El Conde Elector Siegfried el Significante era el Graf de Middenheim y el Gran Duque de Middenland cuando fundó la dinastía de los Emperadores Lobo en el año 1547, lo que marca el comienzo de la conocida como la Era de los Tres Emperadores.
A día de hoy, la mayoría de los seguidores de Ulric le consideran una inspiración gracias a su decisión de declararse el primero de los Emperadores Lobo, considerando que su ejemplo encarna sus valores fundamentales de valentía e independencia.
Historia[]
Se ignora en que año Siegfried el Significante accedió al cargo de Conde Elector, pero en el año 1547 se ofreció a restablecer el Culto de Ulric en Middenheim. En el 1360, el entonces Sumo Sacerdote de Ulric había salido de Middenheim bajo sospecha para unirse a la causa de la Gran Duquesa Ottilia en Talabheim. Casi doscientos años más tarde, el culto ulricano se había enemistado con los sucesores de Ottilia, y el Ar-Ulric de la época quiso acabar con su "exilio", y anunció su deseo de regresar a su residencia en el principal templo del Culto.
El Graf Siegfried dio la bienvenida al movimiento, pero aprovechó la importancia del gran templo y la Llama Eterna para manipular al culto y obligarle a aceptar ciertas exigencias y condiciones. La más importante era que todos los sacerdotes principales de Ulric juraran un voto de celibato. A Siegfried le preocupaba que el Sumo Sacerdote de Ulric fuera capaz de iniciar una dinastía que rivalizara con la del Graf de Middenheim. Ofreció al culto de Ulric la oportunidad de volver a la ciudad siempre que sus sacerdotes mayores (no los Iniciados) hicieran votos de celibato. El Ar-Ulric aceptó los términos del Graf para poder volver al gran templo de Middenheim y a su llama eterna. Huelga decir que hubo muchos Clérigos que consideraban anatema ese estilo de vida.
Más tarde, ese mismo año, se celebraron elecciones en Altdorf para elegir a nuevo emperador. Siegfried trató de reunir los votos suficientes para establecerse legalmente como Emperador. El Graf hizo una oferta por el trono imperial a sí mismo, pero fue rechazada por escaso margen. Siegfried argumentó que tenía el apoyo necesario para convertirse en Emperador electo y unificar de nuevo la nación. Sin embargo, otros electores, como Frederik V de Talabheim, el también llamado “Emperador Ottiliano”, discreparon y rechazaron sólidamente la pretensión de Siegfried, dejaron bien clara su postura (es decir, la postura de los arqueros que apuntaban al pecho de Siegfried) cuando el Graf trató de emitir su voto. No sin dificultades, Siegfried evitó los actos de violencia y volvió enfurecido a Middenheim.
Un mes después, el Graf Siegfried imprimió e hizo circular un panfleto en el cual denunciaba el escándalo de las elecciones, acusándolas de ser una farsa, y que él era el emperador por derecho. En su cólera, Siegfried se declaró a sí mismo Emperador en nombre del dios lobo Ulric y fue coronado por el Ar-Ulric. El hecho de que Siegfried acabase de ser despreciado por el culto sigmarita al tiempo que el Gran Teogonista coronaba a un Emperador distinto al votado (él) se justificó como una mera coincidencia. Sea como fuere, Siegfried ya no tenía que rendir cuentas a nadie por el mando de sus dominios, llegando incluso a acuñar monedas y promulgar edictos a tal efecto. Poco después Middenheim se declaró independiente del Imperio de Sigmar.
Luego, en 1550 CI, el ahora emperador Siegfried le declaró la guerra a Frederik V, así como a todo Talabecland. Frederik V, no dándose por vencido, declaró su propia guerra con el auto proclamado Emperador de Nuln, cuyo nombre se ha perdido en la historia, pero que al parecer no era más que una marioneta del Gran Teogonista, mientras defendía su propia provincia de los ejércitos de Middenheim.
Por su parte, Middenland occidental reclamó su independencia de Middenheim durante la inestabilidad resultante, bajo el liderazgo de la familia von Bildhofen. En algún momento de este año, Alguien robó el Colmillo Rúnico de Drakwald, Matabestias, de las bóvedas del Middenpalaz y terminando en las manos del recién reconocido elector de Middenland a cambio de apoyar al Emperador de Nuln. Cómo ocurrió es un misterio, aunque los seguidores de Ranald cotillean sobre algo que llaman "la Gran Jugarreta".
Siegfried el Significante lleva a cabo una reforma militar en Middenheim, promulgando un edicto para asegurar que podría cumplir con sus responsabilidades ante el Emperador y, al mismo tiempo, evitar el coste de mantener un enorme ejercito permanente, obligando a todos sus súbditos a entrenarse regularmente en el uso de armas. El edicto dicta así:
Este edicto aseguraba que el Graf tuviera un gran cuerpo de tropas relativamente cualificadas a las que recurrir en tiempos de crisis.
En el año 1557, Siegfried envió al ejército de Middenheim a destruir la ciudad de Talabheim, pero nunca lograron abrier brecha en los muros del cráter. Sin embargo, el puerto de Taalagrado fue arrasado y ocupado posteriormente por el ejército invasor. Le siguió un desastroso fracaso en el asedio de Talabheim que duró casi veinte años.
Conflicto de Canon[]
- En los libros de Rol de la segunda edición su nombre aparece como Heinrich.
- En algunas versiones de la edición española su nombre aparece traducido como Sigfrido.
Fuentes[]
- Ejércitos Warhammer: El Imperio (4ª Edición), págs. 8, 11.
- Ejércitos Warhammer: El Imperio (6ª Edición), pág. 59.
- Ejércitos Warhammer: El Imperio (7ª Edición), págs. 10, 31.
- Warhammer Fantasy JdR: El Enemigo Interior I - Sombras sobre Bögenhafen (1ª Ed. Rol), pág. 14.
- Warhammer Fantasy JdR: El Enemigo Interior III - Middenheim, la Ciudad del Caos (1ª Ed. Rol), págs. 8, 13.
- Warhammer Fantasy JdR: Herederos de Sigmar (2ª Ed. Rol), pág. 17.
- Warhammer Fantasy JdR: Tomo de Salvación (2ª Ed. Rol), págs. 20, 69.
- Warhammer Fantasy JdR: Los Senderos de los Malditos I - Las Cenizas de Middenheim (2ª Ed. Rol), pág. 5.
- Warhammer Fantasy JdR: Los Senderos de los Malditos IV - Terror en Talabheim (2ª Ed. Rol), pág. 5.
- Warhammer Fantasy JdR: Middenheim: La Ciudad del Lobo Blanco (4ª Ed. Rol), págs. 9, 14, 26.
- Warhammer Fantasy JdR: Compendio de el Poder tras el Trono (4ª Ed. Rol), págs. 43, 45.