Antigua colonia de los Altos Elfos, Tor Lithanel es la actual capital del reino élfico de los Eonir.
Descripción[]
La capital de Laurelorn es un raro ejemplo superviviente de la arquitectura arcaica de los Altos Elfos. Fundada originalmente con el propósito de estudiar los lugares mágicos creados por los Ancestrales hace eones, dentro de las murallas de la ciudad se cultivan árboles de frutas y frutos secos exóticos con la ayuda de la magia. Las enormes gemas que adornan casi todos los edificios contienen almas de elfos fallecidos, mantenidas permanentemente en estasis para preservarlas del Caos. Desde la distancia, estas gemas de alma captan la luz y hacen que la ciudad brille. Los humanos que se han acercado lo suficiente para presenciar el esplendor de Tor Lithanel la han apodado la ‘Ciudad de Cristal’.
El horizonte está definido por tres torres de mármol. La Torre de Plata, fuertemente custodiada, que contiene el trono de la reina, es la más alta y antigua. La Torre del Dragón es la segunda más alta y actualmente está vacía. En tiempos pasados sirvió de nido para los dragones, como lo demuestra su interior calcinado. El príncipe Aesryn desea devolver a la Torre del Dragón su antigua gloria. Por último, la Torre Hippocrene también está abandonada, por decreto de la reina. Hace mucho tiempo fue habitada por un gran vidente llamado Sarriel, que ahora es venerado como un semidiós por los eonir.
El Consejo Supremo de Tor Lithanel se reúne al aire libre en el Ágora, donde crece un único árbol lornalim. Se anima a los ciudadanos a observar los procedimientos públicos del consejo. Junto al Ágora se encuentra el templo de Asuryan, donde el culto al dios del sol mantiene una llama eterna. Quizás el edificio más intrigante de Tor Lithanel sea la Biblioteca de los Lamentos, que contiene manuscritos que se remontan la época de ‘la Secesión’. La biblioteca alberga la mayor colección conocida de pergaminos que describen los experimentos de los legendarios Ancestrales.
Fuentes[]
- Warhammer Fantasy JdR: Archivos del Imperio: Volumen 1 (4ª Ed. Rol), pág. 79, 80-81.