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Raphael Julevno por Alessandro Boer

Magister patriarca del Colegio Celestial

El magister Raphael Julevno nació en Nuln, hijo de una actriz y de un mercenario de algún lugar de Ostland (o al menos, eso cree su madre). Julevno no vio a su padre ni una sola vez en toda su infancia (ni su madre tampoco, por cierto). Julevno contaba doce años cuando empezó a tener visiones, atisbos de cosas que sucedían horas, días o incluso semanas después. Para cuando cumplió los quince, estas visiones se daban con tanta frecuencia que su madre creyó que estaba loco. El hecho de que no lo estuviera es testimonio de la fuerza mental del muchacho.

Historia[]

Por lo que a su madre respectaba, Julevno ya le había supuesto bastantes problemas en los últimos quince años, y creía que su carrera de actriz se había resentido por su culpa. Viendo una oportunidad para volver a empezar sin su molesto hijo, contactó con el asilo de pobres local y les pidió que hospedaran al "lunático" muchacho. Pero gracias a sus visiones, Julevno supo lo que iba a ocurrir, y huyó de su madre y de Nuln, viviendo como mendigo en las aldeas y pueblos pequeños que había más allá de la ciudad.

Por aquel entonces Julevno comenzó a tener una nueva visión, sólo que esta vez se repetía una y otra vez. En sus sueños (tanto dormido como despierto), Julevno no dejaba de ver un inmenso edificio azul con dieciséis gloriosas agujas. En aquel momento no comprendía su relevancia, pero sabía que lo estaba llamando. Y la llamada procedía de la ciudad de Altdorf.

Un lluvioso día de otoño, Julevno recorrió a trompicones las calles de Altdorf en dirección a su gran centro. Aunque nadie a su alrededor parecía dirigirle ni una sola mirada, Julevno no podía apartar la suya de las relucientes torres azules que se alzaban a tantísima altura por encima de la ciudad; las mismas torres que había visto en sus sueños. Para cuando llegó a la gran puerta del colegio, Julevno apenas podía andar; estaba fatigado y desnutrido, pues había caminado casi sin descanso desde que saliera de Nuln. Cuando subía el primer escalón que llevaba a la puerta, sus piernas cedieron finalmente y se derrumbó. En ese preciso instante se abrió la puerta, y salió un hombre alto con una barba blanca trenzada y brillantes ojos azules.

-Ah, estás aquí -dijo-. Te hemos estado esperando.

Huelga decir que Julevno fue aceptado en la Orden Celestial. Su afinidad natural con el Azyr, el viento azul, era realmente excepcional. Tenía visiones del futuro sin necesidad de observar el cielo ni usar equipo alguno. Los magister no podían rechazarlo.

Julevno aprendía rápido, y alcanzó el puesto de magister en tan sólo trece años (un periodo muy breve para la Orden Celestial); con veintinueve años, era el astromante más joven que se había aceptado en toda la historia. Tenía cincuenta cuando vislumbró el primer atisbo de Archaón y de la invasión que dirigiría contra el Imperio, y sólo un año después tuvo una visión de la muerte del por entonces patriarca de su orden, Stern Glanzend. Al compartir sus preocupaciones con el patriarca, descubrió que el anciano astromante ya lo sabía. Había previsto su propia muerte muchas veces en el pasado, y estaba listo para afrontarla.

Antes de partir hacia Middenheim, Glanzend dijo a Julevno que él sería el nuevo patriarca. Todos los grandes magister de la orden lo habían augurado. Aunque nunca había hablado de ello, Julevno también lo había predicho, y no pudo negarse. Desde aquel día se ha cuestionado muchas veces el método de elección de patriarcas en su orden. Los grandes magister auguran cuál de entre ellos lo será, y luego sencillamente formalizan las cosas eligiendo a esa persona.

Pero a veces Julevno medita sobre si le hubieran escogido de no haberlo augurado. O, dicho de otro modo, tal vez sólo lo escogieron porque lo habían vaticinado, ¿pero no era eso una paradoja? ¿Una especie de profecía autocumplida? ¿Qué fue antes, la visión que decidió al patriarca, o el propio destino del futuro patriarca que proporciona la visión? ¿Fue el destino o alguna otra potencia la que decidió quién se convertiría en patriarca de los astromantes? Estos polémicos pensamientos han provocado más de una noche de insomnio al magister patriarca Julevno.

Fuente[]