"Sí, doy ilusiones a la gente. Pero esas ilusiones un día pueden darme el puesto de Staadholder. ¿Un caramelo?"
- —Nieut Gyngrik, presidente del Burgerhof.
Nieut Gyngrijk es el Presidente del Burgerhof en Marienburgo.
Historia[]
Nieut tiene cuarenta y tantos años, estatura media y es corpulento. Sus ojos grises brillantes parecen cálidos y alegres, aunque cierta tendencia a mirar de reojo revela su verdadera personalidad, calculadora y egoísta.
En una ciudad especializada en hacer tratos bajo cuerda, el Presidente Gyngrijk es un demagogo consumado. Surgió de una familia de clase media de Noordmuur y rápidamente consiguió una reputación de agitador y defensor de los derechos de los obreros en los tribunales de Marienburgo. Pero no es un idealista, todo lo contrario: lo que desea es poder y dinero. Como por su clase social carecía de las posibilidades de los ricos, se creó pragmáticamente su propia base de poder: los resentidos y menesterosos que culpan a otros de sus propios problemas.
Su éxito llamó la atención del Directorio, pero, en vez de mandarlo al Islote de Rijker, le sacaron partido a su ambición y cerraron con él un trato del que todos saldrían beneficiados: él estaría a sus órdenes, especialmente a las de la facción de van de Kuypers y usaría su considerable talento para proteger sus intereses en el Burgerhof, y ellos le otorgarían las prebendas que siempre había ansiado. En los últimos siete años, ha desempeñado su papel impecablemente.
Pero Nieut no se conforma con ser un instrumento en manos de Jaan van de Kuypers, aspira a lo máximo: nada menos que ser el Staadholder de Marienburgo.
El Presidente trata a menudo con todos los Directores, sobre todo con van de Kuypers, van Haagen y de Roelef. Recientemente, sus contactos con la familia de Roelef se han vuelto un tanto más íntimos, ya que ha empezado a cortejar a la sobrina de Clotilde de Roelef, Clara, que desde hace poco tiene edad para casarse. Nieut Gyngrijk se ha convertido en un invitado habitual del Rood Haan Paleis de Oudgeldwijk. La propia Directora de Roelef está considerando la conveniencia del enlace, ya que traería el considerable respaldo popular del Presidente a la facción contraria a van de Kuypers. No se sabe qué opina Clara.
El Presidente Gyngrijk visita a menudo los barrios obreros de Marienburgo, donde "estrecha la mano" de la gente y fomenta su fama de hombre del pueblo. Es especialmente popular en Kruiersmuur. Comprensiblemente, los Elfos y los Enanos demuestran poco entusiasmo por él.
No obstante, hay alguien que está en su contra. Los rumores y ciertos sucesos sospechosos lo han convencido de que alguien lo quiere muerto. ¿Pero quién? Como no está dispuesto a correr riesgos, ha contratado los servicios de Marquandt para disponer de guardaespaldas día y noche.