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Ottilia por Dave Kendall

"Finalmente, tras un intenso periodo de guerras civiles. La Tierra de Sigmar quedo dividida en dos partes. Por un lado, estaban los Condes que apoyaban las pretensiones de los Emperadores Ottilianos de Talabecland, descendientes directos del linaje de la Emperatriz Ottilia. Por otro lado, aquellos que continuaban eligiendo al Emperador reuniéndose en concilio y que se llamaron a si mismos los Emperadores Elegidos. La división puede remontarse a los tiempos de la Emperatriz Ottilia."

Extracto del Almanaque del Viejo Reikhard. Parte II

Ottilia fue la Gran Duquesa de Talabecland durante la Era de los Tres Emperadores, que siguió a la muerte del Emperador Mandred Mataskavens, se auto-proclamó Emperatriz en 1360, fundando la dinastía de los Emperadores ottilianos.

Historia[]

Tras la muerte del Emperador Mandred Mataskavens a manos de un asesino Skaven en 1152, los Condes Electores no pudieron elegir un sucesor a la corona, las rivalidades personales y ambiciones les enfrentaron.

En 1359, tras años de deliberaciones, el Gran Duque de Stirland es elegido nuevo Emperador y coronado en Nuln, un antiguo enemigo de Talabecland. Meses después Ottilia, la Gran Duquesa de Talabecland, creyó que le correspondía a ella por derecho gobernar en el Imperio, ya que creía que el Gran Duque de Stirland era a todas luces un peón del culto sigmarita, la gran duquesa Ottilia de Talabecland decidió que era la gota que colmaba el vaso y, tras consultarlo con el culto de Taal, se dispuso a tomar medidas, por lo que se autoproclamó Emperatriz no electa en 1360, siendo la segundo Emperador, iniciándose la Era de los Dos Emperadores (Los descendientes de Ottilia y los Emperadores Electos). De esta forma Talabecland se escindió del Imperio.

En Middenheim, el culto de Ulric también había aguantado suficiente. Hacía tiempo que los grandes duques de aquella ciudad recelaban de la influencia ejercida por el culto sobre el populacho, y habían estado intentando obligar al culto de Ulric a reorganizarse. Más aún, el culto de Sigmar controlaba prácticamente todo el proceso de elección de nuevos Emperadores, algo que los ulricanos no podían tolerar.

Cuando el Gran Conde de Stirland fue nombrado emperador, Ottilia se reunió en Talabheim con el Gran Sacerdote de Ulric y afirmando tener pruebas que demostraba que la religión de Sigmar había sido fundada sobre un error. El sumo sacerdote aceptó gustoso su invitación a trasladar la sede de su culto a Talabheim Ottilia recibió con los brazos abiertos al Ar-Ulric en el Ojo del Bosque. la Gran Duquesa decía que durante todos esos años, la visión del viejo ermitaño había sido mal interpretada. Sigmar no había sido deificado, tal y como se creía, sino que su presencia junto a los dioses tan sólo indicaba que su reino había sido bendecido por Ulric.

Tras ver las falsas pruebas aportadas por la gran duquesa, siendo una interpretación que encajaba perfectamente con las ambiciones políticas del Ar-Ulric, este apoyo a Ottilia, declarando inmediatamente herejes a todos los adoradores de Sigmar. Ottilia prohibió al culo predicar en Talabecland; sus templos fueron desacralizados y sus clérigos fueron perseguidos por los Cazadores de Brujas.

De aquí en adelante las guerras privadas del Imperio adquirieron un cariz religioso: las Provincias sigmaritas se enfrentaron a las ulticanas en la lucha de ambos tronos por el poder, aunque hubo casos de provincias que se aliaban a sus enemigos manifiestos para obtener beneficios a corto plazo.

Las demás grandes provincias contemplaron estupefactas cómo Talabecland se declaraba independiente del Imperio y Ottilia se autoproclamaba Emperatriz sin ninguna votación, siendo coronada por el Ar-Ulric del mismo modo que lo fuera Sigmar en el pasado. Su asombro aún fue mayor cuando Ottilia envió un ejército desde su inexpugnable bastión de Talabheim, el cual, aun en inferioridad numérica, logró aniquilar en la Batalla del Río Talabec a las tropas que el Emperador stirlandés había enviado al norte para sofocar la rebelión.

Habiendo dejado clara su postura, se retiró a la inconquistable Talabheim mientras la guerra la rodeaba por todos los flancos. Aunque sucesivos Emperadores lo intentaron, ninguno pudo atravesar las paredes del cráter del Taalbaston, y Talabheim logró resistir.

Ottilia y y el Conde Elector de Stirland fueron eternos rivales, por lo que la Corte de Talabheim fue el refugio natural para los enemigos del Conde Elector de Stirland.

Mientras tanto, el Emperador elegido que tenía su corte en Nuln, intentó entrar en guerra con la "demonia blasfemadora" en Talabheim y empezaron las hostilidades entre las dos provincias. Pero el Mismo Emperador era atacado desde Middenland y los años de guerra civil dañaron seriamente los ejércitos del Imperio, el resultado fue un estatus quo que duro alrededor de 200 años. Durante ese tiempo, Ottilia le había legado "su corona" a sus descendientes conocidos como Otilianos, los cuales recibían el apoyo de diversos Condes Electores descontentos con el Emperador, mientras que los "verdaderos" emperadores seguían siendo designados por elecciones. Los Emperadores Ottilianos gobernaron en Talabecland hasta que Magnus de Nuln logró reunirlos por fin en el Imperio en el año 2304.

En la plaza del mercado de Talabheim, aun se alza, antigua y desgastada, una estatua de la Emperatriz Ottilia y de su consorte, el dios fluvial Taal: al que la gente de la ciudad venera incluso por encima de Sigmar.

Fuentes[]