
"El propio mundo ha traicionado su confianza, porque el Caos ha llegado y no saben cómo ni por qué su destino debe escribirse con sufrimiento y sangre. Estamos solos y no podemos buscar ayuda en nadie más que en nosotros mismos."
- —Nicodemus.
Nicodemus es el mayor de los dos aprendices de Astyanax. Al igual que Averil, es Tileano y comparte el mismo pelo oscuro, aunque sus ojos son marrones. También como ella, su ropa es simple tanto en corte como en estilo; si no fuera por su actitud, podría confundirse fácilmente con un sirviente. Es guapo, al igual que muchos de los que llevan sangre tileana, y fácilmente podría haber sido un luchador si hubiera elegido seguir ese camino.
Nicodemus es un hombre sensato, y menos propenso a los ataques de ira que Averil: a menudo es el receptor de sus ataques apenas ocultos contra el sexo masculino, y ha comenzado a ceder rápidamente en lugar de discutirlo con ella.
En el fondo, Nicodemus siente que puede haber tomado la decisión equivocada. Había escuchado muchas historias sobre el poder de la magia y el respeto que reciben los hechiceros y decidió que esa era la parte que debía seguir.
Ahora se encuentra atrapado en una torre remota con una combinación de una niña que parece odiarlo y un mago viejo, aunque poderoso, que insiste en que el camino hacia un gran poder es largo y peligroso. Esta no es la vida que Nicodemus pensó que estaba eligiendo, y ansioso espera la oportunidad de hacerse cargo de algo, aunque duda si estará a la altura del desafío.
Sin embargo, nunca suele tomar decisiones apresuradas y, aunque no está muy contento con sus condiciones actuales, se ha acostumbrado a su forma de vida.
Fuente[]
- White Dwarf Inglesa 125, pág. 16.