
Cuando los equipos de Vampiros necesitan agregar un poco más de mordisco, reclutan a los Vargheist. Este bruto chiflado es una desagradable incorporación a cualquier equipo de vampiros: con su gran fuerza y frenesí, está garantizado que irá a por la yugular.
El Vargheist tiene tendencia a caer en la sed de sangre, por lo que los esclavos del equipo tendrán mucho trabajo por delante.