
El Viejo Mundo tiene su buena porción de alimañas de tamaño normal, incluyendo Ratas. Estas criaturas se encuentran en cualquier lugar en el que haya actividad humana. Las ratas están por todas partes y son especialmente prevalentes en los pueblos y ciudades.
Las Ratas no son una amenaza para las personas, aunque lucharán con ímpetu si se les molesta o se les acorrala, atacando con mordiscos que pueden causar infecciones. Sin embargo la principal amenaza que representan es, que cuanto más densamente se apretuja la gente en un asentamiento, más densamente se apretujan las ratas con ella, lo que es especialmente malo pues las criaturas suelen portar enfermedades.
Descripción[]

En el Viejo Mundo, la rata simboliza la enfermedad y la decadencia. Estas criaturas merodean entre la basura y en los aseos, en los mataderos y en los cementerios. Roen la carne putrefacta de los muertos, y si se les deja se adentran en los hogares y en los graneros, procreando en camas calientes y devorando la comida fresca. Y a diferencia de una cabra que devora los repollos, una única rata en un granero puede hacer mucho más que simplemente reducir las reservas de alimentos. La suciedad que llevan consigo es capaz de envenenar toda la cosecha, dejando a los campesinos sujetos a dos destinos poco envidiables: la muerte por desnutrición o la muerte a causa de alguna terrible plaga.
Para controlar a las ratas, se utilizan a los cazarratas, hombres que peinan las alcantarillas y las calles junto con pequeños perros fieles pero salvajes. Estos hombres valerosos se adentran incluso en las entrañas más desagradables de las ciudades, cumpliendo con su parte en la tarea de contener la marea de ratas pestilentes. A pesar del tufo que desprenden por culpa de los lugares por los que andan y de las presas a las que acechan, un cazarratas que lleve una docena de gordas ratas marrones atadas por sus colas a su bastón es una visión agradable para los ciudadanos del Viejo Mundo, sin que importe su clase ni su posición social.
Tipos de Ratas[]
Imágenes[]
Fuentes[]
- Warhammer Fantasy JdR 1ª Edición, pág. 243.
- Warhammer Fantasy JdR 4ª Edición, pág. 316.
- Warhammer Fantasy JdR: Hijos de la Rata Cornuda (2ª Ed. Rol), pág. 3.