Oso

"La enorme criatura me olió, puso una pata en mi hombro y me golpeó el pecho de una manera amistosa. Lo miré a los ojos, apenas a unos pocos centímetros de los míos, y vi los ojos de un hombre, no el de una bestia. Tal vez es cierto que los valientes hijos de Ursun regresan a la vida como osos. O tal vez nosotros, los hombres, estamos más cerca de la meras bestias de lo que creemos."

—Hermano Begel, "Mis viajes en Kislev"

Aunque son venerados en el norte por los kislevitas, los Osos comunes son una molestia mortal para aquellos que frecuentan las tierras salvajes del Imperio.

Descripción[]

"Los osos que hay alrededor de Karak Kadrin son algunas de las bestias más malas y desagradables con las que te encontrarás en todo el mundo. Tiene mucho sentido que los Matadores neófitos, que acaban de prestar juramento a Grimnir, cacen a los osos con sus manos desnudas."

—Wilhelm Krieger, comerciante

Los osos son una visión común en las regiones boscosas y montañosas del Viejo Mundo. Enormes y peligrosas bestias, estos poderosos animales superan los tres metros de altura y su color varía desde marrón a negro pasando por el blanco más puro, por lo que sus pieles son apreciadas por todas las razas. Los osos son criaturas omnívoras, por lo que su dieta es bastante diversa, aunque alimentos como la miel, el pescado, las bayas y los aventureros incautos son algunas de sus comidas favoritas.

Osos en Kislev[]

"El oso y yo somos uno. El oso y Kislev son uno. Enfrentarse a mi es luchar contra la propia tierra, contra toda su gente, y contra el propio Padre Oso."

—Zar Boris Ursun, en la batalla del Río Negro

Los osos son especialmente venerados en el norte por los habitantes del reino de Kislev, donde no hay criatura más importante. Son percibidos como personificaciones vivientes del poder y la fuerza de la tierra, y de los esfuerzos que todo kislevita debe aguantar, además de considerarse como el animal sagrado del dios Ursun, el Padre de los Osos. Su imagen es algo más que una figura de guerra para los ejércitos y los orgullosos ciudadanos, y el símbolo del reino, pues es un Dios, y un rey.

El oso comparte su vida con la gente del oblast y comparte sus luchas. Cuando los inviernos son duros, pasa hambre igual que ellos. Cuando regresa la primavera, llevan a sus jóvenes al río para que jueguen al igual que ellos. Durante el verano, entrena a los jóvenes para cazar, y cazan al igual que cualquier hombre. La única diferencia es que el oso caza a los hombres, y los hombres cazan al oso. A pesar de esto, el oso no es visto como un enemigo sino como un justo competidor. Es cierto que hay que tener cuidado con los osos, y enfrentarse a ellos para que regresen a sus propios dominios en caso de que salga del bosque o de sus cuevas, pero, igualmente, el oso luchará para proteger su hogar, y por ello también se cuidará del fusil, de la espada y del arco.

Especies[]

Los kislevitas reconocen tres tipos diferentes de oso.

Oso Común[]

El oso común o del sur es la misma especie que vaga por las tierras del norte del Imperio. Estas grandes bestias marrones son las menos peligrosas, a pesar de llegar a medir más de dos metros cuando se alzan sobre sus patas traseras.

Oso Cavernario[]

Los Osos Cavernarios, o de las montañas, son más grandes, fuertes, y con el pelaje de un color gris moteado. A diferencia de sus primos de los bosques, los osos cavernarios son estrictamente carnívoros, y son mucho más territoriales y dados a la violencia. Hay muchos proverbios acerca del mal carácter o de la furia destructiva de un oso cavernario.

Oso de los Hielos[]

Por último, en el extremo norte viven los enormes osos de los hielos. Estas criaturas utilizan su blanca piel para cazar de forma invisible en la tundra. Con frecuencia son devoradores de hombres y pueden oler a dicha presa a kilómetros de distancia. Para cazar y matar a un oso de los hielo es una hazaña digna de muchas canciones; y domar a uno, como lo hizo Boris Ursus, es una hazaña legendaria.