El Traicionero, el Desleal, el Vidente Retorcido de los Desiertos.
Sayl el Infiel, infame archi-hechicero de la tribu Dolgan, es un egoísta que sólo se sirve a sí mismo y un asesino práctico. Sus poderes tienen como piedra angular el dominio de la traición y es la traición la que le ha llevado a superar a hechiceros con mayor poder o campeones que gozaban del favor de los dioses del Caos. Tal es su paranoia que él mismo nunca ha jurado lealtad a un sólo Poder, si no más bien de boquilla a muchos, siguiendo pactos y negocios con muchos dioses y demonios menores del Caos y traicionando a cada uno de ellos. Lo que le ha ganado el epíteto de "el Infiel".
El ascenso de Sayl dentro de la tribu Dolgan comenzó con su juramento de lealtad al poderoso hechicero Schalkain el Vil como uno de sus siete aprendices videntes. La alianza cuyos poderes proféticos utilizaba para guiar a la tribu en la guerra y en la propiciación de los dioses del Caos. Desde el inicio Sayl solo fue leal a él mismo, estimulando la paranoia y la desconfianza inherente en los hechiceros, y mediante empalagosas mentiras volviéndolos los unos contra los otros, hasta que las avivadas llamas de la sospecha se tornaron en una lucha fraticida. Incitó a Schalkain en la realización de un ritual demoníaco que implicaba a Sayl y a otros tres hechiceros leales restantes, para vengarse de los traidores. El ritual, saboteado por Sayl, causó que Schalkain se rompiera en pedazos y los otros aprendices que sobrevivieron se fusionasen en una entidad horrible conocida como el Engendro Fauces Nocturnas. A pesar de la victoria, Sayl no salió ileso de su traición en el ritual. Su carne sufrió una mutación y sus ojos mortales se perdieron para ser reemplazados con los sentidos infernales y exasperantes del reino demoníaco.
Odiado y temido por su propio pueblo, Sayl el Infiel sería sin embargo un líder fuerte en la guerra cuyo dominio sobre las tormentas profanas de los Desiertos del Caos del Norte y los poderes profético hizo de las tribus Dolgans las más temidas. Sin embargo, como su reinado se extendió durante decenas de años, la lista de los enemigos de Sayl, tanto mortales como demonios, creció durante mucho tiempo y el trono de Sayl estuvo siempre amenazado. Cuando la creciente horda de Tamurkhan atravesó las tierras de los Dolgans la astucia de Sayl se volvió a su favor y alió sus fuerzas con las de Tamurkhan. Eso sí, sólo durante el tiempo que se adaptara a sus intereses.
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Fuente
- Tamurkhan: El Trono del Caos. Warhammer Forge (FW).