Yvresse

Yvresse es la tierra de las brumas, un reino élfico velado por la niebla, de abundantes colinas y valles recónditos. La mayor parte de Yvresse está situada a lo largo de las costas orientales de Ulthuan, pero el reino incluye también las islas del Océano Oriental. La tierra firme es una franja costera muy agreste bordeada por densos bosques de coníferas. Profundos fiordos se adentran hacia el interior desde la costa. Los bosques cubren los valles sumergidos por las bruma hasta el nivel del agua. Las colinas situadas al pie de las montañas Annulii se elevan progresivamente hacia los distantes picos que se alzan dramáticamente entre las nubes.

Yvresse es un reino con escasos asentamientos, unos pocos pueblos y solo una gran ciudad, las torres gloriosas de Tor Yvresse. Aunque los incursores Elfos Oscuros no suelen llegar tan lejos como para atracar en las costas de Yvresse, los guerreros de ese reino han de estar siempre en guardia. Las brumas mágicas que amortajan prados y pantanos son el dominio de Demonios, y los arcos y las lanzas siempre deben estar prestas para devolverlos a la nada.

La Región[]

Yvresse es el reino más salvaje, más sombrío y menos densamente poblado de Ulthuan, y los Elfos de otros reinos lo consideran siniestro, inquietante y poco hermoso. Sin embargo, para aquellos Elfos que lo llaman hogar, los vertiginosos acantilados que la forman y las bandadas de aves marinas que la recorren son una visión tan idílica como cualquier otra que pueda verse en cualquier punto de Ulthuan. Además muchos se ven obligados a admitir que la tierra tiene un esplendor salvaje que atrae a las almas aventureras para vivir a la intemperie y enfrentarse a las cosas de cara.

Al este de tierra firme se encuentran las Islas Cambiantes. Ésta es una zona rodeada de leyendas y siniestros rumores, protegida por ancestrales hechizos de ilusión para mantener a los intrusos alejados de la costa oriental de Ulthuan. Toda la zona está cubierta por espesos cúmulos de niebla, y en el interior de estos ondulantes bancos de niebla a menudo pueden verse cosas extrañas y espeluznantes; si estas cosas son producto de la hechizada imaginación de los hombres, o si realmente existen es algo de lo que no se discute con frecuencia. Lo que sí se sabe es que, haciendo honor a su nombre, es cierto que algunas islas no suelen encontrarse dos veces en el mismo sitio, sino que cambian de lugar en el océano y que esto no es una simple ilusión. Esto crea traicioneros laberintos de bajíos, arrecifes y bancos de arena que pueden llegar a confundir incluso a los timoneles Altos Elfos más experimentados.

Yvresse tan sólo posee una ciudad importante: Tor Yvresse. El Guardián de la Ciudad es el gran héroe Eltharion. Eltharion vive en una alta torre desde la que domina la metrópolis, y a menudo puede vérsele volando sobre ella en su Grifo de Guerra Ala de Tormenta. La propia Tor Yvresse es una de las más antiguas y bellas ciudades élficas, tan magnificente como cualquiera de los asentamientos élficos de la antigüedad.

Hace menos de un siglo, Yvresse fue invadida casi por completo por una horda de Goblins bajo las órdenes del famoso Señor de la Guerra Goblin Grom el Panzudo. Los casi imparables Goblins arrasaron una gran área de Yvresse y una veintena de piedras de vigilancia. A duras penas el ejército de Grom pudo ser rechazado frente a Tor Yvresse, gracias a los heroicos esfuerzos de Eltharion. El viejo Guardián de la Ciudad, un Gran Mago Alto Elfo, murió en un duelo mágico con el chamán más importante de Grom, y los habitantes de Tor Yvresse imploraron al héroe élfico que se convirtiera en el nuevo Guardián. Eltharion aceptó y se ha mantenido ocupado desde entonces fortificando la tierra de Yvresse.

Aunque la tierra había sufrido terriblemente a manos de los goblins, era un reino fuerte y sus ríos volvían a fluir limpios y nuevos bosques adornaban los picos calcinados de las montañas una vez más. La tierra de Ulthuan es fuerte y la sostenía una magia poderosa y limpiadora. Lo que una vez fue un río manchado y maligno, contaminada durante años por la sangre terrible de cientos de goblins muertos, ahora corre fuerte y cristalino hacia el mar, pues los poderes regeneradores de la tierra lo habían librado de la mácula del invasor.

La gente de Yvresse tiene reputación de ser gente tranquila y digna, algo triste y reservados, pues su tierra había sido asolada por la llegada del rey goblin menos de un siglo antes. Y todavía se pueden encontrar con los restos y las ruinas de los asentamientos y estructuras destruidas por el salvajismo irreflexivo de la salvaje horda goblin.

Los ejércitos de Yvresse tienen un talante más sombrío y son más implacables que los guerreros de otras tierras, puesto que sus ojos han visto más de lo que la mayoría de los mortales deberían ver. Por eso, los guerreros de Yvresse tienen la reputación de mantener la posición cuando otros serían incapaces, una muestra de su carácter forjado en el fragor de la batalla contra enemigos sobrenaturales.

Asentamientos y Puntos de Interés de Yvresse[]

Athel Tamarha.
Bahía de las Lágrimas.
Cairn Avon.
Cairn Lothel.
Costa Amortajada.
El Templo Cambiante de Loec.
Elessaeli.
Fortaleza Vigíalejana.
Isla de Aestuniae.
Islas Cambiantes.
Islas Dragón.
Lascas Inertes.
Marjal del Lamento.
Monte Antorec.
Ruinas de Sardentha
Sardenath.
Templo de Mathlann.
Tor Annan.
Tor Yvresse. Capital del reino de Yvresse.
Tralinia.
Túmulo Thel.

Uniformes y Heráldica[]

Los arqueros de Yvresse van a la batalla protegidos por cotas de malla resplandecientes. Portan fragmentos de monolito, gemas en sintonía con los monolitos fronterizos, que les permiten hallar su camino entre las espesas brumas de Yvresse. El color de dichos fragmentos de monolito varía según los tradiciones de la región concreta de la que proviene el arquero.

Los halcones y otras aves rapaces son un símbolo importante para los Elfos de Yvresse. Para ellos son un recordatorio de que el cazador descuidado, algún día, acabará convirtiéndose en la presa.

Las brumas de Yvresse aparecen con frecuencia en estandartes y escudos junto a otros símbolos. Indican que los miembros de ese regimiento han servido como Caminantes en las Brumas, guerreros que montan guardia contra los Demonios del interior de la niebla.