
Gustav Fondleburguer tiene como mascota a un cuervo llamado Tizón. Tizón suele estar encaramado en una viga en lo alto de la barra del bar y, a veces, se le oye imitar a su dueño aunque solo sean necedades. La voz es perfecta, pero si Gustav es imparable, Tizón es incomprensible: ‘Bien, bienvenido, ¿ya te vas?, me alegro de verte, ¿quieres un camino para recorrer o acabas de llegar? ¡Oh! ¡Claro que sí! ¡Toma un pollo para beber!’. Tizón puede seguir así durante horas y es casi tan incansable como Gustav.
Nota aclaratoria[]
En Sombras sobre Bögenhafen su nombre era Schwartzie.