Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Legalmente, la potestad de Nordland se extiende desde la frontera oriental con Ostland hasta el margen de las Tierras Desoladas, y al norte desde la Gran Carretera del Norte hasta las orillas del Mar de las Garras. Con el paso de los milenios los Condes Electores de Nordland han acumulado una impresionante colección de títulos y reivindicaciones; si todas llegasen a tener vigencia se convertirían en dueños de la mayor parte del norte del Imperio. Sin embargo, a la realidad se le da bien frustrar las ambiciones más grandiosas, y la autoridad de los Condes apenas si abarca la mitad de los territorios que reclaman.

La Región

Nordland está cubierta por dos grandes bosques que obligan a los humanos a vivir en focos de población practicados en la espesura o junto a la árida costa. La sección oriental incluye los confines del Bosque de las Sombras, que domina Ostland. Se extiende hasta la carretera de Erengrado a Middenheim, la cruza al norte de Becckerhoven y termina en las orillas del río Salz. El Bosque de las Sombras posee una oscura y temible reputación en Ostland, y esta fama se ha transmitido a los habitantes de Nordland. Se conoce la existencia de arañas gigantes que acechan en las profundidades del bosque, y desde que comenzó la guerra se han visto cada vez más hombres bestia y cosas aún peores en el lugar. Los grupos de leñadores ya nunca se internan demasiado en el bosque, a no ser que vayan acompañados de soldados armados. El aumento del peligro ha provocado una reducción de la tala de madera, lo cual a su vez ha mermado la economía local y ha generado rumores de que el Conde no está cumpliendo con su trabajo.

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Al oeste de Salzenmund y sus Colinas Plateadas se halla el bosque de Laurelorn, que se extiende hacia el oeste hasta la frontera con las Tierras Desoladas. Aunque técnicamente forma parte de los dominios del Conde, en realidad Laurelorn es un reino totalmente independiente. Sus soberanos son los herméticos Elfos Silvanos de Laurelorn, descendientes de los altos elfos que decidieron no abandonar el Viejo Mundo al final de la Guerra contra los Enanos. Por un acuerdo con los Condes Electores de Nordland, los elfos permitieron a los imperiales que colonizaran la región entre los ríos Sale y Demst, que desemboca en el Mar de las Garras por Hargendorf. No obstante, este acuerdo limitaba estrictamente su cantidad, por lo que los elfos deben aprobar la creación de nuevos asentamientos. Y no se han mostrado dispuestos a consentirlos, por lo que han aplicado numerosas restricciones a lo que los asentamientos pueden extraer del bosque. A los humanos les soliviantan estas restricciones, y los nobles han presionado al Gran Barón Gausser para que exija una renegociación. Tan impacientes como siempre, los humanos han construido asentamientos ilegales en la zona, y los elfos han amenazado con eliminarlos por la fuerza si fuera necesario. Algunos observadores temen que se produzca un enfrentamiento entre los caballeros dcl Conde Elector y los guerreros del Laurelorn, pero la guerra ha contenido la mano de Salzenmund hasta ahora. Sin embargo, existe el temor de que los elfos aprovechen esta oportunidad para hacer valer sus derechos.

Más allá del Demst se encuentra el corazón del Laurelorn, un lugar que los nordlandeses llaman "el bosque de la bruja" debido al miedo supersticioso que sienten hacia la reina elfa. Los imperiales tienen prohibido el paso bajo pena de muerte; hasta los Condes Imperiales de Nordland están sometidos a esta prohibición. Se desconoce lo que hay en el bosque de la bruja. Algunos especulan que los Elfos no tienen capital y que llevan una vida nómada bajo los árboles. Por otro lado, los libros antiguos mencionan una anónima ciudad de cristal en lo más profundo del bosque, un lugar que brilla con luz propia. Sea cual sea la verdad, lo cierto es que ni las criaturas del Caos ni los pieles verdes duran mucho una vez entran en el Laurelorn, pues los elfos defienden ferozmente su hogar contra todo contendiente.

La costa de Nordland es un lugar desolado en el que un pueblo endurecido malvive del mar. Toda la costa se cubre con frecuencia de una espesa niebla y sufre violentas tormentas en otoño e invierno. Esto hace que la costa de Nordland sea un duro hogar para la flota imperial, pero desde que Marienburgo se separó del Imperio la marina no ha tenido más remedio que establecer aquí su base. El principal fondeadero de la flota es el creciente pueblo de Dieterhafen, que utiliza el amplio suministro de madera de la provincia en un floreciente programa de construcción de navíos.

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Desde el asentamiento más occidental de Hargendorf hacia el este hasta Neues Emskrank, la orilla está compuesta por tierras bajas y arenosas interrumpidas aquí y allá por turberas y cenagales. Al oeste, hacia Norden, la costa se vuelve más rocosa y se cubre de guijarros hasta dar paso a las colinas costeras de Ostland. Aquí, en la bahía de Drosselspule, los pescadores recogen cantidades enormes de arenques y bacalaos, salan la mayor parte y la exportan al sur. Por las castas de Nordland todavía abundan los provocadores de naufragios, ya que algunas personas complementan sus exiguos ingresos con lo que capturan de los barcos a los que conducen a la muerte. Esto ha provocado algún que otro conflicto con las autoridades de Marienburgo, cuyo sustento depende del libre flujo del comercio.

Mapa

Lista de Condes Electores de Nordland

Nombre cronología notes
Einrich Moltke poco claro, alrededor del 1244 CI Derrotó a Dieter Helsnicht en la Batalla de Beeckerhoven.
Theoderic Gausser ? - presente Actual Conde Elector.

La Gente

Los habitantes de Nordland son los descendientes de la antigua tribu de los was-jutones. Parientes cercanos de los was-jutones de Ostland, la rama ostlandesa de la tribu acabó separándose de los poblados más orientales de su gente. Con el tiempo los primeros nordlandeses cayeron en combate, convirtiéndose en vasallos de los belicosos teutogenos y víctimas frecuentes de las incursiones nórdicas. Durante el caos imperante tras la Gran Plaga, la mayor parte de las costas de los valles fluviales de Nordland fueron invadidas y colonizadas por los nórdicos, lo cual produjo un mestizaje de linajes tribales. El Emperador Mandred Mataskavens, ocupado con problemas más graves, no tuvo tiempo para atender las súplicas de los nordlandeses (para horror de éstos).

Theodoric Gausser flag

Conforme pasaba el tiempo y la población se mezclaba, los nordlandeses iban adoptando muchas de las costumbres de sus primos nórdicos. Los tribunales solían recurrir al juicio por combate, que se celebraba sobre una sábana blanca clavada al suelo. La primera persona que manchaba la sábana de rojo con su sangre se declaraba perdedora y, por tanto, parte culpable. Las casas más antiguas a menudo tienen runas grabadas en los marcos de sus puertas y ventanas para gozar de suerte y protección espiritual, y en la costa todavía se emplean las casas de estilo comunal. En fiestas y congregaciones, los concursos de fanfarronadas de los nórdicos han evolucionado a eventos más refinados de narración de historias en los que cada recitador intenta superar al anterior. El amor que sienten los nordlandeses por las historias es tan grande que se han hecho famosos en todo el Imperio como cuenta cuentos. Sus narraciones populares varían de la épica histórica hasta la comedia, la mitología y el horror.

Se dice que la gente de esta provincia es la más escandalosa y franca de todo el Imperio. Parecen carecer de sutileza, tacto o sentido común. Varias leyendas locales giran en torno a héroes que sueltan la verdad en un momento crucial, salvando así la situación. Otras provincias señalan que esto se debe a que los nordlandeses son demasiado estúpidos para mentir. Las mejores cualidades de los nordlandeses son su fiabilidad, sinceridad y honradez; carecen de picardía y desprecian el lenguaje zalamero de políticos, poetas y reiklandeses remilgados.

Los peores defectos de los nordlandeses son su grosería, su incultura y que hablan sin pensar. Incluso los mercaderes de Nordland poseen este estilo tan directo, aunque parece que las artimañas se les dan bastante bien. De hecho, han descubierto que gritar en voz alta y repetidas veces el precio final de algo causa un profundo efecto en los mercaderes acostumbrados a las sutilezas del regateo y la negociación. Muchas provincias indican que esto se debe a su mezcla de sangre was-jutona, teutógena y nórdica. Esta herencia mixta ha sido motivo de vergüenza para los nordlandeses. Los imperiales modernos ven a los nórdicos con una mezcla de admiración y temor, pues los consideran guerreros poderosos y salvajes, bárbaros incivilizados a los que no se puede confiar la vigilancia de una hija o un rebaño de ovejas. Un viejo dicho imperial, “el carácter se lleva en la sangre", lo cual significa que los antepasados determinan la personalidad. De este modo, los nordlandeses, aunque pertenecen al Imperio, no suelen estar considerados como “de los nuestros", sino más toscos e ignorantes incluso que los salvajes y peludos middenlandeses.

Otro motivo de incomodidad para los nordlandeses deriva de la moda actual entre los nobles, especialmente al norte, de buscar el origen de sus antepasados hasta una de las tribus fundadora. Cuanto más puros los antecedentes, más alto se eleva el estatus, y la cumbre más alta consiste en trazar el linaje propio hasta uno de los jefes fundadores. Los nordlandeses son la única provincia cuyos antepasados fueron conquistados por extranjeros, lo cual avergüenza a los nobles conscientes de su posición (en especial cuando tratan con middenlandeses arrogantes; o con patanes de Stirland). La afirmación middenlandesa de que "sólo nos hemos inclinado ante el propio Sigmar" es particularmente mortificante.

Para compensar, la mayoría de los nordlandeses afirman y demuestran su lealtad al Imperio y al culto de Ulric más que mi cualquier otro pueblo del Imperio. Para algunos sus esfuerzos suenan falsos, mientras que otros los consideran dechados de deber y patriotismo. Sean cuales sean sus motivos, no se puede dudar de su valentía en combate. Cuando forman parte de un ejército con tropas de otras provincias, los nordlandeses arden en deseos de acercarse al enemigo. En la batalla de Frote en el año 2421, los piquetes de Nordland estaban tan ansiosos por enfrentarse a las fuerzas de los guerreros del Caos que cargaron antes de que se diera orden alguna, tras lo cual se quedaron aislados en el campo de batalla y dejaron expuesto el flanco de su propio ejército. Desde entonces se ha aconsejado discretamente a las generales imperiales que "aten corto" a los nordlandeses para mantenerlos bajo control.

Como renombrados cazadores y forestales, las habilidades de los nordlandeses en los bosques son tan grandes que incluso los hochlandeses y el pueblo de Talabec admiten a regañadientes que “no están mal". Ciertamente, los nordlandeses tienen afinidad con la tierra: la provincia posee una de las mayores comunidades adoradoras de Rhya del norte del Imperio, centrada en las aldeas gregarias del sur de Hargendorf. El culto de la Madre de la Cosecha sin su consorte Taal se considera particularmente peligroso en algunos círculos. En concreto, los talabeclandeses no aceptan de buen grado este “culto de mujeres". Según ellos, los elfos se unen a los humanos para celebrar sus rituales religiosos en viejos círculos de piedra en las profundidades de los bosques; aunque se habla mucho, nadie sabe con certeza lo que ocurre de verdad en estas ceremonias. El Conde Elector no se siente muy cómodo con este tema y está pensando en enviar investigadores para averiguar si el pueblo del Demst está planeando una revolución.

El acento nordlandés es uno de los más característicos del Imperio. Su lenguaje es muy fuerte y rápido, hasta el punto de que más que hablar parece que ladran. Se dice que el canto nordlandés suena “como gravilla en un barril que rueda colina abajo".

Expresiones de Nordland

  • “Es un trato nórdico": algo acordado mediante amenaza de violencia.
  • "Una conciencia limpia no ensucia los calzones": sólo los culpables tienen algo que temer.
  • "Camino a Jutón": hacia Ostland. Los nordlandeses suelen utilizar las palabras "Ostland" y "Jutón" indistintamente.
  • "Bacalao salado': una persona muerta (procede del aspecto pálido y rígido del pescado en salazón).

Lugares de Interés

Uniforme y Heráldica

La provincia de Nordland es conocida por su marina y por los fuertes peajes aplicados en sus costas, que proporcionan paso franco a aquellos ricos mercaderes que viajan a Marienburgo. En la costa se alinean múltiples ciudadelas navales y fortalezas, ya que los ataques provenientes de más allá del Mar de las Garras son demasiado habituales. Las tropas estatales de Nordland, así como los Marineros de Nordland, visten un uniforme azul y amarillo muy característico con plumas teñidas de distintos colores para diferenciar cada regimiento.

Su estandarte luce la representación de un águila marina sosteniendo un escudo con el icono de una galera, símbolo de las armas del conde Elector Theoderic Gausser. La tradición marca que el Conde Elector de Nordland sea a su vez Príncipe de Marienburgo, y esto sigue siendo motivo de polémica desde que la ciudad se escindió del Imperio. Otros emblemas comunes en Nordland son la cruz imperial, navíos diversos, anclas o dibujos de peces, o la estrella de cinco puntas de Manann, dios del mar. Las fuerzas de Nordland han librado muchas batallas contra los piratas norses y muchos estandartes regimentales ostentan la imagen de una galera de guerra en honor a estos enfrentamientos.

Fuentes

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