Si bien los pasos del Mordisco del Hacha y de la Dama Gris son las rutas más conocidas para atravesar las Montañas Grises, no son la única forma de cruzar la cordillera. El Corredor del Jorobado es una estrecha garganta que atraviesa las montañas no muy lejos de la frontera con las Tierras Desoladas. Es inútil para la mayoría de mercaderes, al ser demasiado estrecho para carromatos o caballerías, y extremadamente peligroso porque gran parte del camino cuelga de forma precaria del borde de empinados riscos, lo que significa que el más mínimo resbalón puede llevar a un final dolorosamente poco glorioso.
Completamente intransitable en invierno y peligroso en las demás estaciones del año, el Corredor del Jorobado sólo lo conocían los cabreros y los contrabandistas hasta que un incremento de incursiones de los Pieles Verdes atrajo hacia el paso la atención de las autoridades. Hace algunas décadas, el Emperador Mattheus II ordenó la construcción de una fortaleza para vigilar el Corredor del Jorobado tras repetidas invasiones. Nueve años más tarde, se completó la Torre Roca Negra, que deriva su nombre de la oscura piedra excavada localmente que forma sus paredes, así como de la pizarra que remata sus torreones.
Su posición a gran altura sobre el Corredor del Jorobado ofrecía a los francotiradores del Emperador un excelente lugar desde el que emplear sus letales habilidades; sin embargo, su estatus como bastión de Reikland tuvo una vida muy corta. Un descuido en la fase de planificación hizo que la torre se construyera en terrenos reclamados por los Enanos de Karak Ziflin. No queriendo irritar a los Enanos, el Emperador cedió la torre, para gran irritación del margrave de Geetburgo, que había ayudado a financiarla.
Hoy en día, los Enanos permiten gentilmente que una guarnición limitada se acuartele con sus propias tropas en la Torre Roca Negra, cuya estructura ha sido abundantemente reconstruida. Con los reiklandeses irritados por el liderazgo de los Enanos y los Enanos denostando constantemente la inferior cantería de los humanos que aún les toca reemplazar, la torre es un polvorín de agravios y resentimiento, lo cual genera una atmósfera tensa, algunos dirían que insostenible.
Fuente[]
- Warhammer Fantasy JdR 4ª Edición. Pag 284.