Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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(Página creada con «miniaturadeimagen|428x428px El látigo volvió a restallar sobre las castigadas espaldas de los esclavos. ''"Moveos, vagos'' -gritó Skarrik, el enorme guerrero alimaña designado por el vidente gris al cargo de la expedición para "motivar" a semejante escoria-. ''A este paso jamás llegaremos a la ciudad prohibida"''. Y el látigo volvió a sonar. Lo…»)
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*[[White Dwarf]], pág. 14.
 
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[[Categoría:Batallas Skaven]]
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[[Categoría:Batallas Hombres Lagarto]]

Revisión actual - 14:28 14 sep 2024

Jinete de Gélido por Toby Hynes

El látigo volvió a restallar sobre las castigadas espaldas de los esclavos. "Moveos, vagos -gritó Skarrik, el enorme guerrero alimaña designado por el vidente gris al cargo de la expedición para "motivar" a semejante escoria-. A este paso jamás llegaremos a la ciudad prohibida". Y el látigo volvió a sonar.

Los esclavos se empujaban unos a otros mientras cortaban con sus toscos machetes un camino entre la enmarañada maleza que les rodeaba. De tanto en tanto, se detenían y alzaban sus ratoniles hocicos en un intento de captar algún rastro que los llevase por el camino correcto. Pero, dado que el látigo no cesaba de crujirles el lomo, poco podían concentrase en la tarea. "Más rápido" -gritaba una u otra vez Skarrik con su voz chillona.

Peatxo-Bitxi observaba incrédulo a los invasores. No entendía por qué esas viles ratas, más ruidosas en su alborotado trajinar por la selva que una hipopótamo en celo, se empecinaban una y otra vez en hollar con sus repugnantes patas las sagrados dominios de los Hombres Lagarto. Calmó a su inquieta montura, azuzada por el olor a sangre que manaba del ruidoso grupo, y entonó el canto de la avutarda como señal a sus hermanos (en el sentido estricto del término, pues todos habían salido del mismo foso criadero) de que se dispusiesen para el combate. Miró alrededor de él para comprobar el orden de batalla: a la izquierda, bajo las turbias aguas del pantano colindante, Ximxurri y su grupo harían caer sobre la retaguardia Skaven una lluvia de flechas envenenadas; eso sí, una vez pasaran de largo las ridículas ratas con toga que no habían más que agitar esas extrañas esferas atadas a palos y que despedían gases blancuzcos y hediondos mientras proferían chillidos de lo más desagradable. A la derecha, Txaxi-Piruli y sus Salamandras bloquearían el camino; mientras que él y sus Jinetes Gélidos, por el centro, surgirían de improviso de entre la maleza y harían huir a las ratas de aspecto miserable que estaba siendo incompresiblemente azotadas por un sádico Skaven grande y chillón armado con un látigo. Comprobado el plan, Peatxo-Bitxi decidió iniciar el ataque. Para ello, y como había acordado con los demás, metió cariñosamente el dedo en uno de los ojos de su fiel montura Roxi-Nanxti.

El rugido resultante por parte del infortunado reptil paralizó instantáneamente a la sentenciada avanzadilla Skaven; hasta Skarrik calló, dejando caer su látigo por la sorpresa (casa que aprovechó algún que otro esclavo para escurrir el bulto entre el denso follaje circundante) y estiró sus puntiagudas orejas. Los Skavens quedaron silenciosos y expectantes, con sus puntiagudas (y bastante sucias) orejillas estiradas en un vano intento de discernir el más leve sonido. Un inquietante silencio envolvía el lugar.

Lo siguiente que notaron fue un rápido rumor entre las ramas. Luego, uno de los Esclavos gritó. Skarrik se giró hacia la fuente del ruido: un Eslizón, emplumado y montado sobre una espeluznante criaturas reptiloide, repartía golpes a diestro y siniestro entre los castigados Esclavos que le rodeaban; mientras que su montura se afanaban en masticar a uno especialmente desafortunado (pues todavía pateaba mientras su cabeza estaba dentro de las fauces del imponente lagarto). Skarrik miró a derecha e izquierda buscando apoyo, pero sólo vio como sus malditos Esclavos corrían aterrorizados de un lado a otro. Volvió a mirar al Eslizón: éste ya había acabado con sus enemigos y su montura, otro tanto. Ambos le observaron con sus ojillos amarillos. Skarrik tragó saliva.

Curiosidad[]

  • Este enfrentamiento fue un evento de las tiendas Games Workshop en motivo de las nuevas miniaturas de los Hombres Lagarto, para celebrarlo se realizaron enfrentamientos entre Hombres Lagarto y Skavens todo el mes de abril del año 1999.

Fuente[]