Lo que sigue es la traducción de las respuestas de Josh Reynolds, autor de parte de la pentalogía de El Fin de los Tiempos, a los fans interesados en saber qué ocurrió con las regiones y facciones que no fueron mencionadas más que de pasada en esos libros. No se consideran material oficial por no haber sido publicadas por Games Workshop, pero consideramos interesante para los fans de Warhammer tener acceso a ellas de todas formas. Disfrutad de la lectura. |
Catai[]
El Gran Bastión probablemente se vino abajo en el mismo momento que el Bastión Áurico cayó, muy probablemente debido al asedio de los Enanos del Caos. La Corte Imperial de Catai, así como su sistema burocrático, estaba plagado de vampiros y adoradores de Tzeentch, por lo que cualquier resistencia efectiva inicial probablemente fue obstaculizada por las luchas y las intrigas. Unos cientos de ejecuciones más tarde, y el Emperador Dragón tenía todo moviéndose en la dirección correcta, probablemente con la ayuda de los no muertos.
Por supuesto, para entonces, era demasiado tarde. El Bastión se había convertido de una muralla a una fortaleza para los Enanos del caos, permitiendo que las fuerzas del Caos irrumpieran en el corazón de Catai con impunidad. Quemaron los monasterios de los Monjes Guerreros y saquearon sus pagodas y purgaron las tierras de cultivo circundantes mientras el Ejército Imperial luchaba una batalla defensiva, tratando de ganar tiempo para que las provincias del sur se movilizasen y enviasen refuerzos.
Sin embargo, en ese momento, el Clan Eshin estaba asesinando a cada funcionario que hiciera valer su nombre en Catai y Nippón, obstaculizando el esfuerzo militar a través del sabotaje y el asesinato. El Emperador Dragón lideró personalmente la Guardia Celestial a las madrigueras bajo el Puerto Perfumado, aniquilando con efectividad la presencia Skaven en Catai, pero sólo uno de cada diez de sus guerreros sobrevivieron.
Los Autómatas de Terracota lucharon y fueron destruidos por las máquinas de guerra de los Enanos del Caos, durante la invasión inicial. Los Autómatas de Terracota eran poderosos, pero no eran rival contra el ingenio de los Dawi Zharr y la ferocidad brutal de las fuerzas del Caos que apoyaban. Aquellos Dragones Celestiales que participaron en la resistencia inicial contra los invasores fueron derribados por las magias de la horda del Caos, así como por los estragos de las caídas bestias reunidas - Serpientes Aladas y Dragones contaminados por el Caos, biliosos Dragones Sapo y monstruosos Shaggoths. Los que quedaron se retiraron a las Montañas del Cielo, defendiendo esos altos picos y a todos los que se refugiaron en ellos hasta el fin de los días.
Los pocos Ki-rin (Caballos-Dragón con poderosas auras santas) que descendieron para luchar contra las fuerzas del Caos que atacaban el Gran Bastión o cayeron bajo las lanzas de caza de los Jinetes de Disco del Señor P'talq o murieron defendiendo a sus jinetes cuando el bastión cedió y las hordas del caos se derramaron sobre Catai. El único Pixiu (Leones Celestiales que comen demonios y vomitan oro) avistado durante la invasión de Catai fue visto por última vez siendo cazado por los Enanos del Caos, que esperaban poner sus habilidades en uso para sus propios fines. Se desconoce si lo capturaron, o si se volvió contra sus perseguidores y los mató.
Los Fénix de Catai, que guardaban la llama sagrada, cayeron en batalla contra las máquinas poseídas por demonios de los Enanos del Caos y los siete monstruosos vástagos del Dragón del Caos Galrauch (esclavizados por la voluntad del cacique brujo de Tzeentch, Ob el sin Obstáculos) después de la caída del Bastión. No cayeron todos ellos, pero los suficientes para que importase.
Los Titanes de Latón fueron reunidos para rechazar la invasión, y muchos cayeron por las máquinas de asedio del Caos o por los constructos retorcidos, pero especialmente por los gigantes de asedio especialmente mutilados de los Enanos del Caos. Otros fueron saboteados por los Skaven, o destruidos por los grupos de gigantes que seguían a Grimgor. Los titanes restantes siguieron a la flota del Emperador Dragón al mar, cuando Catai fue abandonado.
El Emperador Dragón se encontró con el enemigo en combate ante las mismas puertas de la capital y de alguna manera se las arregló para rechazarlas una y otra vez, mientras las plagas de Nurgle corrían a través de las calles y las cortesanas de Slaanesh corrompían a sus asesores. Las fuerzas del Caos sólo esperaron la llegada de los Enanos del Caos, cuyas armas podían romper las murallas de la ciudad.
Pero entonces llegó Grimgor. Piel'ierro destrozó lo que quedaba del Gran Bastión y venció a la guarnición de los Enanos del Caos. Con sus filas hinchadas por las tribus de Hobgobla Khan y las fuerzas del derrotado Quiebracuellos, Grimgor abrió una franja sangrienta por los territorios en poder del Caos. La Guerra por el Oriente comenzó verdaderamente aquí, mientras los orcos llegaban a Catai desde las Tierras Yermas y los Orcos Salvajes la asaltaban desde las selvas del lejano sur, conducidos por Wurrzag. La capital cayó, dividida por la constante batalla y hechicería brutal, mientras el Emperador Dragón y su restante Guardia Celestial luchaban para despejar el camino para que los supervivientes pudieran escapar a Puerto Perfumado, y las grandes flotas que esperaban allí. A dónde irían desde allí, ninguno lo sabía.
En las ruinas de la capital, los orcos y los adoradores del Caos lucharon una y otra vez, hasta que los Dioses Oscuros se alejaron en frustración; Gorko y Morko rieron de satisfacción. Que los débiles seres humanos tengan el oeste... el este es verde.
Zhao Fei lideró la defensa del Gran Bastión durante el asalto inicial del Caos. Fue asesinado en el trigésimo tercer día del bombardeo, cuando una de las enormes máquinas de perdición del renegado Enano del Caos Hothgar golpeó el Bastión y comenzó a hacerlo pedazos. A medida que su mandíbula de hierro se abría, para vomitar Enanos del Caos, guerreros Khazags, temidos Wo y Hobgoblins, Zhao Fei dirigió un contraataque y fue asesinado en combate cuerpo a cuerpo por Rykarth el Inquebrantable.
Chu-Ye Xian estaba entre los miembros de la Corte Imperial asesinados por el Clan Eshin, antes de la destrucción de las madrigueras bajo Puerto Perfumado.
Dalan-Tai fue visto por última vez conduciendo a sus tribus contra los jinetes salvajes de los Khazags, poco después de la caída del Bastión. Si sobrevivió a este choque inicial o no es desconocido, pero sus guerreros continuaron sangrando las fuerzas del Caos durante semanas después, hostigándolos mientras sitiaban Weijin.
Huan Bei luchó junto al Emperador contra los Skaven y el Caos por igual, para acabar pereciendo en la caída de Weijin, protegiendo al Emperador del salvaje ataque de Grimgor. Se aferró a la bestia lo suficiente para que el Emperador Dragón se retirara, y su cráneo fue cortado en dos como respuesta.
Cheng Long fue visto por última vez descendiendo solo hacia las madrigueras Skaven bajo Weijin. Lo que ocurrió allí es desconocido, pero ningún Skaven sobrevivió, y las madrigueras se derrumbaron sobre sí mismas, previniendo a cualquier otro de seguir al monje a las profundidades.
Tian Shi lideró la purga de la Corte Imperial en esos últimos días, buscando a los seguidores de los Dioses Oscuros con la ayuda de la vampira Naaima, doncella de la Reina de los Misterios. Permaneció al lado del Emperador Dragón durante la caída de Weijin, y fue visto por última vez a bordo del barco del Emperador, convocando un viento mágico para llevar la flota a la seguridad.
Ind[]
Ind sufrió mucho como Tilea, Estalia y Arabia. El Clan Eshin y el Clan Volkn desestabilizaron los diversos principados y reinos o mataron a todos, incluso mientras las fuerzas del Caos invadían las selvas y mares - Arbaal el Invencible apiló montones de cráneos más altos que las grandes pagodas mientras Dechala la Renegada alzaba los cultos del placer del Ind meridional para que se rebelaran en masa. Varios campeones se alzaron y cayeron... el barco volador de Wulfrik el Errante fue visto más de una vez, al igual que el gran dragón, Galrauch. Los héroes lucharon y murieron, sin saberse y sin que los recordaran, mientras las grandes ciudades de Ind ardían y llenaban el cielo de cenizas.
De Karanak, sin embargo, si se sabe. El Mastín de Khorne de tres cabezas fue desatado para ayudar a Arbaal en Ind, contra los avatares de los dioses que pululaban por esa gran tierra. A la cabeza de un inmenso grupo de mastines, Karanak cazó salvajemente a los avatares de los dioses de Ind tirándolos al suelo para que los campeones de Khorne pudieran reclamar sus cráneos inmortales. Karanak todavía estaba cazando al último de estos avatares cuando el mundo terminó.
Parashuruma cayó en batalla contra Wulfrik el Errante. El Cazador Santo fue uno de esos héroes que resistieron el desafío del Errante y perecieron, en los primeros días de la invasión.
Karishna fue asesinada por el Señor de los Cráneos, en el sitio de Lakshana, cuando las fuerzas del Dios de la Sangre surgieron de los camarotes de los grandes barcos carniceros de la flota de guerra de Khorne. Los dos inmortales lucharon durante varias horas, antes de que Karishna vacilara, y el Señor de los Cráneos se cobrara su cabeza.
Urjana fue asesinado por Arbaal el Invencible, después de que gastase sus flechas contra un grupo de mastines de Karanak. Urjana mató a trescientos demonios antes de ser llevado a la batalla contra el Invencible, para acabar decapitado.
Mhogli fue uno de esos héroes perseguidos por Karanak, el Mastín de la Venganza, en nombre de Khorne. El gran mastín persiguió a Mhogli por las junglas de Khuresh, donde ambos desaparecieron de la historia.
El Rey Mono estaba haciendo lo que el Rey Mono sabía hacer, es decir, arruinar planes y destruir cosas. Fue el Rey Mono quien amontonó las cabezas de los setenta y siete campeones del Caos a la sombra del Gran Bastión, y fue el Rey Mono quién liberó a los wyrms de fuego esclavizados por los Enanos del Caos que manejaban el Bastión, distrayendo así a los Dawi Zharr cuando Grimgor atacó. Y fue el Rey Mono quien derribó a Grydal, el Señor de los Snaegr en combate singular.
Nippón[]
Nippón era el centro de la actividad del Clan Eshin, tal como Lustria era el corazón del Clan Pestilens, y sufrió un sino similar. Cuando comenzó la gran invasión Skaven, el Clan Eshin aisló sistemáticamente a Nippón de sus vecinos más cercanos - matando comerciantes, destruyendo buques mercantes, asesinando embajadores... - para preservarlos para su propio entretenimiento. No era para esclavizar en masa y saquear, sino que era una campaña cuidadosamente orquestada de deconstrucción política, social, económica y militar.
Por desgracia, no contaron con Grimgor, que al llegar a Puerto Perfumado, en la costa de Catai, en busca del Emperador Dragón, no encontró enemigos sino aliados - las destartaladas flotas de orcos piratas, atraídos a la costa por los susurros de Morko y los gritos de Gorko. Puesto que los orcos tienen un concepto limitado de la dirección, Grimgor fijó el rumbo de su nueva flota hacia la masa de tierra más cercana - Nippón.
Cuando el ¡Waaagh! llegó a las orillas de Nippón, el Clan Eshin había dejado el reino indefenso eficazmente. Mientras que los aislados señores de la guerra y los clanes de montaña eran capaces de resistir a los Skaven, no había ninguna fuerza lo bastante organizada para prevenir que Grimgor y su ejército tomaran tierra. Las flotas de Nippón ardían en sus puertos, y las ciudades principales cayeron pronto después, mientras el Clan Eshin movilizaba sus fuerzas para resolver esta nueva amenaza a su soberanía. Lo que sucedió después es desconocido, salvo que apenas tres de cada diez pielesverdes sobrevivieron, y que las fortalezas del Clan Eshin fueron arrasadas. Grimgor, impulsado por la voluntad de Gorko, llevó a sus maltrechas fuerzas a sus naves y los supervivientes humanos comenzaron la larga lucha para purgar sus tierras del resto de los Skaven - una lucha que estaban condenados a perder.
Yoritomo Ieyasu fue asesinado por el Clan Eshin, antes de la invasión de Grimgor. Como Shogun, era un blanco primario para los Skaven, y su muerte llevó a muchos trastornos en Nippón.
O-Sayumi luchó contra los skaven dondequiera que los encontró, y liberó a sus cautivos cuando pudo. Fue ella quien guió a muchos de los habitantes de la costa hacia el interior, hacia las montañas, y los defendió contra cualquiera que intentara bloquearles su camino.
El Ronin Rojo hizo pagar un gran coste a las fuerzas de Grimgor, antes de caer en batalla con el guerrero orco negro, Durkol Zakaojoz. Durkol no sobrevivió demasiado a su oponente, ya que la espada forjada con sangre, Venganza, encontró su corazón, incluso mientras sus rebanadoras hacían pedazos al Ronin.
La Emperatriz Jungi apareció en los últimos días de la invasión de Grimgor, y fue su magia la que protegió las fortalezas de montaña de su pueblo, por la voluntad de los Kami. Cuando terminó la amenaza, bajó de las colinas y condujo a su pueblo a combatir contra las destrozadas fuerzas del Clan Eshin.
Sarutori Hanzo lideró la lucha contra los Skaven, cazándoles a través de los tejados y a través de sus guaridas, incluso mientras rastreaba a las criaturas responsables de la muerte de Ieyasu. Sus habilidades fueron puestas a prueba mientras luchaba contra los asesinos del Clan Eshin dondequiera que los encontrara, y todavía los estaba cazando, cuando el mundo terminó.
Grotsnag fue forzado a servir a Grimgor, y se convirtió en un explorador para el ¡Waaagh! Él y sus jinetes de lobo estaban entre los pielesverdes dejados en Nippón, cuando Grimgor partió. Qué destino les sucedió después de eso es desconocido.