En el extremo noroeste del Laurelorn, donde se encuentra con el mar, el Protectorado de la Tormenta se encuentra en la frontera entre Nordland y las Tierras Desoladas. La guardiana es una poderosa hechicera llamada Kaia Fanmaris.
Descripción[]
Los Eonir que habitan esta peligrosa parte del Laurelorn creen que los ciudadanos del Imperio que comparten el bosque deberían estar agradecidos por su protección. El Protectorado de la Tormenta no puede recibir fácilmente suministros o refuerzos, porque el antiguo camino desde Tor Lithanel está completamente cubierto de maleza.
El Protectorado de la Tormenta se gobierna desde una antigua torre de vigilancia construida por los Altos Elfos, llamada Se-Athil, que se encuentra en lo alto de un acantilado con vistas al Mar de las Garras. La vertiginosa altura de Se-Athil permite a Kaia utilizar magia de adivinación observando los patrones meteorológicos en lugares tan lejanos como la isla de Albión. También vigila los Bosques Hundidos al sur, un refugio para los humanos mutantes. Cuando Morrslieb se alza, el bosque costero se inunda con las mareas altas, dejando atrás pantanos salobres y árboles petrificados que proporcionan un hábitat adecuado para los demonios del pantano.
En la costa norte, en la Roca de Farinar, hay una serie de cuevas en las que sólo se puede entrar con la marea baja. Los Eonir dejan ofrendas a Mathlann en las cuevas. Ocasionalmente, los asaltantes norscanos utilizan las cuevas para esconder su botín en caso de mal tiempo.