Zahnarzt es un príncipe demoníaco conocido en el Viejo Mundo como el Olvidado, el Informe o El que Camina en la Oscuridad. Hace milenios fue uno de los más poderosos sirvientes del Dios de la Sangre, Khorne, pero junto a su hermano Muuthauwg trató de usurpar mediante la traición y la magia el trono de su señor. Fallaron, y como castigo su amo los privó de casi todo su poder, los expulsó del Reino del Caos y les hizo una promesa: aquel que destruyera al otro recuperaría su lugar entre las huestes de Khorne.
La forma física de Zahnarzt fue aniquilada y desde entonces su espíritu vagó por el Viejo Mundo. Sin cuerpo apenas tiene poder, y a medida que pasa el tiempo siente cómo sus energías desaparecen poco a poco. En unos cuantos miles de años su espíritu se disipará por completo y Muuthauwg habrá vencido. Por tanto, intenta constantemente dar con un modo de lograr su cuerpo físico, lo que le permitiría derrotar a su antiguo hermano y regresar al Reino del Caos. Al mismo tiempo, Muuthauwg trata de evitarlo.
Las energías de Zahnarzt están tan bajas que sólo puede funcionar en la oscuridad. Aparecerá como una sombra o como la vaga sensación de tener alguien cerca. Su voz es un susurro tan bajo que algunos podrían confundirla con sus propios pensamientos: esa es la única arma de Zahnarzt para lograr un nuevo cuerpo. A veces es capaz de influir en los mortales murmurando oscuras ideas en sus mentes. Durante el día sólo puede susurrar unas palabras antes de quedarse sin energías, pero de noche es más lúcido. Cuando la luna del Caos está llena es capaz de mantener conversaciones durante varias horas. El demonio es inteligente y persuasivo y utiliza argumentos, no órdenes y amenazas, y es un experto detectando los puntos débiles y los deseos de la gente.
Cuando Khorne aniquiló el cuerpo físico de Zahnarzt uno de sus colmillos sobrevivió. El diente del demonio no tiene poder directamente sobre él ni puede detectar su presencia, pero está íntimamente relacionado con él y, con los encantamientos adecuados, puede revelar algunos de sus secretos. El objeto llegó a manos de un mortal que descubrió que, al sujetarlo, hacía venir a Zahnarzt. El demonio le ofreció a él y a sus descendientes un poder inimaginable si lograba su encarnación. El diente pasó a otro mortal, y a otro más. A través de los siglos fue guardado por un culto que llegó a ser conocido como la Hermandad del Olvidado.
Zahnarzt es una criatura de oscuridad y Caos: es prácticamente impotente durante el día, más poderoso durante la noche y aún más en presencia de Piedra Bruja. Por eso en las raras ocasiones (una vez cada mil años, aproximadamente) en las que el sol queda oculto por Morrslieb, Zahnarzt tiene más poder que nunca. En un eclipse trató de poseer el cuerpo del entonces líder de su Hermandad, pero el mortal era demasiado débil para contener el espíritu de un demonio mayor y se convirtió allí mismo en polvo.
Lo intentó dos veces más, y dos veces más fracasó. Utilizaba encantamientos cada vez más sofisticados, magias mayores para proteger su recipiente. A pesar de todo los cuerpos siempre eran demasiado frágiles y acababan destruidos.
Hace mil años, poco antes del siguiente eclipse, la dirigente de la Hermandad concibió a una hija y trabajó junto a Zahnarzt durante su embarazo para preparar a la niña como huésped del príncipe demoníaco. Nueve días antes del eclipse se dio a luz en medio de una gran ceremonia. Se dice que al acontecimiento acudieron demonios y grandes poderes de la hechicería. Se invocó al Caos y todos bendijeron a la pequeña. Sería inteligente y astuta, y cualquiera que tratara de dañarla no encontraría más que la desgracia. Tendría una gran fuerza, suficiente como para sobrevivir a la posesión. Por último apareció Zahnarzt, que juró solemnemente que mientras su cuerpo viviera no buscaría hogar en otra parte.
En el momento en el que la ceremonia alcanzaba su culminación dos hombres, Muuthauwg y un poderoso demonologista que nunca fue identificado, se abrieron paso mediante poderosas magias. Mientras el flautista mantenía con su música a raya a la Hermandad el otro trató de destuir al bebé. Al ver que era incapaz decidió hacerlo desaparecer. El eclipse pasó y no fue posible dar con la ñiña. Zahnarzt fue privado de su nuevo cuerpo y quedó atado por su juramento de no poseer ningún otro.
Durante la edad de los Tres Emperadores la Hermandad se dispersó y sus libros prohibidos, con el Diente del Demonio oculto en ellos, fueron capturados y llevados a la Biblioteca Imperial de Altdorf. El tomo con el artefacto fue robado hace cuatrocientos años, y durante los últimos tres siglos había permanecido olvidado en la Biblioteca Invisible. Ni siquiera el demonio sabía dónde se encontraba. La Hermandad había empezado poco a poco a restablecerse y a buscarlo. Mientras tanto, Zahnarzt y su historia pasaron al folclore y, como casi todos los cuentos populares, fue cambiando a medida que se narraba una y otra vez. Sólo los adoradores del demonio conocen la verdad, así como algunos eruditos del saber prohibido.
Después de un milenio de búsqueda constante Zahnarzt descubrió por fin lo que Muuthauwg y su ayudante le habían hecho a su recipiente. El bebé seguía vivo y en buen estado, oculto en la propia Morrslieb y encerrado en una cáscara de disformidad y ausente del tiempo. No había envejecido ni un día desde que fuera allí exiliado.
Una noche hace siete años una mujer se encontraba sentada frente a su granja en las Tierras Desoladas de Marienburgo, observando la luna. No tenía hijos, y sabía que ya era demasiado vieja como para tener uno propio alguna vez. En la oscuridad, una voz susurró en su mente. Le dijo que podía enseñarle un hechizo que le trajera un ñiño. Si lo hacía podría quedárselo durante siete años, pero pasado ese tiempo se lo tendría que entregar a aquellos que vinieran a buscarlo.
La mujer aceptó. Aprendió el hechizo y lo invocó, haciendo que Morrslieb escupiera al bebé que había dormido sobre ella durante cientos de años. Aterrizó en la granja como una estrella fugaz de una sustancia verde.
"¡Shallya nos proteja!" dijo el marido. "¡La luna ha puesto un huevo!" Desde entonces llamaron a la ñiña "el Huevo de la Luna", adoptándola y tratándola como si fuera suya.
El próximo día del eclipse, cuando la influencia de Morrslieb sea más fuerte que nunca, Zahnarzt reclamará el Huevo como su legítimo hogar. No necesita ninguna preparación ni ceremonia especial (hace mil años el receptáculo ya quedó perfectamente preparado), y no tiene problema en dejarla hasta que llegue el momento con sus padres adoptivos. No le ha dicho a ningún miembro de la Hermandad dónde está, ya que teme que pudieran intervenir. Sus planes han sido frustrados tantas veces que no está dispuesto a que nada vuelva a detenerlo.
Por desgracia el diente ha sido encontrado por Ernst Goffman y Kunz Vogelgesang, que han adivinado partes de la historia y desean destruir el Huevo de la Luna para evitar la llegada de Zahnarzt. Por desgracia la Hermandad del Olvidado, Zahnarzt y Muuthauwg también se han puesto en movimiento.
Curiosidades[]
- Zahnartz traducido al alemán significa dentista.