"Siento una nube de maldad en este lugar... cuidado con los muertos, pues caminan entre vosotros con los rostros de los vivos."
- —Místico Strigano anónimo.
El pueblo de Strigos se dispersó a los cuatro vientos tras la destrucción de sus tierras, y desde entonces han llevado una vida nómada. Recorren el Imperio en caravanas o barcazas fluviales, ganando dinero donde pueden y robando donde no. Su relación histórica con los vampiros les obliga a mantener este estilo de vida, ya que no sólo los marca como ladrones y asesinos, sino también como nigromantes y servidores de la oscuridad. En realidad la mayoría son simples leñadores, artistas o vagabundos, pero unos pocos saben algo de brujería, un poco de adivinación y mucho sobre vampiros. Estos místicos aprendieron la historia completa y verdadera de su pueblo, y guardan este secreto desde los tiempos de antaño, al igual que la promesa que les hicieron sus señores de Strigos de que algún día volverían y los conducirían de nuevo a la gloria.
En Otros Reinos[]
Los Místicos Striganos obtienen en el Imperio reacciones diferentes por parte de la población. Sobre todo, lo poco que saben los plebeyos de los Místicos Striganos es un legado de robo y brujería. En el mejor de los casos, un místico que entra en un pueblo del Imperio es recibido con sospecha... en el peor, con un cuchillo. Sin embargo, unas pocas coronas de oro bien colocadas en el gremio de ladrones local pueden transformar esa desconfianza en curiosidad... y oportunidad.
No es raro que los Místicos Striganos sean recibidos calurosamente por la gente común de los pequeños pueblos de Norsca y algunas zonas de Kislev. Para los aldeanos, los Místicos son menos enigmáticos que las brujas de hielo, y si los actos de los místicos benefician su propia fortuna, los místicos son recompensados. Sin embargo, si atraen demasiado la atención sobre ellos, especialmente en una ciudad más grande, pueden atraer la ira de las brujas del hielo, que ven a los Místicos Striganos como amenazas.
Sin embargo, en los distintos ducados de Bretonia los místicos están mal vistos. Para el pueblo de Bretonia, un Místico Strigano no es diferente de una bruja. Si un místico revela cualquier tipo de habilidad sobrenatural percibida, como la adivinación, la retribución seguramente será rápida y absoluta. Los místicos de Bretonia que buscan sobrevivir deben encontrar un patrón noble que los proteja.