Un relato que muestra la dinámica de las huestes de demonios aparece en los registros de los Enanos de Karak-Kadrin y está inscrita en los libros de agravios de Ungrim Puñohierro. Mientras el fiel clan enano de Karak-Kadrin luchaba contra los servidores fieros del Dios de la Sangre, los pestilentes hijos del Abuelo Nurgle, atacaron con astucia y sangre fría.
Mur'gagh, el tres veces Pustulento al frente de su Corte de Contagiados a través de las catacumbas y túneles. La armadura de los Rompehierros resultó muy poca protección frente a la marea de pestilencia que rodeó sus pies deformes y chapoteó contra los muros de los túneles y, en cuestión de pocas horas, la horda de Mur'gagh de Portadores de Plaga había invadido a los guardianes subterráneos, llenando las plantas inferiores con una mezcla pútrida de sangre y aguas residuales.
Al darse cuenta de la situación difícil de su gente, el Rey Kram Martilloestrella reunió a sus herreros rúnicos y lideró un contraataque para adentrarse en las entrañas de la tierra. A tiempo, junto a su escolta logró combatir a la Corte de Contagiados y los aniquiló con la ayuda de sus armas rúnicas, pero no antes de que se perpetrara una acción dolorosa.
Aunque los Enanos que luchaban en la superficie obligaron a retirarse a los demonios, tres enormes Devoradores de Almas de Khorne irrumpieron en sus líneas. Rugiendo gritos de guerra profanos, el Tetragor de Skullgrind logró abrirse paso hasta Karak-Kadrin, atraído inexorablemente hacia el taller del ancestral Señor de las Runas Skalf Cejohierro. Aunque Skalf era sabio y poderoso, pero ante la furia del tetragor poco pudo hacer ya que desmembraron al venerable Enano con el mismo salvajismo atávico con el que destrozaron el preciado Yunque de Krong y una docena de objetos rúnicos irreemplazables. Y aunque el Rey Kram, consiguió expulsar al tetragor de su fortaleza, la hermandad de Devoradores de Almas causó una auténtica carnicería a su paso, dejando las salas de Karak-Kadrin cubiertas de Enanos muertos.
Lo que los Demonios de Khorne y Nurgle buscaban ganar de esta alianza sigue siendo un misterio y es una cuestión de debate entre los Señores de las Runas y paladines de Karak-Kadrin, incluso trescientos años después. Muchos mantienen que se trató de un acto de brutalidad sin sentido que no había sido planeado ni preparado. Otros, creen que se debió al descubrimiento de una nueva runa de Skalf Cejohierro que humillaría a los propios dioses, circunstancia que los Dioses Oscuros no iban a soportar de buen grado.