En la costa occidental del Nuevo Mundo, pasadas las Montañas Espinazo Negro, al otro extremo de Naggaroth, existe una región de islas cuyas aguas infestadas de monstruos reciben el nombre de Mar Hirviente. Solo las Arcas Negras de los Elfos Oscuros se atreven a penetrar en este territorio inhóspito y peligroso y, aun así, solo lo hacen por un motivo: capturar las criaturas marinas monstruosas que forman una parte esencial de su flota.
Descripción[]
El Mar Hirviente se formó hace miles de años, antes de que empezara la historia escrita de los Altos Elfos. Se creó cuando un inmenso terremoto sacudió el Nuevo Mundo. La fuerza del seísmo desgarró la costa occidental del continente hundiéndola bajo el mar. Grandes extensiones de acantilados y costas quedaron pulverizadas y desaparecieron bajo el agua, creándose una cadena de islas que recorren toda la costa y que se denominan las Tierras Agrietadas. El terremoto también abrió grandes simas en el fondo marino, terribles heridas que nunca han cicatrizado y a través de las cuales la lava fundida del núcleo del planeta todavía se vierte en el océano. El calor desprendido por estas simas calienta el agua creando grandes explosiones de vapor y produciendo áreas en las que el mar hierve casi literalmente, y por eso recibe el nombre de Mar Hirviente.
Aunque muchas zonas del Mar Hirviente son mortales para cualquier forma de vida, en otras muchas las aguas son ricas en minerales y están habitadas por todo tipo de criaturas, desde plancton diminuto a los monstruos gigantescos que cazan los Elfos Oscuros para añadirlos a sus flotas. Los Elfos Oscuros no utilizan otras naves que no sean las Arcas Negras, basándose en los poderosos monstruos marinos y la magia para destruir a sus enemigos. Estas criaturas llevan a cabo las mismas misiones que los buques de línea en las flotas marítimas de las otras razas.
Las dos criaturas más infames y terribles utilizadas en las flotas de los Elfos Oscuros son los dragones marinos y los dragones infernales, los cuales pueden hallarse en grandes cantidades en las tranquilas aguas del Mar Hirviente. El dragón marino es el más grande de los monstruos marinos; es tan grande que es capaz de transportar gigantescos castillos con almenas de los Elfos Oscuros sobre su espalda. En épocas ancestrales fueron auténticos dragones, pero a lo largo de los siglos han ido transformándose hasta ser inferiores a los dragones, pero a la vez superiores. Los dragones infernales son más pequeños, pero mucho más feroces, combinando la ferocidad de un lobo con unas garras y fauces afiladas capaces de atravesar las naves de las presas de los Elfos Oscuros. Son controlados por una pequeña dotación de Señores de las Bestias especialmente entrenados que son los únicos capaces de controlar estas bestias.
Las flotas de los Elfos Oscuros han sufrido una transformación radical desde la inclusión de un número cada vez mayor de estas criaturas. Ahora las naves tradicionales suelen desdeñarse y muchas Arcas Negras van acompañadas únicamente de flotillas de estos terrores marinos.
Fuentes[]
- Ejércitos Warhammer: Elfos Oscuros (4ª Edición), pág. 8.
- Ejércitos Warhammer: Elfos Oscuros (7ª Edición), págs. 40-41.