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===Los Zancaslargas===
 
===Los Zancaslargas===
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* Ver artículo: [[Zancaslargas]]
 
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Los [[Zancaslargas]] son montaraces robustos que ocupan el mismo lugar que los templarios de los demás cultos. Han jurado no permanecer jamás en un mismo lugar durante más de una semana, y vagan por los frondosos bosques del [[Imperio]] asegurándose de que los santuarios, cañadas y templos consagrados a Taal y Rhya se hallan en buen estado y totalmente operativos. Ejecutan y castigan a todo el que sorprenden profanando estos lugares sagrados.
 
 
Los Zancaslargas protegen a los viajeros en santa peregrinación de ataques de [[mutantes]], [[pieles verdes]], bandidos y otras amenazas. Cuando [[la Tormenta del Caos]] asoló el Imperio, los Zancaslargas sirvieron al [[Emperador]] como escoltas, batidores e incursores.
 
   
 
===Los Cazadores Astados===
 
===Los Cazadores Astados===
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* Ver artículo: [[Cazadores Astados]]
 
Los [[Cazador Astado|Cazadores Astados]] son los fanáticos del culto. Huyen de la civilización en casi todas sus formas y se esfuerzan por vivir en armonía con la Naturaleza. Evitan los asentamientos mayores que granjas familiares o pequeñas aldeas, y la mayoría incluso renuncian a su ropa. Los Cazadores Astados son feroces combatientes, y centran su atención en todo aquél que viola la santidad de las tierras salvajes, incluidos los simples viajeros que se pierden en el bosque sagrado de Taal. La mayoría de los miembros del culto de Taal y Rhya admiran y temen a los Cazadores Astados, pues los consideran más “tocados” por los dioses que la mayoría, y más próximos al sencillo estilo de vida de cazadores-recolectores del que supuestamente desciende la humanidad.
 
   
 
===Las Hijas de Rhya===
 
===Las Hijas de Rhya===
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* Ver artículo: [[Hijas de Rhya]]
 
Las Hijas de Rhya son una orden menor compuesta exclusivamente por mujeres, concretamente por aquellas que han dado a luz al menos una vez en sus vidas. Las integrantes de esta minúscula orden actúan como parteras, sanadoras y consejeras para madres y futuras madres. Además, y sin que lo sepan la mayoría de los hombres, las Hijas enseñan en secreto a las mujeres métodos para evitar embarazos y formas de tratar a esposos difíciles o abusadores. Debido a la ignorancia, las actividades de esta orden menor suelen ser vistas con recelo por otros cultos menos tolerantes, en especial por aquellos en los que predominan los varones.
 
 
A consecuencia de esta misma ignorancia y de la superstición, los detractores de esta orden suelen acusar a las Hijas de Rhya de asociarse con las fuerzas del Caos, así como de enseñar siniestras maldiciones a las mujeres “para despojar a los hombres de su virilidad”. Se dice que Rhya susurra al oído de las mujeres de esta orden, haciéndoles saber cuándo nacerá algún niño de importancia extraordinaria. De hecho, cuando ha sido posible, a lo largo de los siglos siempre ha habido una Hija de Rhya haciendo de partera para una larga lista de nobles, almas venerables, guerreros e incluso herejes.
 
   
 
==Templos==
 
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*[[Warhammer Fantasy Juego de Rol, 2ª edición|Warhammer Fantasy JdR 2ª Edición]]
 
*[[Warhammer Fantasy Juego de Rol, 2ª edición|Warhammer Fantasy JdR 2ª Edición]]
   
*Warhammer Fantasy JdR: Tomo de Salvación (2ª Ed. Rol)
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*[[Tomo de Salvación|Warhammer Fantasy JdR: Tomo de Salvación (2ª Ed. Rol)]]
   
 
[[en:Taal]]
 
[[en:Taal]]

Revisión del 22:54 6 nov 2017

Taal y Rhya
Taal2

Representación de Taal


Detalles
Sede del culto Bosque de Taalgrunhaar (Talabheim)
Líder del culto Niav (jerarca de Taal) y Katrinelya (jerarca de Rhya)
Principales órdenes Los Zancaslargas, los Cazadores Astados, las Hijas de Rhya
Principales festividades Primeros Brotes (equinoccio de primavera), Fin de los Brotes (equinoccio de otoño), Plenitud Solar (solsticio de verano) y Plenitud Mundial (solsticio de invierno)
Libros sagrados Rito de la arboleda ancestral, El libro del vergel, Tomo del sendero estival.
Símbolos sagrados Ambos: Espiral de la Vida. De Taal: cornamenta, cráneos de ciervo, hacha de piedra. De Rhya: gavilla de trigo, arco y flecha, virote, flores.

El culto de Taal y Rhya se halla entre los más antiguos y extendidos del Viejo Mundo, y sus raíces se remontan a los dioses primigenios de los albores de la historia. El culto creció orgánicamente conforme los primeros humanos trataron de explicar fenómenos naturales como los truenos, el paso de las estaciones y las subidas y bajadas de las mareas. Con el tiempo aparecieron los dioses Taal y Rhya, que comenzaron siendo una única entidad conocida como Ishnemos. Su separación ocurrió hace muchos miles de años, y el culto de Ishnernos cayó en el olvido.

Actualmente se considera a Taal hermano de Ulric, y se considera a ambos dioses padres de Manann. Taal gobierna sobre la Naturaleza y está considerado como el rey de los dioses. Las tierras salvajes son su dominio, y sus principales adoradores son recios leñadores, rastreadores y montaraces. Los fieles de Rhya se hallan en los campos y huertos cultivados, y entre ellos hay granjeros, pescadores y jóvenes amantes de toda la nación.

El culto de Taal y Rhya es la religión oficial de Talabecland, y tiene gran popularidad en las zonas del este y el norte del Imperio, aunque también se les ahora en regiones del sur del Viejo Mundo como Tilea, donde se les adora bajo los nombres de Karnos e Ishea respectivamente. De los dos, Taal es el que recibe más reconocimiento, y el papel que desempeña Rhya es mucho menor. El culto a ambos es especialmente fervoroso en la gran ciudad de Talabheim.

Taal y Rhya

Taal representa el poder y majestuosidad de la Naturaleza, tanto en el mundo físico de piedra y madera como en el impulso vital primario contenido en todas las criaturas. Taal gobierna las fuerzas naturales más allá del control humano. Es el poder tras el viento y la lluvia, y la fuerza que impulsa los rápidos y las cataratas, las avalanchas y los desprendimientos. Él hace que la lluvia caiga del cielo, que fluyan los ríos, que los animales procreen y se multipliquen, y que crezcan las plantas. No sólo es el corazón físico de una persona, sino también la chispa que lo hace latir. Taal representa el vigor y el crecimiento en todas sus formas, especialmente en las transiciones de infancia a adultez, donde la vida alcanza su cumbre.

422px-Rhya2

Representación de Rhya

Taal también es el señor de las bestias y el amo de los bosques y montañas, todas las zonas salvajes del Viejo Mundo están bajo su control, y espera de quienes se aventuran en sus dominios que le muestren el debido respeto. Taal suele ser representado como un hombre de complexión robusta y cabello largo y salvaje, vestido con pieles de animales y llevando el cráneo de un gran ciervo como casco, pero se dice que también adopta la imagen de un gran bisonte o de un oso.

Rhya, la esposa de Taal, cuida de la gente y de la tierra. Rhya es la Madre Tierra, la diosa de todo lo que crece y vive, partera de los animales, y la diosa de los vientos suaves, la lluvia de primavera, las plantas de cultivo, y los aspectos más suaves de la naturaleza. Mientras que Taal hace que las tierras salvajes crezcan libremente, Rhya cuida de los campos, los huertos y el ganado de los humanos, propiciando el desarrollo de cultivos saludables y carne para todos. Es a Rhya a quien el pueblo del Viejo Mundo orar para atraer el buen clima, lluvias moderadas, plantas y animales sanos. Como esposa de Taal, Rhya apacigua y amansa el salvajismo inspirado por su esposo, transformándolo en madurez y sabiduría, por lo que a menudo se pide que interceda ante su marido para calmar sus iras.

Rhya también es la diosa del amor, por lo que los jóvenes amantes le rinden culto fervientemente con la esperanza de que llene sus vidas de romance. También tiene potestad sobre los actos carnales, aunque muy pocos la adoran abiertamente en este aspecto (pues la mayoría de la gente considera que tales pensamientos son escandalosos e indecentes). Los amantes murmuran su nombre en momentos de pasión, y las sacerdotisas de Rhya afirman que con ello basta para mostrar respeto hacia la diosa. Ella representa la fertilidad y la abundancia de la tierra y las madres en todas partes. En las zonas urbanas, algunos de estos aspectos se acreditan a Shallya, la diosa de la Curación y la Misericordia.

Es la personificación de la Diosa Madre de la Vieja Fe, pero con el paso del tiempo, la mayoría de los preceptos y aspectos de Rhya como deidad de la tierra y el mundo natural han pasado a su marido Taal. Rhya es representada como una hermosa y maternal mujer, con pelo largo donde enreda flores y ramas en el. También se la representa como una cabra.

Carácter

Taal es considerado un dios indiferente. Al igual que una montaña o una tormenta, se muestra insensible en lo que atañe a los mortales. Rhya, por el contrario, nutre generosamente al mundo proporcionándole sustento y belleza natural.

Símbolo

Archivo:Símbolo Taal.png

El símbolo de Taal y Rhya es la Espiral de la Vida, una espiral que representa el ciclo anual de la naturaleza de nacimiento, madurez y muerte. Este símbolo también lo usan los hechiceros jade. El símbolo de Taal en su aspecto de Señor de las Bestias es un cráneo de ciervo o una estilizada cabeza humana con astas. En su aspecto de dios del clima, su símbolo es un hacha de piedra, con la que se dice que causa truenos, relámpagos y avalanchas (golpeando las cimas de las montañas). El símbolo de Rhya es una gavilla de grano o un arco y una flecha (que representan su aspecto de cazadora y el dardo del amor). Los sacerdotes de ambos dioses suelen vestir túnica; sencillas de color gris, marrón o verde, que adornan con hojas y flores, durante las festividades.

Zona de culto

En cualquier parte en que a la gente le preocupe el clima, la cosecha, las tierras salvajes o el amor, se rinde culto a Taal y Rhya. Taal es especialmente adorado en el norte y el este del Viejo Mundo, en los grandes bosques y montañas del Imperio. La mayor parte de sus seguidores son montaraces, leñadores y hechiceros ámbar. Los adoradores más devotos de Rhya son granjeros y cazadores. Muchos hechiceros Jade siguen venerando a estas dos deidades como la unificada Ishernos.

Taal no suele ser adorado en las ciudades, pero en Talabheim, fundada en base al comercio fluvial, se le conoce como el Padre de los Ríos, y es el dios oficial de la ciudad.

Culto

Taal

Representaciones de Taal

Los seguidores de Taal y Rhya respetan a la gente que es capaz de cuidar de sí misma, pero son conscientes de que la comunidad sólo puede prosperar si los individuos que la componen colaboran entre sí, como una manada de lobos o de alces. Los miembros del culto suelen pasar gran parte del tiempo en parajes naturales, normalmente solos o en grupos reducidos, viviendo de la tierra como ya hicieran sus antepasados. Observan atentamente el paso de las estaciones, el clima y el ciclo de la vida y la muerte entre las plantas y animales que tanto aprecian.

El culto ejerce una gran influencia en lugares apartados, aldeas aisladas y pequeñas comunidades granjeras, principalmente porque suelen ser los únicos sacerdotes de esas regiones. Los granjeros y cazadores tienen en alta estima a estos clérigos debido a sus conocimientos de plantas y animales. Los sacerdotes de Taal y Rhya están muy solicitados para la celebración de ritos iniciáticos para los jóvenes y el oficio de servicios de oración, rituales y festividades. Los seguidores del culto típicos siguen muy de cerca el calendario estacional, para celebrar sus festividades y rituales en las fechas correspondientes a las principales transiciones de los años, particularmente los equinoccios y los solsticios. Integran sus quehaceres cotidianos (caza, labranza y demás) con la veneración de Taal y Rhya siempre en mente.

El culto de Taal y Rhya se mantiene alejado de la mayoría de las maniobras políticas y luchas de poder tan presentes en los demás cultos. No es que prescindan de implicarse en el proceso de toma de decisiones, sino más bien que su credo es contrario a la idea de que las vidas de las personas estén regidas por instituciones. Prefieren seguir los ciclos de la Naturaleza para determinar el mejor rumbo a seguir, y aceptar el hecho de que las cosas buenas y malas siempre suceden por alguna razón.

Creencias

Los seguidores de Taal y Rhya son famosos por su actitud práctica y sensata hacia la vida, templada por un respeto reverencial al poder y la majestuosidad de la Naturaleza. Aceptan el hecho de que la muerte es tan importante como la vida, pero sólo cuando actúa en armonía con la Naturaleza en general. Los fieles desprecian todo lo antinatural, especialmente y por encima de todo a los mutantes y al Caos, aunque algunos extremistas incluyen dentro de esta categoría a las ciudades, el dinero y demás enseres de la civilización.

Los miembros de este culto creen en la santidad de la Naturaleza, el paso de las estaciones y el esplendor de lo salvaje. Veneran a los animales y las plantas, a depredadores y presas, y a la lucha entre la vida y la muerte. Viven sus vidas en toda su plenitud, conscientes de que Taal, Rhya y la propia tierra podrían ayudarles en su tránsito hacia un estado bendito del ser en el reino de Morr.

Iniciación

Sacerdote Taal Rhya Mago Jade Druida por Eric Lofgren

Los individuos atraídos por el culto de Taal y Rhya suelen ser amantes de la Naturaleza, capaces de sobrevivir por sí solos en tierras salvajes, o bien aquellos que trabajan duramente en campos y huertos. Cada iniciado en potencia es tutelado por un sacerdote que valora las habilidades y la fe del individuo. Los que pasan su examen deben someterse a un intenso y exhaustivo proceso de iniciación, aunque el contenido de éste depende de si la persona siente propensión hacia Taal o hacia Rhya.

Los iniciados de Taal deben poner a prueba su fortaleza de carácter, su capacidad para sobrevivir en tierra salvaje, su destreza como cazadores y su conexión con la Naturaleza. Con la llegada de la pubertad, muchos jóvenes son llevados aparte por los sacerdotes para que aprendan los misterios de las tierras salvajes y la sabiduría de Taal. Este rito, conocido como Renovación, es extremadamente difícil y no todos sobreviven a él; quienes lo consiguen han de jurar no revelar jamás lo que ocurre durante esta prueba. Sin embargo, a veces se escapa algún que otro secreto, y se sospecha que además de aprender las habilidades de caza y supervivencia más importantes, los iniciados también pasan un tiempo considerable en tiendas de sudoración, a menudo bajo la influencia del alcohol y de potentes hierbas y hongos alucinógenos.

La formación de los iniciados de Rhya es mucho más sutil, y prescinden de la embriaguez y carpas de sudoración de las iniciaciones taalitas. Ellos aprenden las artes del cuidado de los demás: plantar y cultivar cosechas saludables, aconsejar a otros sobre cómo solucionar sus problemas, y asistir en partos y educación. La verdadera iniciación se limita a que la sacerdotisa tutora (jamás es un sacerdote) decida cuándo está listo el iniciado para ser ordenado, acontecimiento que culmina en un pequeño festín con canciones y bailes. La iniciación está envuelta en un halo de misterio, sobre todo para los hombres, cuyos padres cuchichean sobre escabrosos rumores de sacrificios de sangre, adoración de la luna y eventos aún más extraños. Los hombres tienen estrictamente prohibido presenciar estos ritos, y la mayoría procuran mantenerse alejados de ellos por puro miedo: se cree que si un hombre se topa con una de estas ceremonias de iniciación, pierde su potencia sexual. Otros creen que se pierde mucho más que eso…

Miembros del Culto

Archivo:Jadewizard3.png

Los seguidores de Taal y Rhya visten sencillas túnicas grises, marrones y verdes -los colores de la naturaleza- durante festividades y rituales, pero también llevan su indumentaria habitual mientras celebran sus ritos. Suelen adornar sus cabellos y ropas con hojas, flores, ramas y gavillas de trigo. Las joyas y abalorios fabricados con materiales naturales y orgánicos, como huesos, ramas retorcidas y piedras sin tallar también son comunes, a menudo decoradas con flores y plumas. Los seguidores de Taal suelen vestirse como cazadores.

Los fieles pasan el tiempo en contacto con la Naturaleza y cuidando de la tierra mientras se dedican a sus tareas. Aunque algunos miembros del culto cultivan cosechas y crían ganado, la mayoría subsisten con lo que obtienen cazando, pescando y forrajeando. Protegen las tierras salvajes de cazadores furtivos, la deforestación excesiva y demás infracciones, aunque son conscientes de que la gente necesita comer, requiere agua fresca y debe hacer acopio de recursos para sobrevivir. Los clérigos de Rhya están mucho más sensibilizados a las necesidades de las comunidades, y prestan ayuda en todo lo relacionado con alumbramientos, curaciones y cosechas.

Aunque algunos miembros de este culto permanecen en las ciudades (sobre todo en lugares como Talabheim y Talabecland), la mayoría viven en los bosques y montañas, lo más lejos posible de la civilización, subsistiendo por su cuenta o en pequeñas comunas de individuos con ideas afines.

Estructura

El culto de Taal y Rhya es una curiosa mezcla de solitarios que vagan por las tierras salvajes y aquellos con fuertes vínculos al bienestar de una comunidad. Sean cuales sean sus movimientos, todos los miembros del culto están íntimamente familiarizados con los santuarios y demás lugares consagrados a Taal y Rhya, y coordinan sus rutinas con visitas periódicas para protegerlos.

Tótem de Taal por Daarken

Por sorprendente que resulte, el culto está muy bien estructurado y tiene una clara distinción de obligaciones. En cada una de las provincias hay dos jerarcas al mando. Se consideran iguales en cuanto a rango y categoría, aunque cada uno de ellos ostenta mayor autoridad en función de la estación: el jerarca de Rhya gobierna en primavera y otoño, mientras que el jerarca de Taal lo hace en verano e invierno. Cuando no está al mando, cada jerarca está sometido a la autoridad y los edictos del otro, aunque pueden (pero casi nunca lo hacen) anular cualquier decisión previa. Los jerarcas se emparejan de forma que no se produzcan ficciones entre ambos, aunque los sacerdotes comprenden y aceptan que la competencia es natural, incluso saludable, para la supervivencia del culto.

Por debajo de los jerarcas se encuentran los sumos sacerdotes, responsables del bienestar y las obligaciones de los sacerdotes que tienen a su cargo. Los sumos sacerdotes cuidan de los santuarios, arboledas, círculos de piedra y demás lugares sagrados, y también se responsabilizan de varios sacerdotes e iniciados. Los sacerdotes llevan a cabo trabajos rutinarios, como la celebración de rituales y el mantenimiento de sus recintos sagrados. En algunos casos, un único sacerdote está al cuidado de algún lugar sagrado alejado de la civilización; sin embargo, esta vida solitaria no garantiza que llegue a ser ascendido a sumo sacerdote algún día.

En su mayor parte, los sacerdotes se las arreglan solos y disfrutan de una tremenda libertad a la hora de encargarse de sus asuntos. Debido a la estructura del culto los sacerdotes también gozan de mucha influencia individual, y pueden incluso vetar los ordenamientos de sumos sacerdotes si logran argumentar sus motivos ante sus iguales. No obstante, los que discrepan demasiado a menudo son expulsados de sus grupos y deben unirse a otros o buscar consuelo en la soledad de la Naturaleza. Aunque no hay un dirigente concreto del culto, la mayoría de los clérigos respetan los consejos y el buen juicio de los sumos sacerdotes más sabios y experimentados.

Facciones

Druida por Carl Frank Hechicero de Batalla Imperial

Existen divisiones internas en el culto de Taal y Rhya, pero no tan pronunciadas como los feroces cismas que se dan en los demás cultos. Quienes están en desacuerdo con los principios fundamentales del culto prefieren marcharse a las profundidades de los bosques antes que provocar conflictos. Sin embargo, hay algunas perspectivas distintas que dominan ciertos aspectos del culto, en función de la relación que debe existir entre la humanidad y la Naturaleza.

El primer grupo, y con diferencia el más numeroso, es el formado por la Estirpe de Taal. Compuesta mayoritariamente por hombres, esta facción personifica los aspectos de la masculinidad en sus niveles más básicos. Los sacerdotes que pertenecen a esta facción son los encargados de proteger los “secretos del hombre” y los misterios de lo salvaje. Ayudan a las comunidades a iniciar a sus jóvenes en su vida adulta mediante un ritual conocido como Renovación, así como enseñándoles a cazar, pescar y sobrevivir en tierra salvaje. La Estirpe de Taal pasa gran parte de su tiempo construyendo y utilizando tiendas de sudoración, consumiendo alcohol y empleando sustancias alucinógenas para inducirse estados mentales muy alterados. Conducen a los hombres al corazón de los bosques, y allí bailan, beben y hacen sonar sus tambores durante días o semanas, o celebran cacerías salvajes cuyas piezas son cocinadas e ingeridas en honor a Taal, bien regadas con litros y litros de alcohol destilado clandestinamente.

La Madre

Rhya, unos de los aspectos de la Madre

Los miembros del segundo grupo se hacen llamar los Custodios. Son firmes defensores de los lugares sagrados de Taal y Rhya, y los protegen de las incursiones de hombres bestia, pieles verdes e imperiales ignorantes que tal vez no saben lo que hacen. Los Custodios prestan especial atención a aquellos que saquean o mancillan el nombre y los dones de Taal y Rhya; los cazadores furtivos son sus más odiados enemigos. Los Custodios son conocidos por su actitud silenciosa, severa y a menudo misteriosa, y son temidos (con razón) por la pasión con que defienden los lugares sagrados de Taal y Rhya. También actúan como guardianes de sus ritos secretos, persiguiendo y cegando a todo infiel que se atreva a presenciarlos. Creen que la Naturaleza se ríe de la industria humana, pues ella prevalece por siempre mientras la obra de los humanos se corroe, se pudre y se reduce a polvo.

La última facción, conocida como los Procuradores de Abundancia, es la más respetada y aceptada por los ciudadanos del Imperio. Sus miembros viven en y entre comunidades, otorgando las bendiciones de Taal y Rhya a gente ordinaria. Los Procuradores celebran rituales para los cultivos y el ganado, rogando a sus dioses que les permitan crecer sanos y abundantes.

La mayoría están bien versados en la labranza y la cría de animales, y los plebeyos recurren a ellos tanto por sus conocimientos prácticos como por sus bendiciones. Organizan festividades y rituales locales para celebrar los equinoccios y solsticios, protegen los espíritus de los maizales y los campos de trigo, y ayudan a las mujeres a dar a luz. Las sacerdotisas que pertenecen a esta facción están muy solicitadas por los consejos que dan en asuntos referidos al amor y los actos carnales, y son muy admiradas por su sabiduría y sinceridad.

Amigos y enemigos

El culto de Taal y Rhya está en buenas relaciones con el culto de su hijo Manann, y el culto del hermano de Taal, Ulric, y y se muestra neutral frente a la mayoría de los demás. Los seguidores de Taal y especialmente los de Rhya son amistosos con los seguidores de La Vieja Fe, ya que ven a Rhya como uno de los aspectos de la Madre.

En Kislev, el culto a Taal tiene buenas relaciones con el culto a Ursun, pues comparten muchos aspectos. Taal es una deidad Humana, y hay una cierta antipatía entre sus seguidores y los Elfos, pero su odio más profundo se reserva para los Dioses del Caos, responsables de la destrucción de vastas áreas de bosque salvaje.

Órdenes Menores

Entre las diversas órdenes importantes del culto de Taal y Rhya destacan las siguientes:

Los Zancaslargas

Los Cazadores Astados

Las Hijas de Rhya

Templos

Fantasy flight game Piedra Mágica por Yoann Boissonnet

Aunque son venerados en todo el Imperio, el culto de Taal y Rhya es extremadamente popular en las regiones del centro y el este, donde la humanidad ha ejercido un impacto relativamente escaso en el entorno natural. La mayoría de los santuarios consagrados a esta pareja de dioses son pequeños y modestos; suelen consistir en refugios de poco tamaño, alejados de los caminos más transitados, o bien altares diminutos al aire libre en los confines de las huertas.

Los sacerdotes de Taal y Rhya evitan construir grandes edificios para que los fieles rindan culto en ellos; sus “templos” suelen levantar en cañadas abiertas, antiguos bosques, cascadas y otros lugares de belleza natural que la mano del hombre aún no ha arruinado. Los templos de Taal y Rhya suelen ser monolitos inmensos, círculos de menhires o montículos de piedras peculiarmente talladas. Algunos no son más que robles extraordinariamente viejos en los que se han grabado imágenes sagradas. Los miembros del culto únicamente se reúnen en estos lugares sagrados en los equinoccios, solsticios y cuando hay luna llena; el resto del tiempo el culto se rinde en solitario o con la familia en santuarios menores, y las localizaciones principales se dejan en paz. Esto no significa que los templos estén desprotegidos. Rastreadores, tramperos, zancaslargas y cazadores astados merodean constantemente por estos territorios, y los sacerdotes de Taal y Rhya suelen conversar con animales cerca de sus hogares para encomendarles que impidan cualquier posible profanación.

Hace muchos siglos, los sacerdotes de la primera encarnación de Taal y Rhya, el dios Ishnernos, erigieron inmensos monolitos de piedra que servían como punto central para la adoración. Las pocas piedras que se conservan en pie son muy visitadas por los fieles, aunque abundan historias según las cuales estos lugares están habitados por espíritus salvajes y animales temibles. Los pozos y manantiales se consideran sagrados para Rhya, al que los gigantescos montículos de tierra que representan la fecundidad, la abundancia y el misterio de la Naturaleza

Warhammer-invasion-shrine-to-taal

La mayoría de las grandes ciudades poseen algún templo tradicional simbólico consagrado a Taal y Rhya dentro de sus límites, cuyo propósito es el de mostrar una cara formal y pública con la que puedan interactuar ciudadanos y representantes del gobierno. Estos edificios han sido diseñados para fundirse con el terreno y normalmente están rodeados de grandes parques de vegetación salvaje. Los templos dedicados específicamente a Taal son de poca altura, están construidos con madera oscura y tienen una o más tiendas de sudoración en las que se celebran los ritos de iniciación más importantes. Los templos erigidos en honor a Rhya son pequeños, modestos y acogedores. A su alrededor suelen cultivarse campos de trigo en la medida de lo posible, aunque cualquier otro producto es igualmente aceptable. Los templos de Rhya son los menos comunes de los dos; algunos dicen que se debe a que ya tiene templos por todo el Imperio, ya sea allí donde se reúnan tres mujeres o más para conversar o cualquier lecho que se use para concebir hijos.

La mayoría de los campesinos, leñadores y demás habitantes de los bosques del Viejo Mundo erigen pequeños santuarios junto a sus campos y huertos en honor a Rhya. También los construyen en los árboles, claros o Cañadas cercanas consagradas a Taal. Estos santuarios son sencillos, y su finalidad es la de albergar ofrendas de cosechas o cacerías recientes para obtener el favor del dios. Los santuarios de Rhya suelen estar decorados con pequeños arcos y carcajs ceremoniales, así como flores, bálsamos curativos, bayas y otros alimentos. En los santuarios de Taal es frecuente colocar una cornamenta o un cráneo de ciervo, y también pieles de estos animales, de alces y de otros herbívoros de gran tamaño. El culto a ambos dioses se lleva a cabo en suelos trillados, campos, prados comunales y otros lugares que proporcionan frutos de la tierra a la gente.

La Roca de Aguas Partidas

Sectas fanáticas de Taal y Rhya

Dada la gran antigüedad de ambos cultos, existen muchas y muy extrañas sectas fanáticas que veneran a Taal y Rhya.

Los Celebrantes

Sacerdote ungido

Estos fanáticos buscan los parajes naturales más alejados para entrar en comunión con sus deidades. No es que sientan aversión por las ciudades y demás comunidades; tan sólo creen estar más cerca de sus dioses cuando se hallan en plena Naturaleza virgen... o al menos, eso dicen.

La verdadera razón de sus tendencias aislacionistas es su deseo de celebrar las ceremonias y rituales que honran la naturaleza salvaje de Taal y Rhya. Ingieren con regularidad extrañas hierbas y productos químicos para entrar en trance y experimentar visiones indescriptibles que, creen, encierran la esencia del saber divino. Los grupos más extremistas llegan incluso a perforarse la carne con ganchos de madera y colgarse de los árboles para trascender los límites de sus cuerpos mortales y entrar en el dominio espiritual de sus dioses.

Los Celebrantes, como se hacen llamar a sí mismos, no se preocupan por su aspecto ni su higiene, por lo que las sociedades más refinadas los encuentran repulsivos. Están infestados de piojos, garrapatas y demás parásitos; apestan a las peculiares tinturas que utilizan y a las hierbas que fuman. Además, la mayoría tienen llagas abiertas fruto de la exposición a los elementos y a sus inquietantes rituales, lo que les confiere la apariencia de víctimas de plaga (o, para los muy ignorantes, de hombres bestia).

A resultas de esto, cuando una persona se une a los Celebrantes casi nunca regresa a su vida anterior. Renuncian a sus familiares y amigos y buscan consuelo en sus compañeros de secta y en las inhóspitas tierras salvajes. Dado que los parajes que frecuentan están habitados por numerosas criaturas viles, la mayoría de las sectas de Celebrantes encuentran un final abrupto como alimento de las voraces bestias del Caos.

Los Salvajes

Todos los seguidores de Taal y Rhya huyen de cualquier tecnología excesivamente moderna, como las armas de fuego o la imprenta, y la mayoría recelan de las armaduras de metal. Los Salvajes, por el contrario, creen que incluso éstas constituyen una traición a los principios fundamentales de sus dioses. Los humanos deberían sobrevivir únicamente con las herramientas que les proporcionan los dioses. O lo que es lo mismo: deberían correr desnudos por los bosques, matar con sus propias manos, recolectar frutas y nueces, beber de los ríos y dormir cubiertos de tierra. El clima del Imperio no es el más apropiado para este tipo de actividades, y un humano solo y desarmado es presa fácil para muchos animales, por no hablar de los más peligrosos monstruos que acechan en los bosques del Imperio. Por ello, los Salvajes tienden a congregarse en grupos pequeños, en los que los más experimentados instruyen a los más inexpertos y todos se protegen mutuamente.

También hay mujeres en este grupo, e incluso se rumorea que algunos tienen niños a quienes crían en plena Naturaleza. Recientemente, Durrbein e Hijos, una empresa de Talabheim, han ganado una cuantiosa suma de dinero publicando una serie de folletos impresos de tirada barata en los que se narran las aventuras de Talima, una salvaje extraordinariamente atractiva con la capacidad de mantenerse milagrosamente limpia. Sus historias son muy típicas y repetitivas, por lo que el éxito de la colección puede atribuirse en gran medida a sus ilustraciones, que son mucho mejores de lo normal para un medio tan barato.

Días sagrados

El culto de Taal y Rhya comparten los mísmo días sagrados y festividades pero el principal día sagrado es el de los Primeros Brotes (el equinoccio de primavera), que marca el renacer de la naturaleza tras el invierno. Los días sagrados del culto de Ulric también se consideran como festividades menores dentro de este culto.

Preceptos

Los sacerdotes de Taal y Rhya deben acatar los siguientes preceptos:

  • Los hijos de Taal se entregan gustosos para proporcionar alimento y sacrificios.
  • Respeta y honra este don que se te concede.
  • No matar nunca a un animal salvo en defensa propia, para comer, o como sacrificio.
  • Debes presentar un sacrificio animal o de grano a Taal y Rhya una vez al mes, durante la luna nueva. En el caso de sacrificar un animal a Taal, este debe ser capturado por el sacrificante.
  • Cada año, todos los sacerdotes deben pasar siete días con sus noches en soledad y apartados de la civilización, entrando en comunión con la naturaleza y viviendo de lo que puedan coger. El momento en que debe retirarse cada sacerdote será determinado por los jerarcas de la región.
  • No te cubras con metal; en su lugar, cúbrete con las pieles de tus congéneres animales.
  • Enorgullécete de tu fuerza y tu habilidad natural. Evita las armas de Fuego y demás productos de la ciencia.

Fuentes