Actuales adoradores de Nuffle
Nuffle es la deidad patrona del Blood Bowl, y el dios de los antiguos Amoricanos, un antiguo pueblo de guerreros que actualmente está desaparecido, y con ellos, el culto a Nuffle tambien estuvo desaparecido durante siglos, y sus templo y santuarios fueron abandonados a los elementos. No fue hasta hace unos cuantos años cuando se redescubrió la religión dedicada a Nuffle, y el ritual de los Amoricanos que derivaría en el popular Blood Bowl, que ayudaría a recuperar, popularizar y extender el culto a Nuffle entre todas las razas del mundo, aunque adaptada a los nuevos tiempos.
Desde su redescubrimiento, varias sectas de sacerdotes y sacerdotisas de Nuffle han trabajado incansablemente para recuperar más información sobre este misterioso dios, pero la información es tan excasa (y contradictoria) que puede que nunca se llegue a recuperar la verdadera imagen de esta religión. Por supuesto, la mayoría de los aficionados están contentos con simplemente alabar a Nuffle cuando su equipo va bien, y maldecirlo (¿o maldecirla?) cuando las cosas no van como les gustaría.
Culto[]
Con las posteriores investigaciones y estudios a su descubrimiento, se ha podido más o menos reconstruir como estaba organizada esta antigua religión entre los desaparecido Amoricanos.
Originalmente, el culto de estaba dividido en diversas sectas fieles, y los sumos sacerdotes de cada una de ellas, denominados entrenadores, conducían a sus guerreros a grandes llanuras donde participaban un ritual de enorme importancia religiosa, en las que participaban en un juego donde dos grupos de sectarios, también denominadas equipos, intentaban machacarse los unos a los otros. Cada equipo podían estar formados por numeroos individuosm pero como el número sagrado de Nuffle era el once, solo podía haber once guerreros de cada una de las dos sectas a la vez sobre el campo de batalla. Los guerreros podían entrar y salir del campo de batalla como y cuando quisieran, siempre y cuando no excedieran el número sagrado.
Los campos de batalla donde se llevaban a cabo esto rituales son terrenos rectangulares en el interior de un terreno cóncavo. La superficie de este terreno estaba delimitada y cruzada por extraños símbolos y líneas, y cada equipo controlaba un extremo del campo. El objetivo del ritual era anotar más punto llevando una vesícula de cerdo inflada hasta más allá de la linea del otro extremo del campo durante un periodo de tiempo preestablecido, y cuando terminaba la batalla, la secta que hubiese anotado más puntos era declarada la vencedora.
Aparentemente, no era obligatorio golpear a los guerreros adversarios, pero parece ser que los sacerdotes animaban a sus guerreros a hacerlo tanto como pudiesen. La condición era no emplear ningún arma para ello, si no su propio cuerpo, pues Nuffle decía que el propio cuerpo es un arma por lo que, aunque estaba permitido llevar armaduras, todas las armas estaban prohibidas dentro del campo de batalla.
Fuentes[]
- Blood Bowl 1st Ed. English
- Manual del Blood Bowl