
En las tierras heladas del Norte encontramos a los guerreros más resistentes y aquellos que los lideran a la batalla son los campeones del Caos. Cada uno de ellos es un dechado de habilidades mortíferas y con propósitos letales. Algunos llegan a dirigir naciones enteras, otros persiguen los caminos esotéricos de los arcanos, pero la mayoría se dedican sólo a la carnicería de aquellos que se encuentran a su paso. Estos despiadados asesinos se conocen como Paladines del Caos.
Descripción[]
Un Paladín del Caos se dirige a la guerra enfundado en una armadura de batalla que produce escalofríos con solo mirarla, incluso en los corazones de los veteranos más resentidos. Un sólo Paladín del Caos equivale a una veintena de hombres menores en el campo de batalla. Al igual que todos los Guerreros del Caos, el Paladín del Caos ha tenido una vida llena de adversidades y disputas, y su dureza natural se ha incrementado aún más debido a las recompensas que ha amasado en su conquista por la gloria.
La historia del Caos no es registrada por los seguidores de los Dioses Oscuros. No existen bibliotecas repletas de tomos en los cuales se recuerdan las hazañas de los Paladines del Caos. El Caos no intenta construir ciudades, mejorar la civilización o cultivar el arte. Tan sólo destruye y corrompe todo lo que toca.
Pero sí que conservan algunos relatos de las hazañas de los grandes Paladines del pasado. Los seguidores de cada Paladín le erigen monolitos como señal de respeto. Sobre la superficie del monolito se esculpen las hazañas del Paladín en la tosca escritura del Caos. Éstas servirán de inspiración a los nuevos Paladines cuando intenten superar el poder de los antiguos servidores de los Dioses Oscuros. La historia de estos Paladines del Caos, incompleta y con algunas lagunas en la mente de los pueblos libres del Viejo Mundo, es un catálogo de hazañas malignas que llegan hasta el amanecer de El Imperio y más allá. Sin embargo, muchos han perecido antes de que se supieran sus ambiciones, si tienen éxito, sus dioses apilarán mutación sobre mutación en sus leales sirvientes hasta que sus mentes y cuerpos se rompan.
Solo los guerreros más excepcionales consiguen grabar su nombre en las costumbres del Viejo Mundo. Su infamia brilla cuando capturan la atención de sus inescrutables dioses con sus grandes masacres.
Los Paladines del Caos suelen buscar a otros de mismo tipo para trabarse en un combate singular, especialmente aquellos con dioses protectores rivales, Cuando dos Paladines del Caos se enfrentan, combaten hasta la muerte como si fuesen gladiadores, utilizando toda la fuerza de las armas que tienen a su disposición. Sus anfiteatros son los desiertos y montañas del Viejo Mundo y su publico, los hermanos de la oscuridad a los que adoran.
Cuando hay uno que se proclama vencedor, todo ensangrentado pero triunfante, se hace con un trozo de su contrincante como trofeo y coge a los derrotados seguidores enemigos como suyos. Si realmente ha sobresalido en el duelo, se encontrará con otra recompensas por sus hazañas en forma de mutación o de regalo demoníaco. Los Paladines del Caos más hábiles llevarán trofeos de todos sus duelos, no solo contra sus rivales, sino también contra el guerrero de élite de otra razas y tierras. El fuego reside en su mirada y los hombres se encogerán a su paso. Con cada victoria, el Paladín del Caos crece en su transformación a Señor del Caos, cuando todos los ejércitos bajo su mando y todos los demonios estarán a su alcance.
El Regalo del Guerrero[]
Es habitual que los Dioses otorguen a sus paladines una devastadora colección de armas y armaduras. Sus espadas se convierten en parte de su cuerpo y de sus manos, y su malla de acero se funde en su carne como una segunda piel. Para los espectadores, esto es una señal de enorme favor, ya que el Guerrero del Caos se ha transformado en un auténtico guerrero. Todo su cuerpo ha recibido una indomable fusión de acero y nervio. Vestidos para la guerra, estos guerreros están entre los vástagos del norte más hambrientos de batalla. Sólo el portador de este don conoce el dolor y el aislamiento que entraña tal regalo, y la desesperación de estar atrapado en una cárcel, tan completa de la que solo escapará si muere.
Paladines de los Dioses[]
- Paladín Legendario del Caos.
- Paladín de Khorne.
- Paladín de Slaanesh.
- Paladín de Tzeentch.
- Paladín de Nurgle.
- Paladín del Caos (Profesión).
Ver También:
Miniaturas[]
Imágenes[]
Fuentes[]
- White Dwarf 37, pág. 16.
- Ejércitos Warhammer: Guerreros del Caos (7ª Edición).