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Una persona aquejada de Sed Terrible recurre al alcohol para mitigar sus sentimientos de miedo, incomodidad, desesperación y locura. Pero cada día parece necesitar un barrilete más para poder dormir sin pesadillas. Se vuelve adicto y se pasa las horas de vigilia malhumorado y obsesionado con cuándo, dónde y cómo conseguir la próxima copa. Una vez consiga su preciado licor, beberá hasta amodorrarse.
Todos los días tratará de resistir la atracción de la diabólica bebida. Si falla, hará todo lo que esté en su poder para encontrar y consumir alcohol, incluso beber repugnantes sustancias venenosas como aguarrás. En ocasiones en que no haya alcohol disponible, sufrirá de problemas mentales y sociales hasta que logre encontrar alguna bebida alcohólica. Una sola bebida bastará para devolverle a la normalidad pero solo durante un tiempo.
Además, cada vez que se le presente la oportunidad de tomar algo (por ejemplo, pasar junto a una taberna) deberá hacer acopio de su voluntad para no sucumbir a su sed terrible en el acto. En cualquiera de los casos anteriores, continuará bebiendo hasta que se quede sin priva o hasta que supere su ansiedad, cosa que se le será complicado pues con cada bebida que tome se le hará cada vez más difícil renunciar a otra copa más.
El abuso prolongado del alcohol perjudica el cuerpo y la mente. Finalmente, una persona aquejada de sed terrible es especialmente susceptible a las tentaciones del dios del Caos Slaanesh y sus acólitos.
Fuente[]
- Warhammer Fantasy JdR 2ª Edición. Pag 207.