Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Tentadora por Vincent Dutrait

Hay un viejo relato bretoniano que habla de un extraño jardinero de Parravon que cultiva flores carnívoras, las cuales atraen a los pájaros con el dulce aroma de su polen para luego devorarlos. Aunque muchos hacen caso omiso de esta historia como la febril imaginación de un lunático, o como parábola para advertir a la gente de que no se entrometa demasiado en los asuntos de los demás, lo cierto es que en la leyenda hay algo de verdad.

La planta comepájaros es una rara especie de planta carnívora nativa de Lustria. Es bastante impresionante, y florece con una gran diversidad de colores. Cada una sus flores es de gran tamaño (más o menos como la cabeza de un hombre) y tiene forma de campana. Su brillante estilo ceroso tiene un aspecto perversamente fálico, y la flor carece de estambres visibles. La planta exuda un pálido fluido rosáceo aromático, y tiene un sabor dulce e intoxicante.

Durante las expediciones de exploración del año 1492, algunos marineros trajeron esta interesante especie de regreso al Imperio. La mayoría de las plantas no pudieron aclimatarse a un clima más frío, pero unas pocas sobrevivieron en los jardines de quienes podían permitirse el mantenimiento de vegetales tan exóticos. Algunos años después, corrieron rumores de extraños visitantes nocturnos en las zonas que rodeaban los jardines, por no mencionar el abrupto descenso en la población de aves. Y luego empezó a desaparecer gente. No está muy claro cómo llegaron los lugareños a atribuir a las flores el motivo de las perturbaciones, pero todas los especímenes fueron quemados y sus propietarios ardieron en la hoguera.

Aunque está prohibido, algunos jardineros conservan estas insólitas plantas por el néctar que producen. La Tentadora es un potente estimulante y alucinógeno y se dice que la ingesta de una pequeña cantidad de este fluido siente como sus sentidos se agudizan, a la vez que experimenta una profunda sensación de calma y de placer hormigueante por todo el cuerpo. Si se duerme bajo los efectos de la tentadora, se experimentan sueños muy lúcidos que suelen ofrecer atisbos del pasado o el futuro. Aunque estas visiones son evocadoras, también resultan bastante inquietantes, pues están llenas de imágenes concatenadas y extravagantes secuencias.

El consumo de tentadora entraña un grave peligro. El fluido puede transportar la mente del usuario a los confines del Reino del Caos, donde corre el riesgo de llamar atenciones no deseadas. Cada vez que se ingiera tentadora para ver retazos del futuro, existe una posibilidades de no volver solo de la experiencia.

Nadie usa el néctar durante demasiado tiempo, ya que aquellos que saborean el fluido tienden a desaparecer.

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