La sociedad de los Elfos Oscuros es una sociedad despiadada y perversa. Dado que se desprecia la debilidad, se espera que todos los habitantes del reino de Naggaroth sean fieros e inmisericordes. Estas condiciones no solo se aplica a los varones, si no que también las Mujeres Druchii deben de ser igual de implacables, y en algunos casos superan en crueldad a sus pares masculinos.
Descripción[]
Como casi todos los Elfos Oscuros, las mujeres druchii deben de ser guerreras hábiles con la espada, la lanza, o sus famosas ballestas de repetición. Esto se debe no solo a la inclinación natural de los Elfos Oscuros hacia la guerra, sino también a que debido a la población total de los Druchii es muy pequeña en comparación con las otras razas, casi la totalidad de los habitantes del reino de Naggaroth deben prestar armas cuanto son llamados a la guerra.
A menudo, los regimientos de Elfos Oscuros están compuestos de guerreros procedentes de una misma y amplia familia. Muchos de ellos son mujeres, esposas y hermanas de los guerreros, hermosas pero letales, doncellas que luchan con la furia de demonios, así que es normal encontrar a hombres y mujeres luchando unos junto a otros. Aún así, aunque las mujeres marchan a la guerra junto con los hombres, de ellas se espera que abandonen las armas en tiempos de paz y se dedicasen a otros intereses más apropiados para su sexo, como dirigir la casa o hallar formas de asesinar a los enemigos de su marido.
Las notables excepciones a esta regla son las Elfas Brujas del templo y las corsarias de los barcos druchii de negro casco. Las Elfas Brujas están casadas mediante sangriento rituales con Khaine, así que solo viven para satisfacer las demandas del dios élfico de la guerra y el asesinato, ya sea mediante sacrificios cruentos y atroces en sus templos, o realizando grandes matanzas y carnicerías en el campo de batalla. De todos los guerreros Elfos Oscuros, posiblemente las enloquecidas Elfas Brujas sean posiblemente las mas peligrosas y feroces.
En cuanto a las corsarias, la llamada del mar es algo sagrado para la mayoría de los druchii. Consideran las negras aguas con reverencia y miedo a partes iguales, porque había sido el mar embravecido el que había ahogado su ancestral hogar de Nagarythe, en tiempos remotos, y por tanto, es el único nexo que los unía con las glorias del pasado. Dado que el océano se había apropiado de la legítima heredad de los druchii, éstos se apoderaban del mar y surcaban las olas para recoger los botines y la gloria que mantienen con vida a su pueblo. Aunque los druchii les exigían a sus mujeres que abandonaran las armas en los tiempos de odiosa paz, nunca les pedirían que renunciaran al mar
Igualmente, según la ley del Rey Brujo, a los druchii les está prohibido el estudia de la magia, salvo a un selecto grupo de mujeres que le consagraban su existencia y pasaban la vida en los conventos que había en todas las ciudades y ciudadelas de Naggaroth. Las Novias Oscuras de Malekith, o las Hechiceras, como las llamaban vulgarmente, servían al señor supremo de los druchii según las necesidades, pero en última instancia sólo respondían ante el propio Rey Brujo. Cualquier otro druchii, especialmente un varón, que fuese sorprendido practicando las artes oscuras era envuelto en cadenas al rojo vivo, transportado hasta la fortaleza del Rey Brujo en Naggarond, y nunca volvía a vérsele.
En la sociedad de los Elfos Oscuros, una mujer druchii puede tener tantos amantes como le plazca, pero cuando un hombre druchii se compromete, se espera de él que sea fiel, como muestra de su fortaleza, estando mal visto las infidelidades por su parte, que sin duda puede desencadenar una venganza por parte de su cónyuge. Las mujeres druchii son ampliamente consideradas como el más mortífero de los sexos cuando se trata de prolongadas guerras de rencor. Al disponer de menos opciones para ejercitar su deseo de violencia, tienen tiempo de sobra para meditar elaboradas intrigas sanguinarias.
Fuentes[]
- Ejércitos Warhammer: Elfos Oscuros (4ª Edición), págs. 4, 23.
- Ejércitos Warhammer: Elfos Oscuros (6ª Edición), págs. 6, 10.
- Saga Las Crónicas de Malus Darkblade: La Maldición del Demonio, por Dan Abnett y Mike Lee.
- Cap. 4: Pactos de medianoche.
- Saga Las Crónicas de Malus Darkblade: Tormenta de Sangre, por Dan Abnett y Mike Lee.
- Cap. 4: Máscaras de carne.
- Cap. 12: Los cuervos marinos.