Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Archivo:Tobaro.jpg

La ciudad que se conoce actualmente como Tobaro era antiguamente una fortaleza de los Altos Elfos, que la dejaron a su suerte tras la Guerra de la Barba. Algunos pescadores (humanos), nativos de la zona, empezaron a ocupar las ruinas; éstas pasaron a pueblo, el pueblo a ciudad, y hacia el año 1 (según el calendario Imperial) Tobaro obtuvo el título de Ciudad Estado.

Durante las Cruzadas, los puertos de Tobaro se usaban como puerto por parte de la armada Bretonia y otros Mercenarios (ya que era un buen sitio de entrada por mar, teniendo en cuenta que no era necesario cruzar las montañas Abasko). El sultán Jaffar se encolerizó al ver que los refuerzos venían de Tobaro, por lo que, en el año 1.448, envió una flota de Corsarios a destruir la ciudad. Dicho ataque fue repelido por las murallas exteriores de la ciudad, lo que supuso una gran victoria para las fuerzas aliadas.

En el año 1.563 los Skavens consiguen salir de las catacumbas que construyeron los Elfos (por debajo de lo que los humanos llamaban Tobaro) y rápidamente pudieron con los defensores. El Príncipe de Tobaro, Meldo Marcelli, escapó de la ciudad con la mitad de sus fuerzas y la mayoría de sus barcos. El, y el resto de su ejército, permaneció en Remas, donde (gracias a los tesoros que llevaba con él) alquiló un enorme ejército, incluyendo el contingente de élite de Remas.

Dos años después, volvió a Tobaro con su ejército y algunos refuerzos de los Altos Elfos. Arrasaron la ciudad, sin prácticamente resistencia por parte de los hombres-rata, y expulsaron a los Skaven a las catacumbas donde finalmente fueron derrotadas. Desde entonces, en Tobaro hay una guarnición de mercenarios entrenada exclusivamente para luchar por las catacumbas, y defenderla de los Skaven. Tobaro siguió con el título de Principado, pero por poco tiempo. Menos de tres siglos después de la heroica recaptura de la ciudad por Meldo Marcelli, sus descendientes se enfrentaron por el control de la ciudad. Todos estaban dispuestos a hacer cualquier cosa por obtener el poder, y una profecía empezó a circular por la ciudad: el próximo Príncipe tendría un terrible final. Las distintas facciones que ostentaban el poder pactaron una tregua, y decidieron que para estar seguros lo mejor era que se eligiera un cerdo para presidir el Consejo, hasta que la profecía pasara de largo. Obviamente, nada ocurrió.

Durante años, el cerdo llevó el sombrero y cadena dorada de Príncipe. Remarcablemente, Tobaro tuvo una época de paz durante el reinado de Piggolo I (el nombre que la gente le había dado al cerdo). Los aspirantes a Príncipe se empezaron a preocupar, e incluso uno propuso asesinar a Piggolo I. Sin embargo, se dieron cuenta que si alguien "asesinaba" al cerdo, todos formarían parte del complot de asesinato del Príncipe, y serían ejecutados. De esta forma, Piggolo I vivió hasta hacerse viejo (hasta que cayó al mar mientras inspeccionaba la guardia). Por aquél entonces, sólo uno de los rivales seguía con vida, así que consiguió el trono sin oposición. Tobaro sigue siendo un Principado, pese a los intentos de hacer una República.

Fuente

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