo el imperio, erigida en medio de la llanura, proyectando una siniestra sombra sobre los Desiertos Marchitos.

Pocos hombres han visto la ciudad Enanos del Caos, y muchos dicen que sólo existe en la más terrible de las leyendas. Esos pocos aventureros que han viajado a la vista de sus paredes negras, escondiéndose entre los montones de ceniza, polvo y huesos, y viendo como columnas interminables de esclavos se desvanecían en las fauces abiertas de las grandes puertas de piedra, son reacios a rememorar la experiencia mediante vacuas narraciones.

Descripción[]

Zharr-Naggrund está construida de obsidiana, cristal negro volcánico iluminado continuamente por el resplandor rojizo de las llamas de miles de diabólicos altos hornos que arden día y noche. La base de esta estructura tiene varios kilómetros de diámetro; por lo que tomaría varias horas rodearlo a pie, incluso si algún viajero desprevenido lograse cruzar de alguna manera el río de las Ruina que atraviesa el edificio por el medio. Acumulaciones de polvo gris y escoria se amontonan alrededor de la base de este zigurat, impulsadas hacia sus ciclópeas paredes por los fuertes vientos que barren sin piedad desde las Montañas de los Lamentos.

Zharr naggrund total war concept art por simon tosovsky

Desde las puertas del Este y el Oeste, carreteras pavimentadas con gruesas losas de oro, bronce y cobre se dirigen hacia las Montañas de los Lamentos y las Tierras Oscuras, y conducen a las enormes puertas de piedra del zigurat, de cientos de metros de altura, que se sujetan mediante inmensas bisagras de hierro negro. Columnas interminables de esclavos encadenados son conducidas hacia estas aberturas cavernosa por figuras empuñando látigos, para nunca volver a ver la pálida la luz del día de nuevo. El frío aire se llena con sus llantos, ya que son llevados a su perdición dentro de las paredes negras.

Las puertas Norte y Sur son las compuertas por las que circulan las aguas del Río de las Ruinas. La ciudadela se extiende a ambos lados del frío río de las Ruinas, que penetra en la ciudad por el Norte a través de pesadas compuertas de hierro; y se emplea para refrigerar las enormes forjas de los Brujos de los Enanos del Caos, propulsar las máquinas de vapor y arrastrar los residuos de la industria hacia el Sur. Cuando abandona la ciudad, el río está contaminado por la suciedad y es de un color rojo amarillento, saturado de sedimentos nocivos; sus calientes aguas son espesas y venenosas. Una apestosa bruma amarillenta cubre el río, y sus orillas quedan asfixiadas por corrientes de contaminantes de espectaculares colores.

Aunque los Enanos rechazan la magia, los Enanos del Caos se abrieron a su poder y se convirtieron en formidables hechiceros, creadores de maquinarias arcanas y de horribles ingenios mecánicos. En las leyendas, el zigurat no se construyó, sino que en su lugar fue tallado mágicamente a partir de una inmensa montaña negra hace miles de años por los más poderosos Brujos Enanos del Caos. Sea como fuese, construyeron la Torre de Zharr-Naggrund en forma de montaña, elevando piso tras piso hacia las alturas. Toda la ciudad está construida en una serie de grandes escalones, como un zigurat, en el que cada escalón tiene cientos de metros de alto y está coronado por almenas que se levantan hacia el cielo como una hilera de feroces colmillos. Cada escalón es cuadrado, y en el inferior hay cuatro enormes puertas de piedra reforzadas con hierro. Las puertas son casi tan altas como los muros y mucho más pesadas de lo que obviamente es necesario. En la cúspide de la ciudad, muy por encima del hedor de las hornos de la base del zigurat, se encuentra el Templo de Hashut, donde miles de esclavos indefensos son sacrificados diariamente para satisfacer los blasfemos caprichos del Padre de la Oscuridad de los Enanos del Caos.

Un millar de enormes altos hornos arden sin pausa dentro de la inmensidad de Zharr-Naggrund, fundiendo los metales que son la energía vital de la ciudad. La ciudad es un gran taller viviente, repleto de humo y ruido, iluminado por sus fuegos interiores; cuyo funcionamiento es posible gracias a máquinas de gran tamaño y potencia. Gigantescos martillos movidos por el vapor laminan planchas de hierro y bronce con rítmicos martilleos, como los latidos del corazón de un dios ciclópeo. Enormes calderas de metal hirviendo vierten sus contenidos fundidos en retorcidos moldes de complicadas formas. El rugir de las forjas, el chirriar de enormes ruedas y los gruñidos de máquinas arcanas llenan el aceitoso aire. El ruido y el trabajo no cesa jamás.

Las Tierras Oscuras están cubiertas por espesas nubes volcánicas y por el humo de los talleres de Zharr, que es expulsado a través de chimeneas que no se ven y los respiraderos en la cúspide de la pirámide escalonada, arremolinándose en gran medida en torno a su pico, por lo que la Torre de Zharr-Naggrund vive en un perpetuo crepúsculo, y ocultando las torres más altas de la vista. Columnas de fuego carmesíes procedentes de la propias forjas rugen ocasionalmente a través del humo asfixiante, inundando el paisaje oscuro y a los miles de esclavos desgraciados con un oscuro resplandor rojo.

Desde el interior de las paredes de Mingol Zharr-Naggrund surgen las huestes de los belicistas Enanos del Caos para hacer la guerra a los habitantes de las cenicientas llanuras de las Tierras Oscuras. Los asentamientos son derribados y los cimientos desenterrados y destruidos. La población esclava se ve obligada a amontonar los restos en un montículo que se asemeje al zigurat de Mingol Zharr-Naggrund para conmemorar la llegada de los Enanos del Caos. Miles mueren en la cruel labor, privados de agua y alimentos, mientras que los que sobreviven la prueba son arrastrados mediante cadenas para servir en las profundidades de la ciudad de los Enanos del Caos. A través de los siglos, esta práctica ha asolado las llanuras que rodean al zigurat negro; todo lo que queda en este paisaje perdido son imponentes montañas de escombros, monumentos siniestros al poder de Mingol Zharr-Naggrund.

Flota de los Enanos del Caos[]

Barcaza de Batalla Tormenta de Fuego

A veces, las compuertas de hierro macizo del zigurat se abren, permitiendo la salida de las flotas de los Enanos del Caos, preparadas para hacer el largo viaje hacia el mar abierto. Los barcos y naves de los Enanos del Caos son inmensas máquinas de guerra flotante, con una capacidad de destrucción devastadora, pues llevan lanzacohetes enormes, morteros y arietes con los que destruyen a sus enemigos. Los buques de guerra de los Enanos del Caos son embarcaciones impresionantes para la vista, ya que abren su camino a través de las aguas heladas del río de las Ruinas.

Después de dejar Mingol Zharr-Naggrund, la flota puede viajar tanto al norte, a través del Mar del Caos y, finalmente, hasta el Mar de las Garras, como hacia el sur hasta el Mar de la Desesperación. El viaje hacia el norte es de lejos el más corto y el más arduo, ya que implica viajar río arriba contra la corriente del río de las Ruinas, hacia las Montañas de los Lamentos. Después de haber desafiado este azaroso pasaje las flotas bélicas de los Enanos del Caos deben navegar a través del deforme (y plagado de hielo) Mar del Caos, que conduce al Mar de las Garras.

La otra ruta, siguiendo el Río de las Ruinas hacia el sur, es más largo pero ligeramente menos peligrosa que conduce directamente al mar de la Desesperación. A partir de aquí los Enanos del Caos deambulan por el este hasta Catay y por el sur hasta la punta de las Tierras del Sur, esclavizando o destruyendo quien sea y lo que sea que se encuentren.

La influencia de las flotas bélicas de los Enanos del Caos tiene un amplio alcance, y en todo el Mundo Conocido las imponentes montañas de escombros son evidencia de su paso. Por las razones que sean, hay momentos en que los suministros de esclavos en las Tierras Oscuras se vuelven escasos, y los Enanos del Caos deben vagar más lejos, recorriendo tierras lejanas en busca de comunidades vulnerables que esclavizar.

El Templo de Hashut[]

Zharr-Nagrund Ziggurats

En la cúspide de la ciudad se encuentra el Templo de Hashut, el dios con forma de toro de los Enanos del Caos, al que éstos llaman Padre de la Oscuridad. Su templo está vigilado por los Centauros Enanos del Caos, criaturas mutantes que en sus orígenes eran Enanos del Caos. Tienen el cuerpo de un toro, pero el torso de un Enano del Caos, con largos dientes curvos y barbas exóticamente rizadas. En el interior del templo, sus guardianes llevan a cabo sangrientos ritos, arrojando cautivos a los calderos de metal fundido entre las enloquecidas carcajadas de los Brujos Enanos del Caos reunidos. Sobre el templo hay una estatua de Hashut. Las huecas entrañas de hierro de la estatua contienen un horno alimentado con carbón, cuyo calor hace que la estatua brille al rojo vivo y que cualquiera que toque su superficie sufra graves quemaduras. El dios es la personificación de la ciudad, su deidad y su señor, cuyo poder fluye a través de los Brujos Enanos del Caos, y por el cual miles de esclavos son sacrificados en los hornos y en el fuego.

Imágenes[]

Fuentes[]

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