
El ducado de Mousillon es distinto a cualquier otro lugar en Bretonia. Repudiado por el Rey y despojado de su Duque, Mousillon sufre la crueldad, la injusticia, la viruela, la peste y la pobreza absoluta.
La nobleza del Ducado está en líneas generales tan corrupta como el fétido suelo y las apestosas gentes que gobiernan. Por toda la educada sociedad de Bretonia, Mousillon se considera una llaga fea, que desfigura la belleza del Reino de la Dama. El Ducado de Mousillon rara vez se plantea en una conversación, y se usa solo como maldición, o sinónimo de todo lo que es inmundo, repugnante y degradado.
Sin embargo, en realidad hay algo más en esta aversión que el simple disgusto por los apestosos campos y los autóctonos del lugar maldito. Mousillon actúa como recordatorio para toda Bretonia de que allí, salvo por la Gracia de la Dama, ellos siguen. Como un incómodo recordatorio de lo cerca que acecha la condenación, Mousillon actúa como una advertencia para todos, incluso a los contenidos en este libro. Sigue leyendo, valiente, ya que el Ducado Perdido revela sus secretos más oscuros…
Descripción[]
Situado en la costa oeste de Bretonia, Mousillon es el ducado más pequeño, pobre y maldito de Bretonia. Comparte frontera con el ducado de Lyonesse al norte, Gisoreux y el Bosque de Arden al este y Bordeleaux al sur. Mousillon era originalmente mucho más grande, pero gran parte de sus tierras (concretamente su mitad norte más fértil) fueron absorbidas por Lyonesse en el año 836 (1814 CI) tras descubrirse la corrupción del duque Merovech. El duque de Mousillon mató al rey de Bretonia y bebió su sangre ante los nobles congregados. La guerra era la única solución y el Duque de Lyonesse condujo un ejército hacia Mousillon para vengar la muerte del rey a manos del Duque Merovech. Aunque eso fue hace más de seiscientos años aún hay familias en Lyonesse y Mousillon que están resentidas por la división de Mousillon, y el resentimiento por la pérdida se usa a veces por los agitadores de ambos lados de la frontera para reunir apoyo.

Se dice que en la época del primer Duque de Mousillon, Landuin, el ducado era tan hermoso como cualquier otro de Bretonia. Si esto fue cierto alguna vez, tristemente ya no. La tierra de Mousillon es pobre y pantanosa, sus bosques húmedos y lúgubres y su clima inusualmente pobre para la latitud del ducado. El territorio restante se divide en dos zonas. Al oeste, las regiones costeras son principalmente pantanos con áreas aisladas de terrenos más firmes y elevados. Al norte y al este hay colinas escarpadas y los confines del bosque de Arden. Todo Mousillon está azotado por condiciones climáticas extremas. Cuando el aire está inmóvil, aparecen densos bancos de niebla. Si hace viento, es invariablemente muy fuerte y casi siempre viene acompañado de lluvia o granizo. Las tormentas son frecuentes, al igual que los incendios provocados por rayos. Por suerte, estos incendios no se propagan muy lejos.
Muchas zonas alrededor del Grismerie son pantanos casi intransitables, e incluso las zonas más altas hacia la frontera con Lyonesse en el norte proporcionan pocos cultivos decentes, siendo rocosa y estéril. La zona más fértil está en el noroeste, donde el Bosque de Arden invade el suelo del ducado, pero pocos, si es que alguien, habita cerca del bosque por su abundancia de monstruos devoradores de campesinos. La costa de Mousillon es rocosa y a menudo traicionera con la excepción del puerto fluvial natural sobre el que se sitúa la baronía. Algunas de las bandas de bandidos mejores organizadas han hundido barcos que entran a las costas rocosas mediante falsos faros, atrayendo a los barcos incautos hacia las rocas, luego esperan a que la siguiente marea arroje la carga (y los cuerpos).
Mousillon se define por dos características principales. La primera es el río Grismerie, que durante gran parte de Mousillon está constituido por el valle Grismerie mientras serpentea en su lento transitar hacia el mar. La otra es la Ciudad de Mousillon, una robusta ciudad amurallada que guarda el puerto natural formado por la desembocadura del Grismerie. La ciudad se embelleció considerablemente en la época del Duque Maldred, pero nunca se reconstruyó tras ser sitiada, y gran parte son ruinas abandonadas. La ciudad es el asentamiento más grande de Mousillon y probablemente la única ciudad en el ducado que podría hacerse defendible cuando el Rey Louen declare una Guerra de Caballeros Noveles contra Mousillon.
Como en casi toda Bretonia, hay muchas fortalezas y castillos caballerescos salpicando el ducado. El Château Hane es uno de los más notables, una fortaleza bien construida que domina uno de los pocos puentes de piedra que cruzan el Grismerie. El Tour D'Alsace también es un lugar muy conocido, siendo una alta y más bien retorcida torre en el norte de Mousillon que se dice que atrae extrañas luces y otros portentos. El Castillo Oisement es un pequeño castillo construido sobre cimientos Elfos que fue evitado a pesar de su belleza después de que su señora fuera emparedada dentro acusada de brujería. Aunque algunas de las fortalezas de Mousillon son fortificaciones formidables o hermosos castillos de cuentos de hadas, la mayoría están en mal estado y algunos están incluso completamente descuidados, abandonados a las bestias y a ser consumidos por las malas hierbas.
Las colinas son rocosas y traicioneras, y casi toda la vegetación consiste en matojos de zarzales. La rosa de Mousillon crece en estas colinas; este arbusto posee exuberantes hojas perennes y flores de un intenso color púrpura que florecen durante la mayor parte del año. Parece fuera de lugar en las colinas, pero encaja a la perfección. Sus tallos están cubiertos de terribles espinas, y su polen es un veneno letal. Y lo que es más, crece en lugares donde se pudren cadáveres humanos abandonados. Los escenarios de antiguas batallas se convierten en matorrales de esta mortífera planta.
Los pantanos de Mousillon son aún más traicioneros. El firme terreno de un sendero a menudo se hunde varios centímetros bajo el nivel del agua. Esto no supone un problema para quienes calzan recias botas o cabalgan a lomos de un caballo, aparte de la existencia de fango succionador y arenas movedizas bajo esa misma agua a ambos lados. Para empeorar las cosas, la mata de pantano crea falsos senderos. La mata de pantano es un tipo de planta herbosa que crece en suelo firme, en la superficie de agua, barro y arenas movedizas, formando una alfombra de unos dos metros de ancho y de cientos de metros de longitud. Atrapa el fango entre sus hojas y extrae agua de él, de modo que la parte superior de la mata de pantano es difícil de distinguir visualmente del sendero al que está conectada. Quienes lo pisan no tienen problema en notar la diferencia; la mata de pantano no puede soportar el peso de nada mayor a un pequeño roedor.
Lugares de Interés[]
Un viajero no tiene que aventurarse en la ciudad en sí para ser robado, infectado, ahogado, ejecutado o comido por los muertos vivientes. Hay muchas otras partes en el ducado para ver. Aunque gran parte de Mousillon se puede caracterizar por pantanos y marismas con agrupaciones ocasionales de chabolas de campesinos, el pasado del ducado, y posiblemente su futuro, implican que hay algunos otros lugares de interés.
- Cordón Sanitario.
- Puerta de Grenouille.
- La Victoria de Landuin.
- Colinas Huérfanas.
- Tumba de Merovech.
- Sepulturas Piratas.
- Santuario de Frenegrande.
- Torreón de Dol.
- Hermanos de Farulin.
- Pied a'Cochon.
- Círculo de Guerac.
- Rachard.
- Mousillon.
- Château Hane.
- Craecheur.
- Puanteure.
La Gente[]
El pueblo de Mousillon está formado por humanos en general, aunque nunca se diría al verlos. La mayoría de los campesinos tienen horribles deformidades y sufren continuamente enfermedades repugnantes. Los habitantes de Mousillon están ahí porque no pueden marcharse: muchas de las deformidades que son normales en el ducado haría que fueran quemados por mutantes en cualquier otra parte. De hecho, algunos campesinos mousilloneses son mutantes, pero viven tras una fachada de sociedad porque nadie se ha dado cuenta.
La división entre nobles y plebeyos, que es común por toda Bretonia, distingue aún a las comunidades de Mousillon. En todo caso, es más pronunciada aquí, ya que en Mousillon los campesinos son literalmente pobres mugrientos, viviendo en chabolas de las aldeas pantanosas a lo largo del río Grismerie o agrupados alrededor de la ruinosa muralla de la ciudad. Los nobles, mientras tanto, gobiernan sus pequeños reinos con un poder absoluto, raro incluso para un Señor Bretoniano, y tienden hacia la crueldad y el despotismo. Desde que Mousillon está sin Duque, los aislados nobles no tienen que rendir cuentas a ninguna autoridad superior y tienen vía libre para tratar a los campesinos como quieran. Muchos abusan de ello terriblemente, ya que la propia Mousillon parece corromper sus mentes con crueldad y a menudo con la locura absoluta, mientras que algunos están corruptos por algo aún más oscuro. Un nuevo y poderoso noble se ha alzado en Mousillon, haciéndose llamar el Caballero Negro, y cuenta con el apoyo de los otros nobles del ducado. Si tuviera éxito formando un ejército de matones, campesinos e incluso criaturas menos agradables de Mousillon, podría convertir el Ducado Perdido en una formidable base de poder desde la que desafiar al mismo trono de Bretonia.
Los campesinos de Mousillon son maleducados, solitarios y suspicaces. Son conocidos por expandir enfermedades, especialmente la temida Viruela Roja, hasta el grado de que se estableció un Cordón Sanitario tras el Asunto del Falso Grial, con castellanos encargados de mantener a los campesinos fuera de los ducados vecinos. En realidad, muy pocos campesinos de Mousillon han dejado sus aldeas natales, y la aldea de al lado hasta bien podría ser otro continente para que la mayoría de campesinos se preocupe. Este aislamiento ha hecho de los campesinos de Mousillon extremadamente desconfiados de los forasteros y también les ha marcado físicamente. En la mayoría de las aldeas, donde incluso la moza más atractiva posee orejas de muy diferente tamaño o dedos de más en manos y pies, un campesino sin joroba o sin ojos extraños es equivalente a un deforme. Casi todos los campesinos de Mousillon viven en la miseria despiadada, ya que hay muy pocas oportunidades para ellos de participar en el comercio y convertirse en mercaderes, y las pocas que existen están monopolizadas por delincuentes.
Moussillon produce tierras de cultivo muy pobres ya que gran parte de ella es poco más que un pantano alimentado por el lento río Grismerie. La mayoría de campesinos apenas malviven con los cultivos. Los recursos más frecuentes de todos los disponibles en el ducado son ranas, caracoles, babosas y otras cosas viscosas. Las ranas y los caracoles son los mejores manjares que la mayoría de los campesinos probarán jamás, y la recolección de tales criaturas es una profesión de prestigio en las aldeas. Debido a una tradición bastante antigua, un señor de Mousillon obtiene la propiedad de todos los caracoles y ranas dentro del área de su autoridad, y ser el Pantanero principal del señor es una de las posiciones más altas que la mayoría de campesinos puede alcanzar. Además del glamour asociado al pantaneo, los campesinos también se las ingenian untando árboles con un fuerte pegamento, por lo que cuando los pájaros se posan sobre las ramas, se quedan pegados, permitiendo una cosecha fácil. Por ello, muchas ramas de Mousillon están asquerosamente manchadas de una gruesa capa de fluido oscuro y delatores signos de pajarillos: dos patas de aves rotas terminadas en sangrientos muñones de donde se tiró del cuerpo.
La Ciudad de Mousillon, la ciudad amurallada que es el mayor asentamiento del ducado, posee una población de mendigos, locos y delincuentes. Desde que Mousillon no tiene Duque, el asiento del Duque estuvo siempre en el Palacio Ducal en la ciudad, la ciudad ya no tiene ninguna autoridad noble y está completamente descontrolada. Esto ha hecho que sea el corazón de la mayor industria de Mousillon, el contrabando. Una vez un barco ha pasado desapercibido entre los barcos Bretonianos que patrullan la costa occidental del reino, puede navegar con facilidad hacia los muelles de Mousillon. A Bretonia entra todo tipo de contrabando a través de Mousillon, y desde allí puede pasar de contrabando hacia naciones con puertos más seguros como Estalia y El Imperio. La mayoría de esto es, por otra parte, carga legítima que puede librarse de impuestos y las limitaciones que podrían imponerse usando una ciudad más respetuosa con la ley. Muchos mercaderes usan Mousillon para transportar sus mercancías y los clubes de mercaderes que dominan la mayoría del comercio están a menudo indignados por no obtener tajada del comercio de Mousillon mientras que pueden hacerlo en casi cualquier otra ciudad de la nación. Otra carga es totalmente ilegal, como botín de piratas, venenos, textos prohibidos e incluso cautivos.
Tanto la carga legal como la ilegal se traen a los muelles de Mousillon donde violentas bandas compiten entre sí para ofrecer protección a los barcos entrantes y sacar grandes pagos de la tripulación (aunque estos honorarios normalmente suman menos que los impuestos y aranceles legítimos que se exigirían en otras partes de Bretonia). Los matones que dirigen los muelles forman parte de la población de la ciudad. El resto se compone de campesinos de lugares de la ciudad reducidos a ruinas por el asedio que se ganan la vida, o locos que acechan en las calles mendigando comida o delirando sobre horrores sobrenaturales. Una pequeña minoría de habitantes de la ciudad dirigen tiendas ocultas vendiendo cosas sospechosas, de venenos a textos prohibidos e ingredientes mágicos recogidos de monstruos oscuros, pero eligen cuidadosamente a sus clientes. En general la ciudad es un lugar extremadamente peligroso y pocos, salvo locos o delincuentes, la eligen para vivir.
Las aldeas de Mousillon tienen un aspecto pobre y deteriorado. Las chabolas de campesinos están a punto de desplomarse, las calles son poco más que alcantarillas, y hay tantos animales muertos a la vista como vivos. Los habitantes observan en silencio desde sus hogares a todo visitante, encogidos de terror dentro de sus casas y mostrando ocasionalmente atisbos de sus cuerpos deformes. Los castillos de la nobleza también parecen estar deteriorados, pero en ellos la apariencia es algo ilusoria. Abundan las zonas en ruinas, pero las partes que aún están habitadas siempre están bien mantenidas (aunque nunca son hermosas). Los cadáveres putrefactos de criminales cuelgan en picotas en el exterior de la mayoría de los castillos, y sus restos sirven de alimento a gordos cuervos. Todos los nobles visten armaduras y yelmos negros, y jamás dejan al descubierto sus rostros. Algunos son en realidad muertos vivientes, vampiros, tumularios o momias, y los hay que han gobernado una región durante siglos. Otros son mutantes, o servidores de las Fuerzas Malignas que ostentan las marcas de sus señores. Unos cuantos son sencillamente humanos, y han de ocultar este hecho para que sus vecinos no piensen que son débiles.
Algunas personas acuden a Mousillon desde el exterior. Se trata de los forajidos y bandidos más depravados y malignos, sectarios de las Fuerzas Malignas y nigromantes. Creen (y están en lo cierto) que poca gente se molestaría en perseguirles una vez dentro del ducado maldito. La falta de una autoridad coherente en el ducado implica que es un buen lugar para un hombre que quiere ocultarse. Tales hombres suelen encontrar empleo en nobles despiadados que les usan para aterrorizar a los campesinos y hacer cumplir leyes brutales o extrañas. Sin embargo, la imagen de Mousillon como refugio de la ley es falsa. Muchos de estos inmigrantes descubren que deben lidiar con la enfermedad, nobles draconianos, monstruos y otros duros y encarnizados asesinos que son más peligrosos que cualquier cazarrecompensas si quiere sobrevivir en el Ducado Perdido. También hay otros peligros exteriores en Mousillon, el menor de los cuales son los muertos andantes. Incluso en la época de Landuin, Mousillon nunca ha estado libre de Muertos Vivientes, y con el Asunto del Falso Grial y las fosas comunes de los muertos por la peste, se han vuelto cada vez más frecuentes en las esquinas menos pobladas de Mousillon. Monstruosas criaturas criadas de la inmundicia del pantano, bandas salvajes de Mutantes y Hombres Bestia y un exceso de celo de los castellanos del Cordón Sanitario también son eficientes matando a los incautos, pero algunos sobreviven para unirse al peligro que acechará a los próximos visitantes.
Por último, no es raro para un Caballero Andante buscar aventura y revelación en Mousillon. El reino entero es una afrenta a la Dama y hay mucha maldad que vencer en el camino de la búsqueda del Grial. Muchos Caballeros Andantes no han regresado nunca de Mousillon y algunos aún siguen allí, manchados por la maldición y condenados a convertirse en parte del mal contra el que salieron. Pero siempre hay un caballero dispuesto a cruzar el Cordón Sanitario y buscar su destino. A menudo se presiona al rey a declarar Mousillon objetivo de una Guerra de Caballeros Noveles y enviar miles de ansiosos Caballeros Noveles a limpiar la tierra. Pero hasta que eso ocurra, corresponde a los solitarios Caballeros Andantes buscar la oscuridad en el corazón del ducado, y dar su vida luchando contra ella.
Expresiones de Mousillon[]
- "Merece Morir, es una persona extraordinaria". La cosa es que merece morir y permanecer muerto, y no ser reanimado para acosar a los vivos.
- “La vida es como un lecho de rosas": las cosas son duras y no hay ningún respiro. Se refiere concretamente a las rosas de Mousillon.
- "No tiene sentido llorar por la sangre derramada”: no se puede hacer nada por mejorar las cosas.
Heráldica[]
Landuin, el mejor de todos los Compañeros de Gilles, fue el primer Duque de Mousillon, una tierra que antaño fue el más justo y noble de todos los reinos. Porta la flor de lis, un antiguo símbolo de pureza y devoción. Desde entonces, este reino ha sido deshonrado y aborrecido, aunque ahora parece que un caballero se ha alzado para reclamar el ducado, un caballero que viste armadura negra y que algunos dicen que es familiar del rey.
Sociedad[]
Gran parte de la sociedad de Mousillon se asemeja al resto de Bretonia, pero como reflejada en un espejo defectuoso. En teoría, los campesinos deben lealtad y diezmo de los productos a su señor, y el señor a cambio ofrece protección a los campesinos, mientras que él mismo ofrece lealtad y riqueza al duque. Este sistema, sin embargo, se ha destartalado en Mousillon. La tierra no puede proporcionar ni siquiera lo suficiente para honrar a los caballeros de Mousillon, por lo que a menudo recurren a la contratación de bandidos o se aventuran en actividades nada caballerescas como prender el contrabando que viaja por carreteras y canales de Mousillon. Entretanto, no ha habido ningún duque de Mousillon en más de doscientos años, y sin duque, no hay nadie a quien los caballeros honren. Muchos de ellos no muestran ningún honor en nada, gobernando sus reinos personales con gran crueldad en lugar de protegerlos para el bien de los campesinos.
La segunda gran división en la sociedad de Bretonia, entre hombres y mujeres, en realidad no es tan extrema en Mousillon. Esto se debe principalmente a la extrema pobreza y aislamiento de muchas comunidades, incluyendo algunas cortes nobles. Los campesinos de Mousillon simplemente no tienen la opción de prescindir de sus mujeres para tareas penosas o desagradables (aunque la ocupación de Pantanero todavía se considera una caza de hombres). Del mismo modo, sin ningún tipo de autoridad superior que haga cumplir el Código de Caballería, muchos nobles en el ducado no tratan a las mujeres como objetos de cortesía que deben ser protegidas. Las leyes de herencia y conducta son más mutables en el ducado, lo que significa que una mujer noble puede a veces hacerse heredera incluso si tiene hermanos menores, dirigir sus propios negocios, tener propiedades, e incluso a veces tomar las armas de una manera que simplemente no está permitida en la sociedad exterior de Bretonia. Aunque la mayoría de las mujeres todavía tienen que disfrazarse de hombre para ejercer actividades masculinas, las excepciones son muchas y no se consideran siempre extrañas en Mousillon.
Los señores de Mousillon siguen patrocinando juglares, músicos y artistas que pueden embellecer sus cortes, y aún ofrecen hospitalidad a otros señores. Sin embargo, Mousillon está bastante carente de artistas y poetas, por lo que no es desconocido para un cortesano talentoso ser retenido prisionero para evitar que huya hacia climas Bretonianos más saludables. En muchos casos, la corte de un señor puede estar tan aislada como la mayoría de aldeas retrógradas, con cortesanos apiñados en una fortaleza fría y con corrientes de aire, temerosos de los aldeanos plagados de enfermedades y distanciados de sus familiares y compañeros de alta cuna del exterior de Mousillon. Muchas son las hijas de Bretonia que han sido ofrecidas en matrimonio a un señor de Mousillon y nunca han vuelto a ser vistas. Igualmente, muchos jóvenes han ofrecido su lanza a un señor de visita desconociendo que es del ducado perdido y se han visto obligados a seguir a su nuevo señor de regreso a Mousillon de donde nunca podrán regresar.
Ley y Orden[]
La falta de un duque en Mousillon implica que la ley depende casi exclusivamente de los caprichos de los nobles. No existen los tribunales entre los nobles sin un duque que los patrocine y la justicia entre los nobles se decide por quién puede intimidar o matar a su oponente. La justicia entre los campesinos es cuestión de azar, y es sabido de nobles malévolos o trastornados que hierven campesinos vivos por olvidarse de su cumpleaños. Hay tantas colecciones de leyes como nobles, aunque algunos hechos se consideran delitos con penas establecidas en la mayoría de Mousillon. Por ejemplo, los cazadores furtivos de ranas y caracoles son normalmente empalados, ya que la caza furtiva en los pantanos del señor es un delito contra el principio de autoridad noble equivalente a la rebelión.
Sin embargo, los nobles rara vez se esfuerzan en hacer cumplir las leyes en las aldeas, a menos que les preocupe una rebelión o el pantaneo ilegal. Las aldeas imponen sus propias costumbres locales, a menudo envolviendo muchas supersticiones que pueden variar enormemente de una aldea a otra. Los delitos por introducir la enfermedad en una aldea se castigan tradicionalmente con la quema en la hoguera, y una mujer que huye para casarse con un hombre de otra aldea aún puede esperar ser ahogada en algunas de las comunidades más aisladas. Los hombres más ancianos de la aldea, los que están sobre los treinta, son normalmente los encargados de decidir qué castigos se aplican; aunque los campesinos son conocidos por empuñar sus horcas y cuchillos para promulgar la justicia popular cuando un delito en particular ofende su moral.
Un aspecto peculiar de la ley y el orden de Mousillon es la abundancia de juicios a animales. Por alguna razón perdida en la historia, los campesinos de Mousillon mantienen la tradición de asignar culpabilidad penal a diversos animales y acusarles, juzgarles y ejecutarles en consecuencia. Aunque es un evento relativamente raro, el juicio a un animal es el mayor acontecimiento en la historia de una comunidad, y las noticias sobre ello a veces incluso se difunden fuera de la aldea. Lo más común es acusar a los animales de delitos que no dejan rastros físicos, siendo el más común la brujería, junto con delitos imprecisos como “producir la peste” y “albergar pensamientos inmorales”. Las acusaciones muy esotéricas como la bigamia y la sedición no son insólitas. A menudo se acusa a los pollos en los juicios a animales, así como a gatos, perros e incluso cerdos en las raras ocasiones en las que la aldea posea uno. De hecho, muchos juicios de cerdos al final son producto de aldeanos que albergan celos hacia la aldea del cerdo, que tiene una importante posición como símbolo de riqueza y prosperidad.
Los animales de fuera de Mousillon no son inmunes a la persecución. Se relatan cuentos de viajeros con sus caballos ahorcados por aldeanos temerosos que, no habiendo visto nunca antes un caballo, asumieron que era algún tipo de monstruo y le condenaron a morir. Igualmente, existe un relato histórico de un mono mascota de un marinero arrojado a las costas del ducado tras un naufragio, que inmediatamente después fue quemado en la hoguera por los primeros campesinos que lo encontraron al creer que era un espía de las fuerzas del mal. Sin embargo, en todos los casos, ranas y caracoles se consideran por encima de la ley, y la mayoría de campesinos considera ridícula la idea de procesarlos.
Religión[]
El culto de la Dama sigue siendo la norma entre la nobleza de Mousillon y las capillas dedicadas a la Dama son comunes en las fortalezas caballerescas. Sin embargo, sin el Duque ni la presencia de ninguna Damisela del Grial, muchos aspectos del Código de caballería se han quedado en el camino. Muchos nobles, por ejemplo, emplean mercenarios de entre los bandidos e independientes de Mousillon, o incluso emplean armas no caballerescas como armas de fuego obtenidas de los cargamentos enviados hacia los muelles de la Baronía. Todavía hay algunos que obedecen la voluntad de la Dama, como siempre lo han hecho, pero esos caballeros se están convirtiendo en una minoría entre la nobleza.
Entre los campesinos, la religión se compone sobre todo de supersticiones que varían de casa en casa, y no digamos entre aldeas. Algunas de las supersticiones más comunes incluyen enterrar a los muertos boca abajo, salvar siempre los caracoles blancos, no abandonar nunca la aldea de nacimiento, dejar comida como ofrenda al borde de los bosques, bailar alrededor de una ardiente efigie de un cerdo cada solsticio de invierno y considerar los pezones adicionales como ser muy afortunado. Las supersticiones son tan numerosas como extrañas, y no cumplirlas debidamente le señala a uno definitivamente como extranjero. En casos extremos, ignorarlas puede significar ser marginado o incluso víctima de la justicia popular.
La gente de Mousillon rinde culto a los otros dioses del Viejo Mundo, pero a menudo de una manera desvirtuada u oscura. Hay un templo de Manann en los muelles de la Baronía, por ejemplo, dedicado a una versión cruel y brutal del dios que hunde barcos por diversión y se burla con los gorgoteos de los marineros ahogados. Muchos campesinos conocen el nombre de Shallya, solo porque casi todos sus sacerdotes murieron en el último brote de Viruela Roja, pocos conocen algo más sobre ella, y los ritos que promulgan poco tienen que ver con la adoración de la Diosa en otros lugares. Taal y Rhya a menudo se identifican con algunas de las bestias legendarias que se dice que vagan por los bosques y pantanos de Mousillon, y los campesinos intentan aplacarles con ofrendas de comida para mantener la tierra produciendo la poca generosidad que le puede sobrar. Por último, la Dama se encuentra en el folclore de Mousillon, propensa a jurar en su nombre y llamada a bendecir bodas y entierros. Sin embargo, en Mousillon hay poco que pueda considerarse religión organizada, y la religión que hay está más en común con cuentos de Mujeres Rana que con dictámenes de sacerdotes distantes.
Peligros Exteriores[]
Para muchos campesinos de Mousillon, las extensiones de tierras pantanosas entre las aldeas son tan extrañas como tierras extranjeras. Hay una buena razón para ello, Mousillon es un lugar peligroso. Por el Ducado Perdido deambulan sin estorbo muchas amenazas y no solo bandidos Humanos.
Muertos Vivientes[]

El ducado maldito está infestado de muertos vivientes, en una cantidad muy superior al del resto del reino. De hecho, la tierra estimula la aparición de estos seres.
Los muertos andantes han plagado Mousillon desde la época de Landuin. En su mayor parte son Zombis errantes, normalmente fallecidos por peste y animados por el poder de la maldición de Mousillon. Estas criaturas salvajes pueden darse un festín con los viajeros incautos o asediar las aldeas campesinas. Dada la anarquía de Mousillon y el abundante suministro de cadáveres, no es de extrañar que pequeños Nigromantes emerjan a veces en el ducado y creen grupos de Zombis que les ayuden y hagan su voluntad. Una de las manifestaciones de la maldición de Mousillon es que los Zombis sin control no se desploman, sino que se alejan para conseguir sus propios recursos (normalmente comiendo cosas y gimiendo sin coherencia). Hay por tanto suficientes Zombis descontrolados para que incluso un Nigromante menor controle.
Las criaturas no muertas convocadas por hechizos nigrománticos no vuelven a convertirse en cadáveres ordinarios si dejan de ser controladas. En vez de eso, continúan obedeciendo la última orden que recibieron hasta que son destruidas en combate. Los muertos vivientes errantes pueden percibir la proximidad de los límites de Mousillon y darse la vuelta para no cruzarlos. Si son obligados a ir más allá, se convierten en cadáveres normales (a no ser que continúen controlados).
Las aldeas más sombrías a veces caen hacia una absoluta degeneración y se convierten en hogar de Necrófagos, criaturas que una vez fueron Humanos pero que se dan un banquete de la carne de sus compañeros humanos. Tales lugares se convierten en nidos de Muertos Vivientes, y su presencia es una de las pocas cosas que harán que los campesinos de otras aldeas se unan y marchen con teas y horcas para llevar a las llamas a los sin vida.
Algunos dicen que el toque de la no muerte ha llegado a la nobleza de Mousillon. Las energías oscuras parecen ser igualmente atractivas para otros tipos de no muertos; por lo que hay muchos informes de nobles vampiros, aunque no a la misma escala que en Sylvania.
Skavens[]
Los Hombres Rata llegaron furtivamente, como suelen hacerlo, a Mousillon, como lo hacen a más lugares civilizados. Entre los Skavens algunos son expertos en usar viruelas y venenos para causar la plaga sobre poblaciones confiadas por lo que no es de extrañar que en la superficie tengan interés en Mousillon, que ha sido devastado por la Viruela Roja dos veces en su oscura historia y sigue siendo un lugar altamente infeccioso para vivir. Sin embargo, la enfermedad es tan frecuente en Mousillon que no hay mucho que los Skavens puedan hacer para hacer que sea peor. En su lugar, tratan a Mousillon como una especie de laboratorio, estudiando como se extiende la plaga y los efectos que la Viruela Roja tiene en sus víctimas. Los pocos que comprenden algo sobre los métodos de los Skavens especulan que la Viruela Roja fue desde el principio en realidad una creación de los Skavens, pero nadie puede estar seguro de una cosa así.
Hombres Bestia[]
Las manadas de Hombres Bestia habitan en los oscuros bosques de Bretonia, arrastrándose hacia los pantanos en la noche para arrebatar sus presas de las chabolas campesinas. En este sentido, no son diferentes de los Hombres Bestia que habitan en los Bosques de Arden en Bretonia o el Drakwald del Imperio. Sin embargo, lo que difiere en Mousillon es que sorprendentemente, hay pocos informes de avistamientos de hombres bestia. Los zombis y esqueletos de hombres bestia son comunes cerca del bosque de Arden, pero los vivos parecen evitar la zona. A pesar de esto, muchas aldeas han entrado históricamente en un pacto con los Hombres Bestia, ofreciendo sus hijos a cambio de protección de los bandidos o ayudando en disputas con las aldeas vecinas. Tales sucesos son sin embargo raros, pero siguen viviendo en las historias nocturnas contadas por Mujeres Rana que desean asustar a niños malos.
Cosas del Pantano[]
Con gran parte de Mousillon formado de pantanos infestados de caracoles, existen criaturas morando en los pantanos que bien podrían ser únicas en el valle Grismerie. Lentas, fuertes, malolientes y posiblemente inteligentes, esas criaturas son con frecuencia indistinguibles de los montones de desechos del pantano hasta que se mueven. Extrañamente, en vez de ser otro peligro a tener en cuenta mientras se pantanea, los “Hombres Grises” están consagrados en el folclore de Mousillon como protectores de los yermos que no deben ser dañados y que incluso podrían ofrecer su sabiduría a los Pantaneros expertos y dedicados.
Viajar en Mousillon[]
Enfermedad[]
La enfermedad es uno de los principales asuntos que un viajero debe considerar. Mousillon ha sido devastado por la Viruela Roja dos veces en su historia y ha sufrido incontables brotes de Viruela y otras enfermedades. Prácticamente cualquier lugar del ducado es propenso a los brotes espontáneos de enfermedades, y los viajeros de fuera del ducado que no han desarrollado la resistencia a la enfermedad de los campesinos nativos son particularmente vulnerables. La única fuente de agua potable en Mousillon es el pozo fuera del Santuario del Grial en la Baronía.
En todos los casos, cualquiera que haya pasado algún tiempo en Mousillon o incluso los que estén familiarizados con el ducado sin haber estado allí (como un soldado en una atalaya del Cordón Sanitario) pueden indicar a un viajero desprevenido las actividades que más probablemente generan infección. Muchos bretonianos maleducados son partidarios de engalanar "No bebas el agua" en el Escudo Ducal de Mousillon.
En Bretonia se pueden encontrar todas las enfermedades del Viejo Mundo, junto con algunas que no pueden encontrarse en ninguna otra parte. Estas últimas incluyen ejemplos como la siniestra Difteria del Pantanero y la intensamente desagradable Fiebre del Terror Ciego.
Dinero[]
El oro es el mejor amigo del viajero. Por desgracia, es un amigo que suele ser reacio a viajar con él hasta Mousillon. En la mayor parte del ducado las monedas tienen poco valor o ninguno, por lo que la mayoría del comercio se realiza a través del trueque. Para el campesinado, la riqueza de un estado no se mide en oro ni plata, sino en la abundancia de suministro de comida y por ello muchos intercambios son entre caracoles y ranas.
Los viajeros con agua potable, comida o baratijas interesantes pueden intercambiarlas por diversas conchas del valor de alojamientos u otros servicios en las aldeas campesinas (aunque las aldeas más aisladas podrían no hacer nada con los extranjeros, incluso los de aldeas vecinas). La riqueza de un noble se valora tradicionalmente de acuerdo a la abundancia de fauna y comida cosechada en su tierra en un año típico, y los derechos de pantaneo son los productos intangibles más comercializados entre el campesinado.
El oro, la plata y el cobre cuentan bastante más en la ciudad, que tiene una economía más sofisticada (en su mayoría ilegal) gracias a las monedas traídas por los marineros en los muelles. Las bandas de los astilleros y los diferentes establecimientos del Barrio Puente esperan cobrar en monedas. Aquí son buenas la mayoría de monedas extranjeras ya que los marineros traen dinero y productos de todo el Viejo Mundo para comprar indulgencias en el Santuario del Grial de la ciudad, aunque Aurore también acepta pagos en especie.
Transporte[]
El transporte en Mousillon consiste en lo que traigas contigo. La tierra pantanosa del Valle Grismerie es un suelo notoriamente pobre para alimentar tanto a los caballos como a los viajeros, y es muy probable que ni una sola aldea campesina en el ducado tenga caballos. Muchos nobles tienen establos, pero solo prestan caballos a aquellos en quienes confían o pagan un alto precio por ellos. No hay prácticamente ningún lugar en Mousillon donde un hombre pueda alquilar un caballo; aunque probablemente podría robarse si al ladrón no le importa tener precio por su cabeza.
Los caminos en Mousillon están en muy mal estado. Algunos son poco más que cintas de tierra relativamente estrechas sobre la superficie de un pantano. En otros lugares, todo lo que se interpone entre un viajero cansado y una larga noche atrapado hasta la cintura en un pantano es un tablón podrido. El camino principal que sale por la Puerta Sur de la ciudad es relativamente bueno, pero se desvanece a pocos kilómetros de los muros de la Baronía, donde los pantanos engullen al Grismerie más arriba. La parte norte de la ciudad es más fácil de atravesar que el Valle Grismerie, pero todavía hay pocos caminos o pistas.
El Grismerie es la principal excepción de lo díficil que es viajar por Mousillon. El río es una de las principales rutas comerciales de Bretonia y los barcos navegan frecuentemente por él. Sin embargo, dada la reputación del ducado, lo hacen lo más rápido posible y normalmente paran solo en las estaciones operadas por la compañía naviera. Estos barcos llevan carga desde la ciudad al resto de Bretonia, pero como el Grismerie está bien patrullado por guardias mercantiles e inspectores, al llegar a Gisoreux y Bastonne las cargas son casi siempre más legales que las llevadas a Mousillon. La mercancía ilegal o sin gravar normalmente se debe mover a pie por el Cordón Sanitario. Llevar una barcaza por el Grismerie es, como puede imaginarse, una experiencia siniestra y a veces angustiosa, e inevitablemente se cuentan numerosas historias sobre diversas cosas horribles que le suceden a los barqueros durante el camino. Los campesinos de las orillas del río, evitan en su mayoría estos barcos llenos de extraños forasteros, y ocasionalmente tratan de venderles manojos de hierbas o filetes de rata curada con poco éxito. Por tanto, las fangosas orillas del Grismerie es lo todo lo que mayoría de extranjeros llega a ver de Mousillon, lo que la mayoría agradece. En la ciudad, casi todos viajan a pie. Cualquiera, incluso un noble, que cabalgue por la ciudad a caballo, encontrará pronto su montura vendiéndose como carne fresca.
A los viajeros que entran en Mousillon se les aconseja normalmente que lleven botas decentes
Fuentes[]
- Warhammer Fantasy JdR: Caballeros del Grial (2ª Ed. Rol), págs. 81-83.
- Warhammer Fantasy JdR: Baronía de los Condenados (2ª Ed. Rol), págs. 6-10, 25-27.
- Ejércitos Warhammer: Bretonia (6ª Edición), pág. 13.