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Criminal siendo marcado

El Marcado es un castigo que se aplica a criminales que consiste en marcarles un símbolo en el cuerpo con un hierro al rojo vivo que sirva para identificarlo.

Descripción[]

Ya desde la época de Sigmar existía este método de castigo. Por aquella época la ley y el orden eran muy severos, pues se creía que el castigo debería ser tan malo como el crimen. Esto era muy común entre los Brigundios que, por ejemplo, para castigar a un cuatrero, le marcaban con el mismo hierro ardiente que se usaba para marcar a los animales del rebaño que ha tratado de robar. Después de eso, se le obliga a vivir entre el ganado hasta que llegara el tiempo de la matanza.

En la actualidad, el marcado es una forma de castigo particularmente cruel, generalmente impuesta solo por los jueces más sádicos, o por los que se enfrentan a una pequeña criminalidad repetida y que desean resolver la cuestión de una vez por todas. Los culpables son marcados con un símbolo que representa su crimen, como un puño cerrado para indicar agresiones.

A menudo, la primera marca se aplica a una parte del cuerpo que puede estar oculta por la ropa, pero las reiteraciones a menudo llevan a que se marquen en áreas visibles, a veces incluso en la cara. Cualquier persona marcada termina siendo una marginada, ya que sus posibilidades de encontrar un empleo remunerado son pocas. Muchos ladrones y bandidos han sido marcados de esta manera se han visto forzados a una vida de crimen.

Los Cazadores de Brujas también usan el marcado, aunque no para identificar a un criminal sino para determinar si un sospechoso es culpable de brujería. Se dice que ningún brujo puede soportar la marca del martillo de Sigmar sobre su carne, por lo que los cazadores de brujas a veces marcan a las personas con este símbolo. Si el martillo está claramente definido en la carne, se considera que la persona no es un brujo. Sin embargo, si sus bordes están distorsionados, la persona es considerada culpable, aunque diferentes cazadores de brujas pueden interpretar una marca de diferentes maneras.

Una persona marcada con un martillo y declarada inocente usará la marca como una insignia de orgullo, al menos hasta que otro cazador de brujas reinterprete la cicatriz. Esto ha llevado a algunos campesinos temerosos a marcarse a sí mismos en un esfuerzo por demostrar su inocencia, antes de que se les plantee la cuestión.

Fuentes[]