
"Que Sigmar nos ampare, pero a menudo deposita mucha más confianza en los enanos que en nuestros colegas Electores."
- —Conde Elector Marius Leitdorf de Averland
Conocido como el Loco Señor de Averland o el Conde Loco por su comportamiento impredecible e idiosincrásico, Marius Leitdorf fue el Conde Elector de la provincia de Averland desde 2512 hasta su muerte en la Tercera Batalla del Paso del Fuego Negro en 2520.
Leitdorf era un personaje pintoresco y controvertido, y su reputación se había expandido por todo el Viejo Mundo. La mayoría le conoce por sus excentricidades: frecuentes ataques de rabia, periodos de profunda depresión y un carácter inconstante en la corte. Puede que su locura fuera exagerada, pero lo cierto es que tenía una mente brillante, un ingenio rápido y se distraía con facilidad.
Descripción[]
Marius Leitdorf era hosco y malhumorado, propenso a períodos de rabia durante los cuales nadie puede razonar con él. En otras ocasiones sufría períodos de profunda depresión en los cuales se encerraba y no hablaba con nadie durante semanas. Además, era por todos sabido que Marius confiaba en los consejos de su caballo tanto como en los de sus propios consejeros.
Sus intensos e imprevisibles cambios de humor, su indignante comportamiento y falta de decoro hacia las hijas y mujeres de las casas nobles fueron tales que le hicieron ganar muchos enemigos por todo el Imperio, por lo que no solía ser bienvenido en las cortes de los otros Condes Electores, ni siquiera en Altdorf. Una de las críticas más duras hacia Leitdorf fue la de Kurt Helborg, quien se refirió al Conde Loco diciendo que tenía “un bigote pobre, una higiene dental aún peor, y el sentido del humor de un Troll”. En el último punto, como mínimo, Marius le tuvo que dar la razón, pero la enemistad entre ambos se hizo legendaria.

Estandarte de Marius
Su gusto por sedas finas, el terciopelo, y las ropas exquisitamente confeccionada era legendario y fue la causa que algunos le considerasen (equivocadamente) un advenedizo. Decían que estaba loco, y esta reputación perjudicaba enormemente a Leitdorf, quien a pesar de su furia irracional, sus comportamientos "poco convencionales" y su estrafalario gusto en el vestir, quedaban contrarrestados al poseer una mente artística, aguda y muy incisiva.
Marius llegó a ser un pintor y un poeta consumado, así como un ingeniero e inventor de prestigio. También era un espadachín excepcional y un estratega militar que lideraba a sus ejércitos con una habilidad considerable. El Conde Loco destacaba en todas estas habilidades, y en muchas más. Su habilidad con la espada no tenía rival, excepto quizás el Mariscal del Reik Kurt Helborg, una rivalidad que nunca pudo ser comprobada a pesar de los años de mutua enemistad, y se le atribuyen un gran número de victorias logradas precisamente gracias a su mezcla de valor demente y misteriosa perspicacia.
Se le pasaban por la cabeza un sinfín de planes y estrategias, además iba de uno a otro sin tener en cuenta si el público podía seguirle el ritmo. Si pasaba de los méritos relativos de la lanza y la alabarda a las bondades de los quesos Grubentreich y Grevenfeld, o incluso a una rápida interpretación de la vieja canción obscena ‘El ratón de Klaus fuera de casa’, tenía sus razones. Algunos de sus comportamientos en campaña parecían irracionales e imposibles de justificar, pero a menudo demostraba una genial comprensión de la estrategia y una valentía sin igual en el campo de batalla. Sus soldados creían que su talento estaba inspirado por el propio Sigmar y que su extraño comportamiento está más allá del alcance de los mortales.
Karl Franz le contaba entre sus aliados de más confianza, y experimentó un profundo pesar cuando Marius cayó finalmente en combate, mientras lideraba a sus ejércitos contra una enorme invasión orca. Aquel día, el Imperio perdió a uno de sus mejores (aunque también más impredecibles) héroes.
Equipamiento[]
Marius acudía al campo de batalla enfundado en un armadura de placas, y montado en caballo de guerra con barda, siendo capaz de combatir con dos armas, incluso cuando combate a caballo.
- Entristecemadres - Se trata del Colmillo Rúnico de Averland. Marius es un espadachín experto, que maneja su Colmillo Rúnico al mismo tiempo que una daga de hoja larga en la otra, empleando una técnica de combate que domina mejor que nadie.
- Daisy Kurt von Hellboring II - Era el caballo de guerra de Marius, al que consideraba su consejero favorito. Su nombre, al que presentaba con una risita, era una clara alusión al Mariscal del Reik del Emperador.
Historia[]
Pasado[]
Marius Leitdorf, el Loco Señor de Averland, llevaba tiempo causándole graves problemas a Karl Franz. Durante años había estado retando a los demás condes, iniciando absurdas campañas militares contra enemigos imaginarios, y en general trastornando a sus vecinos. Tras la despiadada pacificación que Leitdorf llevó a cabo de la famosa Rebelión Halfling del año 2502, Karl Franz le envió a su adusto campeón, Ludwig Schwarzhelm, para hacerle entrar en razón.
Las órdenes del impávido Schwarzhelm eran simples: asegurarse de que el notablemente impredecible comportamiento de Leitdorf no siguiera poniendo en peligro al Imperio. Gracias a esta poco sutil "tutela" de Karl Franz a través de Schwarzhelm, Marius Leitdorf nombró nuevos consejeros que mediaran en sus decisiones y ayudaran a atenuar sus excesos. Con el tiempo, el Emperador fue desarrollando una especial querencia por el excéntrico noble.
Ascenso al poder[]
La lucha por el poder en Averland ha sido constante durante generaciones, con la Casa de Alptraum y los Leitdorf intercambiando el título de Conde Elector varias veces. Incluso el simple hecho de nombrar al titular del cargo puede ser peligroso, por lo que muchos habitantes de Averland encuentran conveniente referirse simplemente al ‘Elector’ y dejar que su público se preocupe de a quién se refieren.

En el año 2512, el Imperio atravesaba La Agitación, un periodo una profunda crisis que amenazaba con fragmentar la nación y desatar una guerra civil, ya que varios conflictos menores se estaban produciendo en varios lugares. En este contexto, Averland estaba gobernaban bajo el tenaz liderazgo de Ludmila von Alptraum, pero en los dos últimos años su poder había ido menguando con el envejecimiento de su cuerpo, por lo que el volátil Marius Leitdorf vio su oportunidad de reemplazar a la Casa von Alptraum como electores, fomentando una rebelión en Streissen para desestabilizar Averland.
La ciudad de Streissen poseía un fuerte espíritu independiente y sentía una gran animadversión hacia los Alptraum, debido a la dura represión que la Gran Condesa Ludmila sometió a la ciudad para restablecer su autoridad en el año 2502. Marius aprovechó de ello a la primera de cambio y concibió el Partido de la Independencia de Streissen, bajo el competente liderazgo de Marcus Karlssen, capitán de su guardia personal de Leitdorf. El PIS tomó el control del Rathaus en un golpe brillante y casi incruento, obligando a la sorprendida y mermada guarnición a abandonar la ciudad.
Ludmila se vio obligada a reaccionar, pero demasiado vieja y enferma para salir al campo de batalla, permaneció en Averheim con su Colmillo Rúnico y envió a su hija Marlene von Alptraum a sofocar el levantamiento. Sin embargo, no sabía que la estaba enviando a una trampa. El levantamiento, aparentemente protagonizado por revolucionarios desesperados y estudiantes indisciplinados, fue en realidad una operación militar cuidadosamente planificada. Leitdorf había apoyado esto maniobrando en secreto con su ejército a medio día de marcha de Streissen y estaba preparado para emboscar a las fuerzas de los Alptraum.
En cuestión de semanas, Averland se vio sumida en el caos cuando los Alptraum asediaron la desafiante ciudad de Streissen, pero sus fuerzas se vieron sorprendidas por las de Marius Leitdorf, que hicieron valer su ventaja. Las tropas de la retaguardia de las fuerzas sitiadoras consiguieron maniobrar para hacer frente a la carga de Leitdorf, pero a su vez fueron flanqueadas por la milicia que Marcus Karlssen había conseguido reunir, emergiendo de las puertas de la ciudad. Las fuerzas de Alptraum se dispersaron y huyeron de vuelta a Averheim.
Muchos habitantes recibieron con alegría la liberación de la ciudad por parte de Marius Leitdorf, pero no tardó en cundir el pánico. Al principio, Marius exigió que todos los que apoyaban a Ludmila von Alptraum fueran arrestados. La mayoría desaparecieron en la oscura cárcel de Casa Profunda y fueron ejecutados en secreto. Los habitantes más ancianos recordaron los infames disturbios del pan del 2502 CI y el baño de sangre resultante, temiendo que los mismos acontecimientos se repitieran. Así que echaron el cerrojo a sus puertas para esconderse hasta que las cosas se calmaran.
Por desgracia, Marius percibió tal cautela como un insulto personal. Se volvió contra sus partidarios, incluidos los miembros del Partido de la Independencia de Streissen, por considerarlos enemigos de la nobleza, y ordenó que los detuvieran y se los llevaran a todos. Cuando comenzó la purga, muchos se dirigieron a las puertas, pero encontraron el camino bloqueado. Ahora esperan a que todo termine, con la esperanza de no ser descubiertos. Leitdorf sufrió una profunda depresión y se pasaba el día bebiendo y ladrando órdenes. Marcus Karlssen se mantuvo al margen, trabajando para mitigar los peores impulsos de Leitdorf.
Cuando La Agitación llegó a su fin, se llevaron a cabo grandes reformas por todo el Imperio, por lo que se pudo restablecer el orden en Averland. La Gran Condesa Ludmila había fallecido, y con la derrota de su hija Marlene, la familia gobernante de los Alptraum fue depuesta, lo que permitió a Marius Leitdorf hacerse con el control de la provincia y se proclamado nuevo Conde Elector. La ascensión de Marius Leitdorf "el Loco" (a quien la mayor parte del Imperio ya consideraba ligeramente "alelado") fue motivo de gran regocijo, a costa de Averland.
Muerte[]
En el año 2520, cuando Marius Leitdorf había logrado volver a ser considerado como uno de aliados de confianza del Imperio, hizo llegar a Karl Franz la noticia de que una masiva horda de Pieles Verdes estaba avanzando por el Paso del Fuego Negro, y de que a buen seguro el ejército estatal de Averland no sería capaz de pararle los pies por sí solo. Karl Franz respondió con el poder militar combinado de Reikland y Altdorf, incluyendo un trío de Tanques de Vapor. Con tales fuerzas a su disposición, en Emperador reforzó el debilitado ejército de Leitdorf para poner freno a la invasión de los Orcos.
Durante la batalla, el Kaudillo Vorgaz Kijada'ierro lideró una furiosa carga que hizo pedazos la primera línea imperial. Tan sólo el flanco derecho conservaba algo de su forma original. En el centro sólo quedaban un par de regimientos. El más grande era un grupo de Flagelantes dementes, demasiado preocupados por el fin del mundo como para correr por sus vidas. No muy lejos estaban los Grandes Espaderos de Averland, manteniendo un precario perímetro mientras intentaban proteger desesperadamente a Marius Leitdorf, su Señor y Conde de la provincia. Los dos grupos de hombres parecían pequeñas islas en un mar verde; pero su sacrificio estaba ralentizando el avance enemigo, lo que daba tiempo al flanco derecho de reorganizarse. De repente, los Jinetes de Jabalí estaban sobre ellos. El Kaudillo Orco condujo su gigantesca montura, apartándolos a ambos lados como si se tratase de simples muñecos.

Vorgaz se abrió paso hacia el Conde en persona. Marius Leitdorf se adelantó para encontrarse con el monstruo y, esquivando a la bestia, describió un mortífero arco con su Colmillo Rúnico. El enorme jabalí fue destripado por la espada mágica y su jinete cayó al suelo. Por un instante, los Orcos se alarmaron, pero inmediatamente el Señor de la Guerra se puso en pie y avanzó hacia el Conde Elector.
El dramático duelo acabó en unos segundos. La criatura bloqueó el Colmillo Rúnico con su hacha de guerra y dejó que el Conde le ensartara con la larga manosiniestra que empuñaba con su mano izquierda. La hoja se enterró en la dura piel y en los músculos de la criatura, que ignoró la herida mientras agarraba el cuello del Conde con su poderosa garra izquierda. Tras unos pocos segundos de lucha, el estrangulado gemido de agonía del hombre fue atenuado por el fuerte sonido de sus huesos al romperse y el cuerpo de Marius Leitdorf, ya sin vida, se relajó en la garra del orco.
La muerte del Conde Elector no fue en vano, puesto que su resistencia fue tan valerosa que duró lo suficiente como para dar tiempo a que Karl Franz en persona, al mando de los Caballeros de la Reiksguard, llegara a la batalla y acabara con todos los Orcos. El Emperador vio la muerte de Marius Leitdorf a manos de Vorgaz Kijada'ierro, y clamando venganza, cargó contra el enorme jefe Orco al que logró matarlo en combate personal gracias al poder de Ghal Maraz. Con esta victoria, los Pieles Verdes se desmoralizaron y Karl Franz acabó ganando la batalla. Desde entonces, el nombre de Marius Leitdorf es recordado con honor junto con el del resto de Salvadores del Imperio.
A pesar de su muerte, de momento nadie ha reclamado el titulo de Conde Elector de Averland, habiéndose producido un prolongado juego de política, aventajamientos y maniobras arteras entre los distintos pretendientes. Estas disputas por el poder parece no tener expectativas de futuro: mientras los hermanos y parientes del Conde Loco luchan entre sí, los Alptraum acumulan discretamente dinero y poder para volver a reclamar Averland.
Miniaturas[]
Conflicto Canon[]
- Aunque Imperio en Ruinas establece que Marius se convirtió en Conde Elector en el año 2512, hay fuentes que establece que ya ocupaba ese cargo antes de esa fecha, como el Libro de Ejércitos de El Imperio de la 8ª Edición, o el relato corto de El Principe de Altdorf, donde Marius viajó a Altdorf en 2502 en calidad de Conde Elector para votar la elección de Karl Franz como nuevo Emperador tras el fallecimiento de su padre Luitpold. Fue el único Conde Elector, junto con Maximilian von Königswald, que votó por Franz en la primera vuelta.
Fuentes[]
- Ejércitos Warhammer: El Imperio (4ª Edición), pág. 73.
- Ejércitos Warhammer: El Imperio (6ª Edición), pág. 73.
- Ejércitos Warhammer: El Imperio (8ª Edición), págs. 15, 57.
- Warhammer Fantasy JdR: Herederos de Sigmar (2ª Ed. Rol), págs. 45-47.
- Warhammer Fantasy JdR: Imperio en Ruinas (4ª Ed. Rol), págs. 11, 122, 124, 126, 165, 199.
- Novela Corta: El Príncipe de Altdorf, por Andy Hall.
- Antigua página de Games Workshop.