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Altos elfos3

Morvael el Impetuoso de la Casa Corresyn fue el noveno

Rey Fénix de los Altos Elfos, sucediendo a Aethis el Poeta y reinando del 5547 al 5928 del calendario élfico (del 1121 al 1502 CI). A su muerte le sucedió Bel-Hathor el Prudente.

Reinado

Tras la muerte de Aethis, el Octavo Consejo eligió a Morvael de Yvresse para suceder al asesinado Rey Fénix. Bajo el reinado de Aethis fue el Gran Señor del Conocimiento de la Torre Blanca, y como nuevo dirigente de Ulthuan sería conocido en la historia como el Impetuoso.

La razón de este epíteto se debe a que, aunque la había estudiado, tenía poco conocimiento de primera mano acerca del arte de la guerra, siendo asimismo inexperto en el gobierno. Su primera acción después de ser coronado fue ordenar una expedición de castigo contra Naggaroth. Ordenó reunir una nueva flota de guerra y enviarla a la Tierra del Frío con el objetivo de vengar el asesinato de Aethis. Su falta de experiencia militar no le permitió calibrar correctamente los peligros que atañen decisiones como esta, organizar un ejército debidamente preparado ni, por supuesto, pensar en la posibilidad de que los Elfos Oscuros les estuviesen esperando.

Y así fue como ocurrió. Las Hechiceras de Ghrond predijeron el asalto de los Altos Elfos y avisaron al Rey Brujo, que se abalanzó con todo su ejército sobre la sorprendida hueste élfica. Miles de Elfos murieron aquel día y otros tantos fueron capturados y cruelmente sacrificados en Har Ganeth, perdiéndose además más de la mitad de la flota de los Altos Elfos. Al percibir la debilidad en las defensas de Ulthuan, Malekith no tardó en enviar a sus huestes y flotas sobre la isla una vez más.

Aquella derrota y la posterior invasión supusieron un duro golpe para Morvael, pues dejaba en claro cuán debilitadas estaban las fuerzas élficas al tiempo que comprendía lo poderosos que se habían vuelto los ejércitos de los Elfos Oscuros. Sin embargo, aprendió pronto de sus errores, comprendió que su escasa experiencia militar era nefasta para hacer frente a la amenaza y reunió una serie de consejeros capaces de hacerle frente.

Pese a que la historia lo recuerda como el Impetuoso, en realidad el Rey Fénix Morvael tomó muchas decisiones muy bien meditadas, de acuerdo a las circunstancias en esos momentos de necesidad. La primera de ellas fue establecer un sistema de levas según el cual todos los Elfos recibirían una formación militar y así podrían luchar en defensa de su tierra en cualquier momento. Con tantos guerreros perdidos en el ataque a Naggaroth, se vio obligado a establecer este sistema para reforzar sus menguados ejércitos. Aunque en un principio resultaron ineficaces, pronto empezaron a contener las fuerzas de invasión. Morvael predijo acertadamente la necesidad de disponer de un ejército bien organizado pero flexible que defendiera Ulthuan en tiempos de guerra venideros. Este sistema ha resistido el paso del tiempo y, hasta el día de hoy, se ha convertido en la piedra angular de los ejércitos de Altos Elfos.

Otras de la decisiones más acertadas de Morvael fue la de nombrar a Mentheus de Caledor como general de las fuerzas de Ulthuan tras haber aprendido algunas lecciones de sus primeras derrotas. Mentheus fue un líder militar excelente y un gran guerrero que lideró valerosamente los ejércitos a sus órdenes y consiguió varias victorias importantes, entre ellas levantar el asedio de los Elfos Oscuros a la Puerta del Grifo, haciendoles retroceder de nuevo a Naggaroth. Mentheus de Caledor fue su asesor más cercano en todo momento, y Morvael llegó a confiar en el consejo y en la amistad de su general tanto como en su liderazgo y habilidad en el campo de batalla.

Morvael también vació las arcas del Trono del Fénix para construir una flota nueva y poderosa capaz de llevar la guerra a los mares del norte y así detener el flujo de refuerzos que enviaba Naggaroth, y ordenó la construcción de la Fortaleza del Amanecer en el extremo del Continente Oscuro y la Ciudadela del Crepúsculo en el extremo de Lustria, para proteger las rutas comerciales y servir de base para reabastecer a las flotas élficas.

Estas y otras decisiones permitieron que los Altos Elfos se recuperasen del desastre inicial. Sin embargo, a pesar de esto, la precaria salud de Morvael fue empeorando por momentos a medida que avanzaba el conflicto. Morvael tenía un alma muy sensible y llena de tensión, y sentía remordimientos por mandar a sus amigos y conocidos a la muerte para proteger Ulthuan. También tuvo que soportar la nada agradable tarea de firmar las sentencias de muerte de los devotos del Culto al Placer que eran capturados.

A menudo era asaltado por terribles sueños y pesadillas. Malekith estaba utilizando su Magia Oscura para atormentar la mente del Rey Fénix, probando su cordura con visiones de Ulthuan rodeada de llamas e inundada de sangre, y a la familia de Morvael clavada en estacas en medio de las ruinas de la Torre Blanca de Hoeth. Algunos creen que fue el poder del dios Nethu el que permitió a Malekith atormentar los sueños de Morvael.

Una estación tras otra, estos sueños terribles eran cada vez más oscuros, y pronto incluso le atenazaban durante el día, haciendo que Morvael fuera cada vez más sombrío e inquietante. Durante muchas noches se cobijaba en su torre, y prematuramente se le dobló la espalda y envejeció a causa de sus tareas y preocupaciones, volviéndose cada vez más dependiente de Mentheus, que se había convertido en sentido figurado en su muleta. Pero por muy grande que fuera la desesperación de Morvael, jamás dejó que eclipsara su sentido del deber.

Finalmente, años de preocupaciones y pesadillas acabaron por quebrar finalmente la voluntad de Morvael. Mientras esperaba en el Templo de Asuryan, recibió la noticia de que los Elfos Oscuros habían sido derrotados y expulsados, pero no sin un importante número de bajas y la muerte del general Mentheus en la batalla. La noticia de la muerte de su principal soporte destrozó por completo su determinación. Fatigado hasta la muerte, destrozado por los sueños, y desesperado y abatido por los horrores de la guerra, Morvael abdicó como Rey Fénix y entró por segunda vez en las llamas sagradas de Asuryan para suicidarse ritualmente.

El cuerpo de Morvael ardió sobre la pira sagrada desde la medianoche hasta el mediodía siguiente, y cuando el sol estuvo en lo alto, el frío viento del norte esparció sus cenizas por el Mar Interior.

Fuentes

  • Ejércitos Warhammer: Altos Elfos (4ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Altos Elfos (7ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Altos Elfos (8ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Elfos Oscuros (4ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Elfos Oscuros (7ª Edición).
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