
Quatar es una ciudad de Nehekhara que se encuentra justo en la entrada occidental del Valle de los Huesos (antiguamente Valle de los Reyes). Actualmente la ciudad es conocida como el Palacio de los Cadáveres, pero en la época de esplendor del Nehekhara, la ciudad de Quatar era reconocida como el centro religioso de todos los antiguos Dioses de Nehekhara, por lo que era conocida como el Palacio Blanco y Las Puertas de la Eternidad.
Historia[]
La ciudad de Quatar, fue muy famosa como lugar de culto, y un importante centro de peregrinación religiosa para los habitantes de Nehekhara. Al contrario que otras ciudades de Nehekhara, La ciudad no estaba gobernada por reyes sino por un Sumo Sacerdote que se le conocía también como Visir. El Valle de los Reyes era la única manera de atravesar las Montañas del Fin del Mundo, permitiendo el contacto de las ciudades del este con las del oeste.
La ciudad guardaba el paso, y cualquiera que quisiera pasar a un lado o al otro de las montañas debía atravesar el paso y por lo tanto llegar a Quatar y donar algo a los templos que se desperdigaban por toda la ciudad. Gracias a esto, Quatar obtuvo una enorme riqueza que se manifestó en la construcción de numerosas estatuas de los Dioses de Nehekhara. Toda la ciudad se vio cubierta de gloriosas y fantásticas efigies de los dioses, adornando los palacios, plazas y templos de la ciudad.

La más grande de estas representaciones se tallaron en las laderas de las montañas del Valle de los Reyes, contando con la participación de numerosos albañiles, escultores y necrotectos para su elaboración. Se dice que estas estatuas gigantes, de más de doscientos metros de altura, eran los guardianes de la ciudad. El gran templo, construido totalmente de mármol blanco obtenido de las montañas cercanas, albergaba a más sacerdotes que todas las demás ciudades juntas. Se levantaba en la entrada al Valle de los Reyes y los viajeros primero tenían que rezar en el gran templo antes de penetrar en el paso que llevaba a los reinos orientales.
Al igual que las demás ciudades de Nehekhara, Quatar participó durante la guerra contra Nagash y más tarde contra los vampiros de Lahmia, siendo especialmente conocida la Legión de la Esfinge de Quatar que luchó al lado de Alcadizaar. Sin embargo, todo terminó cuando Nagash desató su hechizo que acabó con toda vida en el Reino de Nehekhara. En Quatar, el conjuro de Nagash, mató en masa a todos los peregrinos y sacerdortes, que acabaron insepultos, tirados y apilados por las calles y templos de Quatar. Solo los Sacerdotes Funerarios más poderosos pudieron librarse de este destino. Desde entonces, Quatar obtuvo su sobrenombre actual, el Palacio de los cadáveres.
En la actualidad la ciudad sigue estando en ruinas, siendo regida por Sehenesmet, el último y más grande de los Visires de Quatar, quien lleva milenios desde la caída de su imperio reconstruyendo el poder de Quatar. Gracias a su maestría ha logrado reanimar numerosas estatuas con la que expandir su poder.