La ciudad más importante del reino de Yvresse es Tor Yvresse. En su época de esplendor fue considerada la joya de Ulthuan, una de las más antiguas y bellas ciudades élficas, tan magnificente cuya gloria y belleza estética rivalizaban con las de cualquier otro lugar jamás creado. Sin embargo, actualmente la ciudad es una sombra de su anterior gloria. Lo que desde lejos parece poderoso y resplandeciente, de cerca se ve ajado y apagado. Aunque las altas murallas son sin duda recias y fuertes, el número de guerreros que las protege parece dolorosamente escaso para una extensión tan grande.
Es en esta ciudad donde gobierna Eltharion el Implacable, uno de los mayores héroes de los Altos Elfos. Fue elegido como Guardián de Tor Yvresse tras derrotar a la horda de Grom el Panzudo, y aunque es un gobernante estricto y severo, las gentes de la ciudad aprecian a su sombrío guardián.
Descripción[]
Tor Yvresse descansa en la boca de un puerto natural, construida sobre nueve colinas que ascendían desde las fértiles llanuras colindantes, mientras que por detrás de la ciudad de altísimos muros se alzaban las escarpadas Montañas Annulii. La gran ciudad está llena de torres, y dominaba el paisaje con sus poderosos muros altos y blancos y tallados con runas protectoras con una alta puerta de oro titilante que conducía a su interior. Resplandeciente oro y brillante plata destellaban al sol de la tarde, y las titánicas torres de sus palacios se alzaban sobre los muros, unidas unas con otras por grandes puentes a docenas de metros sobre el suelo. Cuando uno recorre las calles de Tor Yvresse, puede ver de cerca la majestuosidad de sus torres. Elegantes mansiones, construidas con gran habilidad con roca de Yvresse, se alzaban en ondulantes curvas, atrayendo la mirada hacia las gráciles columnatas y la dorada belleza de la multitud de estatuas de mármol que adornaban cada tejado.
Lamentablemente, sus días de gloria pasaron hace ya mucho tiempo. Muchas de sus viejas mansiones están deshabitadas y los grandes anfiteatros, que antiguamente fueron escenario de representaciones y bailes de máscaras, ahora permanecen silenciosos y vacíos. La población de Tor Yvresse es menos de la mitad de la que fue prevista que albergaría al ser construida, y las amplias avenidas parecen vacías incluso cuando toda la población se lanza a las calles para celebrar la gran Fiesta de las Máscaras. Sus poderosos y antiguos muros son anchos y profundos, pero la ciudad apenas cuenta con los guerreros necesarios para defenderlos, a pesar de que el Guardián de Tor Yvresse es un gran héroe. Afortunadamente, la ciudad ha estado protegida durante mucho tiempo por las hechizadas Islas Cambiantes, pero la capacidad para autodefenderse en el caso de que se produzca una invasión seria hace mucho tiempo que ha sido puesta en duda.
En el año 2425 tanto el reino como la ciudad estuvieron apunto de caer con el ¡Waaagh! de Grom el Panzudo. Durante la invasión del reino, los ignorantes goblins derribaron varias piedras de vigilancia, liberando energía que provocaban terremotos. Solo la oportuna intervención de Eltharion consiguió derrotar a la horda pielverde, y salvar al mundo pero con un elevado coste de vidas élficas. Buena parte de la ciudad había quedado reducida a escombros y tuvo que ser reconstruida una vez la invasión fue rechazada.
Con ello, el esplendor físico de la ciudad todavía no se ha apagado, ya que mucho había sido reconstruido, pero donde las manos y la magia alzaron en tiempos una arquitectura de sublime magnificencia con alegría, estos nuevos edificios eran sustitutos huecos, más parecidos a monumentos a los muertos que celebraciones de la vida. Además, a pesar del trabajo de los habitantes de la ciudad, el lugar aún mostraba las cicatrices de la guerra, con mansiones devastadas, porciones de muralla ennegrecidas por el fuego y parques abandonados donde la naturaleza campaba ahora a sus anchas.
Muchos murieron combatiendo al rey goblin, y los ciudadanos de Tor Yvresse llevan esa pena como un sudario. Esas muertes gravitan pesadamente y el sombrío ánimo de Eltharion se refleja en su gente. Hermosos elfos con ropajes que no habrían estado fuera de lugar en los palacios de Lothern caminan por sus calles, y alzando la mirada con cauteloso interés ante cualquier acontecimiento. Altos y de miembros largos, estos elfos poseían una belleza áspera, igual que su tierra, y casi todos van armados con espadas o arcos. Estos elfos continúan con su vida cotidiana, pero cuanto más se les observa, más se tiene la sensación que aquella gente ejecuta simplemente los movimientos necesarios. Era como si una parte de ellos hubiera muerto con aquellos que cayeron en la batalla y todavía no se hubiera desplomado.
Localizaciones[]
- Torre del Guardian
- Fuente de las Brumas
- Teatro de Dethelion
- Río de Estrellas
Fuentes[]
- Ejércitos Warhammer: Altos Elfos (4ª Edición). Págs. 13, 79,80.
- Ejércitos Warhammer: Altos Elfos (7ª Edición). Pág. 13.
- Ejércitos Warhammer: Altos Elfos (8ª Edición). Pág. 13.
- Novela: Los Defensores de Ulthuan de Graham McNeill
- Capítulo 6
- Capítulo 7