Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Schloss vonreuter por Tony Parker

Schloss Vonreuter fue antaño una casa magnífica, antigua casa parroquial de la familia Feirsinger, construida al viejo estilo imperial con piedra oscura y grandes ventanas abovedadas. Tras su adquisición por Ondurin Vonreuter como vivienda y base de operaciones para sus experimentos se han ido añadiendo alas y dependencias, por lo que la mansión es ahora un confuso revoltijo de estilos que se apilan contra las paredes del viejo y ominoso edificio.

Ondurin ha diseñado y construido Schloss Vonreuter como un laberinto, tan confuso como le fue posible, añadiendo a la vieja casa pasajes erráticos, habitaciones de formas irregulares y pasillos sin salida. Sus experimentos mágicos han distorsionado aún más el lugar y a menudo da la impresión de que los pasillos cambian de sitio solos. A veces deja sueltos los experimentos nigrománticos de su laboratorio para poder observar cómo cazan entre sí en el laberinto de salas y corredores que rodean la vieja casa en la que viven él y la mayor parte de su familia.

Descripción[]

Schloss Vonreuter se encuentra muy alejada del camino más cercano, y se llega a ella mediante un tortuoso sendero que serpentea a través de un denso y oscuro bosque habitado por lobos no muertos y los esqueletos de las primeras víctimas de Ondurin. Al llegar a la casa el bosque da paso a un amplio claro en el que se levanta la mansión.

Las Tumbas[]

Tras la mansión hay cinco pequeños edificios de mármol. Se trata de las criptas de la familia Feirsinger, la familia que antaño habitó Schloss Vonreuter. Ondurin tiene las tumbas desatendidas; utiliza una para alojar el cadáver de Gustav, pero ignora las demás. Los difuntos aún yacen dentro de las tumbas, y el cabeza de familia, Sven Feirsinger, está tan ofendido por el mal que habita ahora la casa que él construyó que su espíritu aún maldice el nombre de Ondurin Vonreuter.

Tumba de Helga Feirsinger[]

La tumba más grande, y la más ornamentada, tiene dos estatuas de caballeros imperiales sosteniendo el frontón. El paso de los años ha gastado sus rasgos pero la inscripción que hay sobre la delustrada puerta de mármol reza: Helga Feirsinger. 2407-2443. Amada madre y esposa.

La tumba fue construida sin reparar en gastos. Las paredes interiores están talladas con figuras que inclinan su cabeza en señal de duelo. En el pasado estaban pintadas, pero ahora sólo quedan algunas motas de color; el resto se ha pelado con la humedad. También hay un sitio para colocar flores. Un único ataud descansa sobre una losa elevada; su dura madera ha sobrevivido a los rigores del tiempo, pero los accesorios y los goznes están totalmente oxidados. Dentro del ataúd está el cuerpo de Helga. Sólo queda su esqueleto; unas pocas hebras de plata y oro es lo único que indica el esplendor con que fue sepultada, el resto de su ropa se ha podrido hasta convertirse en grises andrajos.

Tumba de Sven Feirnsinger[]

Esta tumba sencilla, está hecha con bloques de piedra y tiene muy pocos adornos. Parece la más reciente de todas, aunque sigue teniendo muchos años de antigüedad ha resistido bien el paso del tiempo. La inscripción que hay sobre la puerta reza: Sven Feirsinger. Por fin ha acabado su pesar. 2394-2468

El sepulcro es tan sencillo en el interior como por fuera, pues lo único que hay dentro es una estantería de piedra en la pared del fondo, sobre la que yace un ataúd de recio ébano. Sentado junto a la estantería junto al ataúd está Sven Feirsinger, el último de su linaje familiar. Su espíritu se siente profundamente ofendido por la maldad que Ondurin ha llevado a su hogar y la imposibilidad de poder actuar.

Tumba de Ilona Feirsinger[]

Esta es una pequeña tumba a la que el paso del tiempo ha causado graves estragos. El mármol está resquebrajado allí donde se han abierto camino las malas hierbas, y se cae de puro mohoso. Antaño esta tumba estuvo decorada con elaboradas volutas, pero ahora están a punto de convertirse en polvo. La inscripción está erosionada y es ilegible.

La tumba se encuentra en muy mal estado. La vegetación se ha arrastrado al interior a través de grietas en las paredes, y las elegantes tallas que una vez decoraron las paredes están totalmente borradas. Una mesa de madera, que solía estar en el centro de la tumba está casi desmoronada, y un diminuto ataúd ha resbalado de ella y yace ahora contra una de las paredes. Dentro del ataúd se encuentra el pequeño esqueleto de Ilona Feirsinger, que murió a los dos años de edad.

Tumba de Aethillianis[]

La puerta y la mitad del techo de esta tumba han sido arrancados. Esta tumba, que antaño albergó el cadáver del elfo Aethillianis, ha sido forzada y saqueada por los no muertos de Ondurin que se acercaron desde el bosque. Aethillianis era el viejo compañero de aventuras de Sven, quién recuperó su cuerpo muchos años después tras la muerte del elfo para procurarle un entierro decente.

El interior de la tumba es un desastre. Los restos astillados del ataúd yacen sobre el suelo entre escombros, maleza enmarañada y algunos huesos.

Tumba sin Nombre[]

Esta tumba es un simple edificio cúbico de mármol, sin columnas ni frontón. No hay inscripción en el espacio que hay sobre la puerta y parece estar ligeramente más cuidada que las otras tumbas, pero sigue estando cubierta de maleza y mugrienta.

Esta tumba era originariamente la de Karl, el difunto hermano de Sven Feirsinger. Ondurin Vonreuter sacó el cuerpo de Karl y colocó en su lugar el de su hijo Gustav, para asegurarse de que su cadáver estuviera fuera del alcance de sus creaciones nigrománticas en Schloss Vonreuter. Aquí, el cuerpo de Gustav yace envuelto con pesadas cadenas plateadas, que aún brillan intensamente pese al estado del cuerpo. Son parte del hechizo de control sobre el fantasma de Gustav.

Interior[]

Aposentos de Wilhelmina[]

Wilhelmina y elena vonreuter schloss vonreuter por Tony Parker

Los aposentos de Wilhelmina son un grupo de habitaciones bien equipadas decoradas con seda blanca, con una gruesa y exhuberante alfombra y muebles caros de estilo bretoniano. El aire es cálido y perfumado. Aquí vive Wilhelmina Vonreuter, y está acompañada por el cadáver de Elena Vonreuter, reanimado como regalo para ella por Ondurin.

Habitación de Anya[]

La puerta se abre a una habitación pequeña y fría. Los muebles están viejos y rotos, y hay manchas de humedad en las paredes. Una ventana sin vidrio da al inhóspito bosque del exterior. Aquí vive Anya encerrada y con miedo.

La Prisión de Jonah[]

La celda de Jonah, tras una corta y empinada escalera, da a una puerta asegurada con varios cerrojos de hierro. Dentro no hay nada salvo algunos huesos de pollo y de cerdo muy masticados, un montón de andrajos apestosos que Jonah usa como cama, y el cubo que hace las veces de retrete.

Los Aposentos de Ondurin[]

Una inmensa puerta de roble inscrita con runas que parecen retorcerse cierra el acceso a los aposentos. La cámara interior está iluminada por un fuego que arde en un hogar abierto, ante el cual hay un escritorio con un enorme tomo nigromántico encuadernado en piel. Las paredes están cubiertas de estanterías en las que se apilan volúmenes mohosos. Criaturas deformes, disecadas sobre pedestales, cuelgan del techo o se yerguen sobre el suelo. Entre ellos hay un ciervo de cinco patas, un sapo bicéfalo y un cachorrito disecado con un tercer ojo sobre la frente. Conectado al estudio está el dormitorio de Ondurin.

El Laboratorio de Ondurin[]

Una puerta de hierro bloquea el camino al laboratorio al final de una húmeda y viscosa escalera de piedra. Al estar a gran profundidad bajo el nivel del suelo, el aire es frío y húmedo, y las pocas lámparas que hay iluminan con una luz parpadeante.

Laboratorio de ondurin por Tony Parker

Ya en el interior, las paredes están repletas de jaulas, cada una de las cuales contiene algún horror monstruoso y babeante. Una de las criaturas es una pesadilla compuesta por cuerpos de perros fusionados entre sí, con zonas peladas en su remendado pelaje que dejan al descubierto los rojos y húmedos músculos, y varios pares de ardientes ojos amarillos miran con locura. Otro era antaño un ser humano, pero se le ha injertado tanto tejido muscular que ahora es un monstruo amorfo y desgarbado; hasta sus rasgos faciales están ocultos por gruesas y sangrantes tiras de músculo. Por último, dos cadáveres demacrados se deslizan por el suelo de otra jaula, royendo los barrotes sin ningún atisbo de inteligencia que asome a sus descompuestos ojos. El hedor de la corrupción se mezcla con el olor acre de los productos químicos. El suelo de todas las celdas estárecubierto de excrementos, carne podrida, trozos de hueso y demás desperdicios asquerosos.

En el centro de esta sala hay una gran losa de piedra elevada que una vez fue de mármol, pero que ahora está manchada de un oscuro marrón rojizo debido a las infinitas disecciones y operaciones. Junto a la mesa, una enorme palanca de hierro oxidado sobresale de un agujero entre las losetas, la cual controla la apertura de las jaulas.

En un armario cerrado hay varias jarras de cristal que contienen animales horriblemente deformados, sumergidos en sustancias químicas conservantes. Algunos están tan malformados que desafían toda descripción, y uno de ellos hasta podría ser una parodia subdesarrollada y mutada de un bebé humano.

Sala de operaciones de ondurin por Tony Parker

Pasada la primera sala del laboratorio hay una gran sala octogonal: la sala de operaciones de Ondurin. Docenas de partes corporales tratadas con conservante cuelgan del techo en cadenas: brazos, piernas, cabezas, todas con una fantasmagórica piel gris azulada y goteando una llovizna de líquido conservante amarillo apenas perceptible. Un par de losas verticales, incrustadas en sangre y marcadas con cortes profundos se alzan la una junto a la otra en el centro de la habitación. Unos grilletes en las partes superior e inferior de las planchas sugieren que las víctimas de las operaciones tuvieron que ser sujetadas mientras se les practicaba la disección. Entre ambas losas hay una compleja maquinaria, con numerosos tubos y engranajes manchados de sangre. Por desgracia, hay una criatura que no está encerrada en una jaula: la bestia guardián que Ondurin creó para que se ocupase de los intrusos que irrumpieran en su laboratorio. El guardián es una pesadilla encorvada y espasmódica de cuerpos diseccionados unidos entre sí.

En la pared del fondo hay una pequeña cavidad, en la que aparentemente una de las piedras que componen la pared se ha desprendido. Dentro de este pequeño hueco hay un interruptor que hace que la pared más alejada pivote hacia afuera con un rechinar de piedras, revelando un largo, oscuro y legamoso corredor que desciente gradualmente hasta un río subterráneo.

Río Subterráneo[]

Desde el túnel de la sala de operaciones se llega a esta gran cueva, labrada en el túnel por la acción de la fuerte corriente de un río subterráneo. El aire es húmedo y del techo caen gotas de agua helada. En la otra orilla del río, el túnel se adentra en la oscuridad hasta un brezal bastante desolado, más allá del bosque que rodea la mansión. El río ruge a través de lo que parece una salida natural, bloqueada por unos gruesos barrotes de hierro oxidado, que Ondurin instaló para impedir que algún experimento obstinado escapara saltando al río y huyera dejándose llevar por la corriente. El río está contaminado por residuos de los laboratorios, atascados en los barrotes de la salida.

Fuente[]

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