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Príncipe demoniacus

El cruel demonio trazó un arco con su oscura espada y rebanó a un guerrero mortal de un único golpe con el que le atravesó fácilmente la insignificante armadura de acero. Las dos mitades del humano cayeron al suelo creando un manantial de sangre que se desparramaba libremente en todas direcciones. El demonio rugió ante el placer que le proporcionaba contemplar la sangre resbalando por su remarcados músculos y su grito fue secundado por las miles de criaturas demoníacas que también se regocijaban con la carnicería.

Otro guerrero con armadura pesada apareció ante él. Su rostro se mostraba decidido y blandía una espada pesada a dos manos. La hoja da la espada provocó un corte profundo en el costado del demonio y un líquido viscoso y humeante goteó de la herida hasta caer al suelo. El demonio contempló la herida con desdén durante un momento y luego miró fijamente a los ojos del guerrero mortal, que se tambaleó al sentir un profundo dolor que le atravesaba la cabeza. Los labios de la criatura se retorcieron en una mueca feroz que dejó entrever una hilera de dientes como agujas. Sus ojos brillantes ardían como el fuego y su garganta empezó a vomitar humo al tiempo que extendió una mano oscura en forma de garra. El inmortal príncipe demonio agarró al hombre por el cuello y se lo retorció cruelmente. Tras un crujido agudo, el cuerpo del mortal quedó colgando como un muñeco y fue arrojado al suelo con desprecio. Otros demonios inmateriales más pequeños se lanzaron a toda velocidad sobre el cuerpo del guerrero caído, al que despedazaron con ansia.

Cuando la profunda herida infligida al príncipe demonio se cerró por sí sola, este se impulsó hacia el aire desplegando en su espalda unas enormes alas de piel negra. Con un potente batir de alas, se lanzó sobre los pocos guerreros mortales supervivientes. El cielo rojizo se arremolinó y se deformó y el aire se llenó con los gritos de los mortales mezclados con los rugidos de placer procedentes de gargantas no humanas.

Fuente[]

  • Ejércitos Warhammer: Hordas del Caos (6ª Edición).