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El trasfondo de esta sección o artículo se basa en la campaña de El Fin de los Tiempos, que ha sustituido la línea argumental de La Tormenta del Caos.
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Karl Franz en el Trono Imperial
Los cielos del ártico norte se arremolinaban y nadaban, mirando a aquellos bajo él como óleos de un pintor vertiéndose en un remolino. Para los abundantes ejércitos contemplando las espirales caleidoscópicas, los coloridos espíritus señalaban sólo cambio.
Para el Gran Elegido, sin embargo, hablaban directamente; un par de cabezas de aves que miraban de reojo desde lo alto.
"Y aquí estamos" se burló uno de los dos rostros picudos. La voz del espejismo era el crepitar de llamas consumidoras. "El fecundo poder de Nurgle se agotó a sí mismo, tal como te predijimos que pasaría, derrotado al final por los actos de los hombres mortales".
"Los trillizos consiguieron todo lo que mandé de ellos, y más" evocó Archaón a los demonios en los cielos. "El Imperio de los mentirosos se debilita hasta el punto del colapso. Que los Glottkin fueran desterrados por la mano del emperador del sur importa poco. Es mío y sólo mío, asestar el golpe final".
"¿Es así, pequeño titiritero?" Cacareó la segunda cabeza del demonio, la risa haciendo eco de la amenaza de tormentas de fuego aún por llegar. "Sin embargo, el camino por delante todavía esta... tenso"
"El camino está preparado, Tejedestinos. Mis legiones juradas salen en tal número que incluso para ti sería muy difícil de contar".
Los cielos se arremolinaron, y las cabezas gemelas se miraron por un momento en comunión silenciosa. Si sus picos hubieran podido sonreír, hubieran sonreído.
"Los reinos de los elfos, enanos y hombres miran por su propia defensa" continuó Archaón, con tono desafiante. "Unidos, habrían tenido una oportunidad. Pero se mantienen divididos. Caerán".
"Las razas antiguas han estado lejos de estar inactivas" espetó la primera cabeza. "Han aprovechado el Gran Éter una vez más. Han robado al mismísimo Gran Tzeentch".
"Desesperación" dijo Archaón. "Han jugado sus manos, y se han hallado faltos. El Imperio caerá, y el resto del mundo lo seguirá. No puede haber una variación de la ruina a mano. No esta vez".
"Las tierras arderán" acordó la segunda cabeza, asintiendo sabiamente. "Los dioses morirán. Todo esto hemos visto, Gran Elegido".
"Hará falta algo más que el principito del sur para impedirme mi destino" gruñó Archaón, entrecerrando los ojos.
El profeta brillaba en el cielo, en espiral, y se desvaneció, con sus palabras de despedida siseando a la nada en los vientos árticos.
"No es al hombre mortal lo que debes temer... "
Contendientes | Duelo de Muerte y Peste | Batalla | Bestia Acorralada | Profecías para Archaón
Fuentes[]
- The End Times II - Glottkin.