 |
El trasfondo que puedes leer en esta sección o artículo se basa en la campaña mundial de La Tormenta del Caos, que ha sido sustituida por la de El Fin de los Tiempos.
|
Los Enanos hicieron lo que pudieron, pero, mientras la Tormenta del Caos se extiende cada vez más sobre el Viejo Mundo, incluso la aguerrida defensa enana falló y la horda de Crom al final logró atravesar la impenetrable barrera de las Montañas del Fin del Mundo. Sin embargo, los esfuerzos enanos no han resultado del todo vanos. Crom no pudo atacar el interior del Ostermark y Averland con el gran número de tropas que había previsto. La mayor parte de la fuerza de Crom se dirigió hacia el Oeste a través de la tierra maldita de Sylvania, hogar de los Condes Vampiro.
A medida que Crom se aproximaba, Mannfred von Carstein, el conde vampiro actual gobernante de Sylvania, emergió de su tumba dispuesto a defender sus tierras. Para un extraño, la tierra, los árboles y el cielo de Sylvania parecen tan muertos como las criaturas que habitan en estas tierras, pero a ojos de los Condes Vampiro son los espías, heraldos, exploradores y centinelas de su ejército.
La tierra de Sylvania está cubierta con los huesos de los muertos en la misma medida que hay puestos avanzados, torres vigía, almenaras y guarniciones en otras tierras. El ejército de Crom se concentró entre esta masa de criaturas ocultas y de defensas sin habitar y, mientras los ejércitos del Caos y de los No Muertos se preparaban para entablar batalla, Crom encontró a sus enemigos a su alrededor y bajo sus pies...