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Cuidado, la información procede de un videojuego, por lo tanto su validez puede ser exclusiva solo del videojuego.
Este artículo contiene información de Age of Reckoning, cuya trama se desarrolla en una línea de tiempo paralela.
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"Esta es la última vez que voy a decir esto: ¡las runas NO son mágicas! ¡La magia es para esos estúpidos indeseables que llevan vestidos y gorros de punta! ¿Ves que yo lleve un gorro de punta, amigo?"
- —Grumhilde, Venerable Mago Rúnico
La preparación es esencial para el éxito de un Sacerdote rúnico, ya que desarrolla un eficaz sentido del tiempo y la coordinación. Puede usar sus runas para proteger a sus amigos y compartir sus poderes (incluso dejando alguno de los efectos de las runas bajo su control), pero su fuerza decae rápido después de usarlas, y deberás estar listo para reforzarlas cuando lo necesiten. Una preparación previa le facilitará la labor de dividir tu atención entre ayudar a los amigos y atacar a sus enemigos. Esta división de tareas es totalmente necesaria en la batalla. Si se centra únicamente en atacar, sus compañeros de grupo se quedarán sin apoyo tras un breve periodo de tiempo. Sin embargo, si sólo se dedica a ayudar, privarás a tu equipo de un guerrero rúnico de gran poder..
Historia[]
A los Enanos no les gusta la magia. Como tantas otras cosas naturales de los humanos y sus aliados, es demasiado rimbombante y poco fiable, al menos desde el punto de vista de los Enanos. Pero las runas son otra historia. Las runas poseen el poder antiguo. Su creación es un ritual tan sofisticado que el resultado es, como cabe esperar, como rocas cayendo de una montaña. Los conservadores de este arte son los Sacerdotes rúnicos, adeptos y magos que dedican su vida a aprender el lenguaje de las runas. Con su fabricación pueden crear efectos de poderes alucinantes, abordando a sus enemigos con el mismísimo poder de la tierra. También pueden endurecer a sus aliados contra los ataques más terribles, o curar sus heridas.
En un mundo donde la magia es el pan de cada día, podría parecer que los poderes de los Sacerdotes rúnicos son insignificantes. Sin embargo, sus runas proporcionan algo único y poderoso: la habilidad de marcar con runas un objeto o criatura a la espera de que algo desate su poder. Una espada marcada con una runa arde cuando golpea, una coraza marcada con una runa se endurece ante un ataque asesino, y la carne marcada con una runa solo necesita una orden para liberar su energía de curación. Marcando a sus aliados antes de la batalla, el Sacerdote rúnico puede disfrutar de la lucha donde y cuando lo requiera, ya sea dando forma a más runas de poder, o sumergiéndose en el corazón de la batalla con el bastón rúnico en mano. Es importante remarcar que las runas retienen su poder incluso después de que el Sacerdote rúnico muera.
Maestrías[]
- Senda de Grungni: Un maestro de esta senda se inclina por usar poderosos efectos directos, para curar a sus aliados como y ajusticiar a sus enemigos por igual. La senda de Grungni es la idónea para aquellos que prefieren centrarse en objetivos aislados (sean aliados o enemigos), para desatar sus poderosos efectos sobre ellos.
- Senda de Valaya: Esta senda, si acaso más sutil que la de Grungni, se inclina por efectos que perduran después de haber sido conjugados. Así, un Maestro de esta senda suele preferir recurrir a las habilidades más lentas, pero que han sido probadas durante siglos, para aumentar así las fuerzas de sus aliados hasta hacerlos imparables o para mermar a sus enemigos hasta condenarlos de forma inevitable.
- Senda de Grimnir: Los practicantes de esta senda suelen centrar su atención en efectos que afectan a áreas extensas para manifestar así su poder innato. Así, un especialista en esta senda, será un experto en cambiar las tornas de un combate, ya sea aumentando las fuerzas de la vanguardia de sus aliados o, por el contrario, lanzando grandes oleadas de poder destructor que diezmen las filas enemigas.
