
- Saber: Vida.
- Colegio: El Colegio Jade.
- Viento de la magia: Ghyran.
La Orden de Jade, también denominada Orden de la Vida, concentra a los magísteres que estudian el Saber de la Vida, estimulados por el viento verde de la magia, Ghyran. El Ghyran es el viento verde de la magia, el impulso del Aethyr hacia el crecimiento y la necesidad de nutrir y ser nutrido. El Ghyran nutre, es fertilidad, y es el eco y reflejo de la vida en el Aethyr. Los hechiceros Jade dominan la naturaleza y pueden formular hechizos que hagan florecer repentinamente de la tierra zarzas llenas de espinas, materialicen bosques o invoquen poderosos vientos que arrojan, de repente, sobre sus enemigos. Un hechicero de Jade puede hacer llover en un día despejado o hacer volar pesadas rocas por el aire.
La energía mágica del Ghyran se precipita como la lluvia sobre la tierra mundana, donde aquellos que poseen Visión Bruja pueden verlo formando estanques y remolinos. Estos estanques y arroyos de chispeante magia verde forman gradualmente ríos inmateriales que fluyen por la tierra de un modo similar al agua, aunque libre de las leyes mortales. Cuando los vientos de la magia soplan con fuerza, se dice que las calles quedan empapadas por el poder de la magia que fluye como arroyos, aunque el hombre común no vea ni sospeche nada. El Ghyran fluye por la tierra como una gran marca que permea el suelo o desemboca en los ríos, canales, lagos y manantiales del mundo mortal.
Sea por la razón que sea, su energía está vinculada especialmente al agua y satura la tierra con su poder revitalizador; por esta razón, el poder del Ghyran está sumamente concentrado en ríos, lagos y manantiales, y por tanto está dentro de las plantas y de otros seres vivos. El Ghyran es absorbido junto al agua por las raíces de las plantas con las que entra en contacto, alimentando a todos los seres vivos, fomentando y alimentándose por igual del crecimiento. Si los vientos soplan especialmente fuertes, las calles de todas las ciudades se inundan del caudal de Ghyran, que discurre por entre adoquines y losas en busca de materia orgánica, como un arroyo inmaterial que el hombre común jamás ve ni percibe.
Visión General[]

Los hechiceros Jade son, de todos los hechiceros, los que más se identifican con la naturaleza y los que más difícilmente pueden ser vistos dentro de las ciudades. Aman a la madre tierra y a los seres vivos, ya que sus estudios versan sobre su armonía y el equilibrio entre todas las formas de vida. Debido a que están tan íntimamente ligados al poder de la naturaleza, sus propios poderes tienden a sufrir altibajos durante las estaciones; por lo que son vigorosos en primavera y más poderosos aún en verano, pero se debilitan durante el otoño y alcanzan su grado más débil durante el invierno.
La taumaturgia agrológica, traducida de forma aproximada como “magia del suelo", fue el limitado y mordaz término que se dio al saber de la Orden de Jade en los Artículos de la Magia Imperial. Hay que tener en cuenta que para cuando se escribieron los Artículos, los efectos y preferencias de los vientos individuales de la magia adoptada por los Colegios de la Magia no se habían manifestado completamente, por lo que la distinción de las artes a veces se perdía en los nombres que se les asignaban. La magia jade, o druidismo, versa sobre la agricultura, la flora y el curso y estaciones de la fertilidad en el campo y en todas las criaturas vivas naturales (incluidos los humanos). También podría denominarse magia de agua o magia de tierra.
Magia Jade[]
La magia jade, la hechicería del Saber de la Vida, contiene hechizos dedicados al cambio de las estaciones, la agricultura, la fertilidad, el crecimiento, el suelo, la tierra y el agua. Estos hechizos beben del viento verde de la magia, el Ghyran, que ha inspirado a muchos hechiceros vulgares y pueriles en el pasado, incluidos los afamados elementalistas (del agua y de la tierra), y por supuesto al druidismo. Todos estos torpes tanteos al poder del Ghyran han sido perfeccionados y manifestados en el saber de la Vida, tal y como lo enseña el Colegio jade.

Se dice que los magísteres del Ghyran (o druidas, como se les suele llamar), son los más sensibles a los ciclos vitales naturales del campo, y por eso pasan muy poco tiempo dentro de los confines de las grandes ciudades del Imperio. Su habilidad y apego por las fuerzas de la naturaleza y los seres vivos es tal, que los magísteres del Ghyran suelen ser requeridos para eliminar plagas en los cultivos o para fertilizar un suelo estéril. Pueden hacer que una tierra muerta permita ser cultivada, erradicar plagas, estimular la fertilidad en humanos y bestias y hasta se rumorea que pueden provocar crecimientos salvajes e imparables en bestias y plantas si lo desean. Pero estos magísteres también poseen la habilidad de controlar las flores, el agua y la misma tierra que hay bajo sus pies. En combate, los magísteres de jade pueden convocar vaporosos géiseres sobre las filas enemigas, e incluso hacer que la tierra se abra bajo ellas.
Los druidas de la Orden de la Vida aprenden a vivir en armonía con la naturaleza, a cultivarla de manera sostenible que sea tan beneficiosa para la tierra como para aquellos que viven de ella. Como estos magísteres están tan estrechamente ligados a su mundo, su propia fuerza mágica tiende a crecer y menguar al paso de las estaciones, haciéndose más vigorosa en primavera, alcanzando su máximo poder en verano, decreciendo en otoño y debilitándose al máximo en invierno (aunque también se dice que sus poderes florecen con climas lluviosos).
Símbolo[]

El poder del Colegio Jade desciende en espiral con el Viento de Ghyran, y está representado por la Espiral de la Vida. Esta runa personifica el ciclo interminable de la vida en todas sus formas, y puede encontrarse una y otra vez en las tradiciones y las vestimentas de los magos jade, desde sus hoces retorcidas a las coronas de ramas, hasta los ciclópeos círculos en los que escenifican sus rituales a la luz de la luna durante los equinoccios y los solsticios.
Para los hechiceros jade, la Espiral de la Vida también sirve como recordatorio del cambio constante de la realidad. Del mismo modo que las estaciones cambian del verano al invierno una y otra vez, o como los seres vivos mueren para dar pie a nueva vida a partir de sus cuerpos en descomposición, así actúa el ciclo de cumbres y cenit que dicta todos los aspectos de la existencia. Tanto es así que los magos jade son los que se ven menos afectados por las tormentas de magia. Por cada tormenta que se desata, siempre hay un periodo de relativa tranquilidad. Así, para los hechiceros jade, la tormenta de magia apenas es otro aspecto (extremadamente impredecible) del ciclo infinito que gobierna el mundo.
Además de la Espiral de la Vida, estos hechiceros también muestran símbolos como el Trisquel, el Roble, la Hoja de Roble y el Ramillete de Muérdago. Además, el color de sus túnicas es el verde y suelen ir descalzos para poder sentir el Viento de Ghyran bajo sus pies. Otro emblema es la Hoz, y cada hechicero lleva una, grande o pequeña, que es el símbolo de la sabiduría entre los suyos.
Druidismo, el Saber de la Vida[]

“Druida” es el nombre tradicional que se daba a aquellos extraños hombres y mujeres de mitos y leyendas, de quienes se decía que eran los primeros santos de la humanidad. Algunas de las historias populares más antiguas de las zonas rurales del Imperio cuentan que los dioses ancestrales Taal y Ulric adoptaron bajo su tutela a las tribus del hombre, y los humanos del Viejo Mundo veneraban a los espíritus de la tierra y la naturaleza bajo la forma de la “Gran Madre". Pero no se trataba de una religión como los cultos de Ulric o Sigmar; más bien era un profundo respeto por la Madre como una entidad abstracta (y no una deidad soberana) que representaba las fuerzas naturales del mundo.
No está del todo claro si esto representa una antigua comprensión de lo divino, practicada por los más viejos antepasados del Imperio, o si es simplemente una forma distinta de adorar a los dioses que se ha desarrollado con el paso de los milenios. Lo que está claro es que los druidas de antaño eran los guardianes de la tradición y las estaciones, y custodiaban la santidad de la naturaleza. Se decía que los druidas celebraban todos los rituales tribales en arboledas sagradas o, más frecuentemente, entre grandes círculos de piedras erigidas supuestamente por ellos.
Si bien es posible que aquellos druidas originales no fueran más que una leyenda, desde luego no eligieron todos los grandes hitos mágicos y círculos de piedra que hay dispersos por todo el Viejo Mundo, ya que estas Fueron obra de los más antiguos Ancestrales y los elfos, y con ellas canalizaron la magia para extraerla del Viejo Mundo y redirigirla al Gran Vortice de Ulthuan. Sea como sea, parece probable que los humanos sensibles a la magia pudieran haber percibido las inmensas cantidades de energía que recorría aquellas piedras, y que las hubieran tomado como puntos de concentración de las energías naturales de la tierra (en un sentido acertado pero aun así lejos de la verdad).

Cuando Teclis reunió a todos los hechiceros vulgares y pueriles que pudo encontrar en todo el Imperio, también halló restos dispersos y filosóficamente degenerados de la tradición druídica, que había sobrevivido en las zonas más rurales del Imperio a incontables siglos de persecuciones y a la aparición de religiones nuevas y más activas. De aquellos pocos, no todos acudieron voluntariamente, pero una vez Teclis les hubo mostrado la energía pura del Ghyran, los que poseían sensibilidad a la magia y una conexión auténtica con las estaciones y la naturaleza, percibieron que la pureza que Teclis les ofrecía era el camino definitivo para su vocación. Dos tercios de todos aquellos a los que acudió Teclis decidieron acompañarle.
Cien años después de la fundación de los Colegios de la Magia, se produjeron avistamientos de druidas en diversas zonas rurales de todo el Imperio. Pero aunque parecían encajar con la descripción de los legendarios druidas de antaño, estos nuevos druidas pertenecían a la Orden de la Vida, y eran magísteres del viento verde de la magia. Y existen rumores de que en la isla brumosa de Albión se practica una forma de druidismo mucho más antigua.
Los magísteres druidas del Ghyran se congregan en antiguas arboledas, en círculos de piedra y en las intersecciones de las líneas ley, propugnando el flujo libre de las energías que las recorren, estimulando el poder nutriente del Ghyran en zonas contaminadas por la magia oscura, y combatiendo las plagas y hambrunas que el Señor de la Descomposición inflige al Imperio.
Obligaciones y Contratos[]

Los magísteres druidas de la Orden de la Vida no ofrecen sus servicios de la misma forma que los demás colegios. No sólo les traen sin cuidado estos contratos, sino que tampoco están en posición de conseguirlos. Aunque tienen un edificio de su colegio en Altdorf, los magísteres druidas de la Orden de la Vida prefieren vivir y llevar sus asuntos desde regiones silvestres y no poseen un centro identificable en el que se puedan negociar contratos. Por fortuna, el edificio del colegio de la Orden de Jade es en gran parte autosuficiente, y está construido en las intersecciones de líneas ley en las que el Ghyran es particularmente intenso, de modo que los magísteres no necesitan gastar mucho dinero para mantenerlo.
La financiación que reciben de Karl Franz (tanto en calidad de Emperador como por su papel más estatal de príncipe de Altdorf) basta para cubrir los gastos de mantenimiento de los guardias y de la muralla exterior. El principal deber oficial de los magísteres druidas del Colegio Jade consiste en asegurarse de que las tierras de cultivo del Imperio siguen siendo fructíferas y productivas. Tarea muy imponente, teniendo en mente la cantidad de plagas naturales y sobrenaturales que afectan al Imperio, sobre todo en el norte. En todo el Viejo Mundo hay vastas extensiones de tierra contaminada con restos de polvo de piedra de disformidad, que a largo plazo puede tener actos perjudiciales sobre el paisaje. Los magísteres druidas se encargan de que las presiones naturales y aethiricas sobre la naturaleza mantengan un equilibrio constructivo.

El principal deber no oficial de los magísteres druidas del Ghyran (aunque ligado a sus demás obligaciones) consiste en proteger las líneas ley que atraviesan el territorio imperial, así como los círculos de piedra en los que se encuentran, y asegurarse de que sus energías fluyen limpias y veloces. Como parte de esta tarea, en cada estación los magísteres druidas celebran diversos rituales en los grandes círculos de piedra de Eyvbaya, Muttersfeld, Fruchtbarfelsen y en numerosos círculos de piedra menores de todo el Imperio, para mantener vibrante la energía que recorre las líneas ley. Pero estos rituales también cumplen un propósito doble, pues extraen de las líneas ley los elementos controlables del Ghyran, y permiten que se dispersen por el territorio circundante de forma que estimule un crecimiento sano y abundante de las plantas.
En tiempos de guerra, se establece contacto con el edificio del colegio de Altdorf, y los pocos hechiceros jade que permanecen allí de forma regular responderán a la llamada. Si hubiera pocos magísteres del Ghyran en el colegio para satisfacer las necesidades de esta llamada, los presentes enviarán familiares mágicos a otros miembros de su orden, e incluso dejarán marcas secretas sobre los hitos mágicos que encuentren en su camino mientras marchan al frente, todo lo cual atraerá más ayuda para la campaña. Normalmente, el deber de los hechiceros jade en el ejército consiste en asegurar la buena salud de los soldados y ocuparse de que la tierra les proporcione todo lo que necesiten (después de todo, un ejército no avanza sin el estómago lleno). Sin embargo, también se dice que los magísteres druidas pueden "obtener" información sobre los movimientos del enemigo escuchando a los canales y bosques del Imperio.
Hechiceros Jade[]

Los hechiceros jade visten túnicas y ropas tejidas con algodón y lana, y tintadas con multitud de tonalidades de verde. Su indumentaria suele decorarse con los símbolos de su orden (la espiral, el trisquel, la hoja de roble, etc), y a menudo van descalzos, para poder sentir las energías del Ghyran bajo ellos mientras caminan. Cada uno de ellos porta una hoz (grande o pequeña), que los identifica como magísteres plenos de su orden. También suelen entrelazar maíz, flores y demás vegetales y plantas en sus ropas y su pelo, con lo que parecen estar a punto de participar en una fiesta de cosecha. A veces llevan báculos hechos de madera viva extraída de avellanos, robles, tejos o cualquier otro árbol que el magíster considere especial y sagrado.
Según dicen, a los grandes magísteres de esta orden les crecen verduras del pelo.
Mentalidad[]

Los magísteres del Ghyran poseen la mayor afinidad con la naturaleza de todas las Órdenes de la Magia y no es mucho más probable encontrar a uno de ellos viviendo en una ciudad que a los magísteres chamánicos del Ghur. Adoran la naturaleza y los seres vivos, y especialmente la lluvia. Como se vinculan tan estrechamente al devenir del mundo natural, los poderes de los magísteres druidas tienden a crecer y decrecer con las estaciones.
Los druidas de la Orden de la Vida siempre son robustos y saludables, están llenos de energía y tienen un sentido del humor sorprendente, muy distinto a la imagen y reputación severa que suelen tener los magísteres. Están interesados en todas las formas de agricultura y son expertos en todo cultivo posible de modo sostenible. Se toman muy en serio su responsabilidad con la naturaleza, y se enfrentan con un odio supremo a los seguidores de Nurgle, que sólo traen corrupción y descomposición. También aborrecen toda clase de nigromancia y magia oscura, pues se oponen a la vida. Los magísteres druidas desconfían de los magísteres del Shyish, a quienes sólo preocupan los finales.
Entre las Órdenes de la Magia, normalmente hay tantas mujeres como hombres (incluso puede que más), pero, tal vez cabe esperarse de una orden que ha decidido vivir en comunidades pequeñas por su cuenta. Es frecuente que los hombres y mujeres de la Orden de Jade tengan niños juntos, a quienes siempre crían dentro de la orden como ellos mismos.
Aprendices[]

La mayoría de los aprendices del Colegio Jade descienden de hechiceros jade, dando lugar así a una especie de casta druídica aislada. Sin embargo, los hechiceros vulgares con una afinidad especial por la magia del crecimiento y la fertilidad también atraerán a la Orden de la Vida. Como al Colegio jade no le interesa el dinero, no les preocupa que los aprendices no puedan pagarles demasiado. La tierra les proporciona todo lo que necesitan, y el dinero no les sirve de gran cosa. No obstante, los iniciados son vinculados a la orden mediante juramentos que implican magia salvaje y derramamiento de sangre bajo la luz de la luna del Caos, por lo que sólo se acepta en la Orden de la Vida a quienes desean comprometerse realmente.
La enseñanza del Saber de la Vida se ve afectada por el flujo estacional del Ghyran. Desde la primera luna nueva posterior al equinoccio de otoño, hasta Mondstille (“plenitud mundial", el solsticio de invierno), los estudios de los aprendices del Ghyran se concentran más en la teoría y el saber de su orden, porque el poder del Ghyran es relativamente débil en esta época.
La orden es más activa durante la primera fase de luna llena de Mannslieb después de Mitterfruhl (“primeros brotes” el equinoccio de la primavera), y continúa durante dos ciclos lunares. Este es el periodo de mayor actividad de la Orden, y los aprendices se entregan a un frenético estudio, día y noche, durante el cual aprenden los hechizos por tradición oral de la orden y mediante la práctica. Al final de esta sesión, todas las comunidades druídicas de la orden celebran grandes festejos en determinadas arboledas o círculos de piedra.

Durante esta celebración, los aprendices que han adquirido experiencia suficiente para ser aceptados como aprendices superiores reciben una hoz de cobre (de plata pura para los que se convierten en hechiceros adeptos) como símbolo de su posición. Esto se hace siempre de improviso, y ninguno de los aprendices sabe quién recibirá una hoz y quién no. No hay examen alguno: los druidas de mayor categoría de la comunidad se reúnen para discutir qué candidatos están listos. Durante la noche, mientras los candidatos llevan a cabo cánticos y danzas parcialmente ritualizadas, aparece de repente un maestro vestido como el Hombre Verde o la Madre Tierra, y entrega una hoz a cada aprendiz consumado.
Al final del festejo, los diversos estudiantes se marchan para practicar su magia y viajar durante todo el verano. Aquellos que desean convertirse en magísteres plenos de la orden deben viajar a Altdorf en Sonnstill (“plenitud solar", el solsticio de verano), donde serán puestos a prueba por los grandes magísteres (o altos druidas) congregados allí para su reunión anual. Los que superan las rigurosas (y a menudo peligrosas) pruebas de los altos druidas reciben una hoz de oro, y son aceptados como magísteres plenos de la orden.
En verano e invierno, solo un puñado de magísteres residen en el colegio. En verano la mayoría de los magísteres del Ghyran están prestando servicio en el ejército del Imperio, o practicando sus artes en plena naturaleza. La ciudad carece de atractivo para ellos.
Visión del Público[]

De todas las Órdenes de la Magia, la Orden de Jade es tal vez la mejor acogida. Esto no quiere decir que la gente no tema sus prácticas (que lo hacen), pero cuando aparece un hechicero jade en una zona rural, es bastante probable que los cultivos sean abundantes, que el ganado produzca, y que las mujeres de la aldea conciban o tengan partos fáciles. Por estas razones, los magísteres del Ghyran son, cuando menos, respetados.
Aparte de su desconfianza y desprecio normal hacia todos los magísteres, los habitantes de las grandes ciudades y pueblos suelen tachar a estos magísteres de atrasados, posiblemente incluso de locos, por la forma en que se visten y se comportan. Como no es probable que se vean demasiados magísteres del Ghyran en las ciudades del Imperio (a excepción de Altdorf), esto apenas supone un problema.
Recinto y Edificios del Colegio[]
- Ver artículo: Colegio Jade.
Personalidades[]
Fuentes[]
- Warhammer Fantasy JdR: Reinos de la Magia (2ª Ed. Rol). Pag 98-101.
- Ejércitos Warhammer: El Imperio (6ª Edición).