
Zavant Konniger es uno de los mejores investigadores del Imperio, con un enorme conocimiento erudito y una mente rápida y deductiva. Su red de conexiones, que va desde el palacio hasta los bajos fondos, asegura unos resultados eficientes. Es una visión extraña: hay algo vagamente bárbaro en el estilo de su largo cabello blanco, pero en su frente abovedada y en su nariz aguileña luce el porte del profesor emérito que antaño fue. A menudo le acompaña su ayudante Vido. Konniger se burla de la aproximación práctica y analfabeta de Vido a la resolución de problemas, aunque se beneficia de la ayuda del halfling más de lo que le gustaría admitir.
Antiguo miembro del Culto de Sigmar, la actitud abierta de mente y el escepticismo de Konniger llevaron a su despido. Si bien no llegó a ser condenado por herejía, se le calificó de ‘teológicamente sospechoso’ y, a día de hoy, su relación con el culto no está muy clara. Por una parte, el culto no quiere que se le asocie públicamente con él, ni está dispuesto a financiar sus investigaciones. Por otra, reconoce su experiencia y le encarga bajo mano trabajos a través de terceros para investigar asuntos preocupantes. Por su parte, Konniger es un sigmarita leal, aunque poco ortodoxo. No desdeña la ayuda del culto, aunque trata a la mayoría de sacerdotes con un desdeño intelectual notable. Ahora mismo, una posible reconciliación pública entre Konniger y el culto parece muy distante.