
En ciertos aspectos, Parravon recuerda a Gisoreux: la mayor parte del territorio del ducado está cubierto por montañas o bosque. Sin embargo, el bosque de Parravon es la porción noreste del bosque de Loren, un lugar muy diferente al bosque de Arden.
Región[]
Gran parte de la frontera entre Parravon y el reino de las hadas discurre a lo largo del río Grismerie. Sin embargo, cuando el río se desvía hacia el sur, la frontera continúa hacia el norte hasta llegar a las Montañas. Esta frontera está delimitada por una hilera de árboles, cuyas ramas se han ido entrelazando con el paso de los siglos hasta formar un elaborado entramado. Incluso el Enano más urbanita puede darse cuenta de que no es una formación natural. El pueblo de las hadas se mantiene alejado de Parravon, y espera que los parravoneses les devuelvan el favor. Las intrusiones deliberadas se zanjan muy duramente.
Los bretonianos se muestran muy reticentes a talar árboles del bosque de Loren, incluso de las partes que las hadas les han permitido explotar. Hay una sensación generalizada de que todo el bosque está estrechamente conectado a la Dama del Lago, y que por tanto es sagrado. La madera extraída del bosque suele usarse para construir santuarios del Grial, y aun así sólo se utiliza con moderación. Las aldeas situadas dentro del bosque viven de criar piaras de cerdos, de la recolección forestal y de cultivos mínimos. Muchas de ellas están, construidas alrededor de los árboles, sin haberlos despejado antes, y la mayoría tienen plataformas situadas en las ramas para usarlas como refugio en caso de ser atacadas por Orcos.
Gran parte de la población de Parravon vive en el valle de Parravon, una región fértil cobijada en las montañas. Las tierras que la rodean son pastos, pero la parte central, que se extiende hasta el Grismerie, está formada por tierras de cultivo. Las aldeas de esta zona son los típicos asentamientos bretonianos.
Las Montañas Grises se vuelven menos escarpadas y dentadas a su paso por Parravon, por lo que aumenta el número de personas que pueden vivir y sembrar cultivos en ellas. En el norte existen aldeas construidas contra las paredes de sus acantilados, pero al sur de la ciudad de Parravon la tierra es más llana y estéril, de modo que la mayoría de las casas están construidas en terreno nivelado. No obstante, a nadie en las montañas se le ocurriría construir una casa sobre tierra fertil, por lo que en todas las regiones pueden verse hogares erigidos sobre pendientes inclinadas.
Los castillos de Parravon son célebres por sus elevadas torres. En el bosque esto permite a sus centinelas ver por encima de los árboles, aunque en realidad no pueden ver nada que se acerque por el bosque. En las demás zonas se trata más de una preferencia arquitectónica, aunque los caballeros con pegasos como monturas, suelen construir sus establos sobre estas torres. La mayoría de los pegasos agradecen las alturas.
La Gente[]
El pueblo de los bosques de Parravon destaca del resto de la población. Muchos bretonianos ordinarios creen que son medio hadas (lo cual es una tontería), y que poseen algún tipo de sentido extraordinario que les permite percibir los peligros de su entorno (lo cual es cierto). El pueblo de los bosques vive como si pudieran ser castigados con la muerte por rascarse contra un árbol. Incluso los que se marchan intentan no perturbar nada, ni siquiera montones de residuos. Muchos de los que se van lo hacen porque están cansados de sentirse continuamente observados por fuerzas demasiado dispuestas a castigarlos por sus infracciones.
Los demás parravoneses viajan mucho. Durante siglos ha sido costumbre que los niños dejaran su hogar al llegar a la adolescencia y fueran criados por parientes suyos en otra aldea distinta. Después de eso, se trasladan a otra aldea para recibir el entrenamiento adecuado. Cuando se casan, deben instalarse en otro lugar. De esta forma las familias se desperdigan por todo el ducado, pero sus miembros se reúnen en una de las festividades anuales, casi siempre en verano. Los nobles parravoneses poseen costumbres similares, por lo que siempre suelen permitir los viajes con estos propósitos.
Por un lado, esto significa que los parravoneses saben que existe un mundo fuera dé sus aldea, y no tienen miedo a viajar. Por el otro, suelen pensar que ya lo han visto todo, y cualquier cosa que sea cierta en Parravon debe serlo en todo el resto del mundo. La combinación de estas dos actitudes y la disposición de los nobles parravoneses a permitir los viajes han dado lugar a una gran cantidad de aventureros procedentes de este ducado. Si bien muchos de ellos regresan a casa tras su primera aventura cuando descubren que el mundo es demasiado diferente, algunos perseveran.
La política interna del ducado parece ser serena y armoniosa. Sin embargo, el abandono por parte del duque Cassyon de las funciones diplomáticas de su cargo ha provocado un aumento de los resentimientos soterrados. Dos nobles del norte del ducado, sir Liutpol y sir Fredergar, llevan años manteniendo una disputa por el derecho a recaudar un peaje en un lugar concreto del Grismerie. No hay evidencias de que el duque vaya a alcanzar una resolución, y un conflicto entre ambos tendría afectaría gravemente al comercio fluvial (y con ello a todo el ducado).
Las relaciones exteriores son por lo general buenas, pero puede que esta situación no dure. Sir Chloderic, en el lejano sur, tiene puesto el ojo en las montañas del sur de su feudo. Son parte de Imperio, pero no parecen estar firmemente afianzados en posesión de nadie, y sospecha que puede haber filones de metal que explotar. Cuando realice su movimiento, técnicamente estará invadiendo el Imperio, y una vez que éste repare en ello, las repercusiones serán muy graves.
Expresiones de Parravon[]
- "Librar un duelo contra una avalancha”: una actividad completamente inútil.
- "Si no dejas de mirar hacia atrás, jamás llegarás a casa”: La mayoría de las cosas no pueden hacerse de la forma obvia. O bien, mira hacia el futuro en vez de hacia el pasado.
- "Tiene agujeros en los tobillos": puede beber cantidades enormes sin mostrar efectos adversos. La gente que los muestra a veces decide comprobar el estado de dichos agujeros.
Lugares de Interés[]
Heráldica[]
El Duque Cassyon es el soberano de las tierras de Parravon y su familia porta el pegaso rampante en su heráldica. Esto se hace en memoria de Agilgar, primer duque de Parravon y Compañero de Gilles, puesto que él fue el primero en trabar amistad con Glorfinial, señor de todos los pegasos reales.
Fuentes[]
- Warhammer Fantasy JdR: Caballeros del Grial (2ª Ed. Rol), págs. 85-86.
- Ejércitos Warhammer: Bretonia (6ª Edición), pág. 14.