
Emblema de Tilea
Los Enanos no son las únicas personas que guardan rencor. En Tilea creen en el poder casi sobrenatural de la Vendetta, mediante el cual se hace un juramento de sangre para ver a un enemigo asesinado por algún agravio pasado. Pero a diferencia del agravio de un enano, una Vendetta no puede encontrar un final, incluso después de la retribución.
Las familias tileanas, de ricas a pobres, son famosas por sus numerosas vendettas. Muchos resuelven sus disputas con el uso de duelistas. Muchas de estas personas están armadas con la dagas y capas, como los infames Asesinos de Véspero.
Los tileanos son fanáticos de este arte maníaco. Muchos de ellos se creían maestros de la espada, verdaderos artistas del duelo. Pero a un tileano no le gustaba dejar nada al azar. Trazaría y planearía, trazando esquemas dentro de esquemas para asegurar que los eventos ocurrieran hacia el fin que buscaba. Lo mismo sucedió con los duelistas. Su habilidad con la hoja podía ser notable, pero siempre les gustó un seguro adicional. Algunos cubrirían sus armas con ajo o algún otro veneno de la sangre para que el más mínimo rasguño acabara con su enemigo. Otros prefirieron asegurarse de que la suya sería la hoja más rápida. Tales hombres fueron fácilmente atraídos por el uso de Sombra Carmesí, una hierba exótica que aceleraría sus reflejos y reacciones.
Curiosidades[]
Fuentes[]
- Warhammer Armies: Dogs of War (5ª Edición), pág. 73.
- Town Cryer, número 14, pág. 20-26.
- Novela: Brunner el Cazador de Recompensas, por C. L. Werner.