
Escudo de Marienburgo con una sirena.
Las Sirenas son criaturas infames capaces de hechizar a los marineros que pasan cerca de sus guaridas con sus inquietantes cantos.
Descripción[]
A las Sirenas se las describe con la parte inferior del torso de un pez y la parte superior parecido a una hermosa doncella humana o elfa. Al menos, así es como se habla de ellas en la mayoría de las historias. La realidad es que el aspecto de las sirenas es muy variado. Parece que hay grupos familiares enteros derivados de diferentes familias, pero todas son manifiestamente reticentes a tratar con otras personas de una manera que no sea hostil.
La parte inferior de sus torsos suele parecerse a la de un pez con escamas, pero algunas tienen cuerpo de serpiente, mientras que otras tienen tentáculos parecidos a los de un pulpo. El aspecto de la parte superior del cuerpo es igualmente cambiante. Mientras que algunas tienen una belleza salvaje, otras son un reflejo horrible y torcido de la humanidad, con dientes de tiburón. Todas tienen garras, aunque algunas aparentemente pueden ocultarlas, extendiéndolas sólo cuando la presa está a su alcance. Aunque las sirenas consumen sobre todo criaturas marinas, muchas historias indican que no les disgusta comer carne humana de vez en cuando para variar.
El atributo más célebre y temido de las sirenas es su voz. Cuando se eleva en un canto, puede atrapar la voluntad de otros, haciendo que abandonen cualquier otra búsqueda en favor de acercarse. Mientras que algunas sirenas utilizan esta habilidad para atraer a sus presas, otras parecen cantar por puro placer, sin importarles el daño que puedan causar sus cantos, o divirtiéndose con el destino de los barcos destrozados y los marineros que caen al agua.
Las Sirenas viven en tramos rocosos a lo largo de la costa, donde emplean sus hipnóticos cantos para atraer a los nadadores para que se ahoguen, y a los marineros para que estrellen sus naves contra las rocas. A menudo se confunde su canto con el de las Arpías, con las que pueden estar relacionadas.
Existe una antigua historia entre los seguidores de Manann que sugiere que las primeras sirenas nacieron de un encuentro entre el dios del mar y un poderoso espíritu del agua. Sin que Manann lo supiera, la náyade también favorecía a Stromfels, el terrible dios tiburón de los piratas y los náufragos. Así, varias sirenas adoptan la naturaleza de uno de sus ‘padres’, o de ambos, lo que explica las salvajes diferencias de aspecto.
El sello de la ciudad de Marienburgo es una sirena que sostiene una bolsa de florines y una espada. La opinión generalizada es que la eligieron por su belleza y la asociación con el mar, aunque hay quien sospecho que es porque entienden muy bien el ‘canto de la sirena’ del oro. En cualquier caso, se dice que las sirenas son partidarias de los adornos bonitos, y que suelen acicalarse con las riquezas de los barcos naufragados.
Los raqueros son conocidos por frecuentar áreas de la costa ocupadas por sirenas, de modo que puedan saquear los barcos que estas criaturas manipulan para que se estrellen contra las rocas. Este es un trabajo peligroso, y sólo se puede realizar con los oídos llenos de cera para bloquear el canto de las sirenas.
Fuentes[]
- Warhammer Fantasy JdR: The WFRP Companion (2ª Ed. Rol), págs. 115, 123.
- Warhammer Fantasy JdR: El Zoo Imperial (4ª Ed. Rol), pág. 86, 87.