
Alrededor de su siniestra ciudad de Zharr-Naggrund, los Enanos del Caos excavaron minas en la tierra, penetrando profundamente en la roca y las piedras en busca de sus tesoros escondidos. Construyeron máquinas para excavar aún más, usando la energía del vapor generado por el propio calor de las rocas. Excavaron en busca de carbón y lo apilaron en grandes montículos negros. Perforaron, en busca de petróleo y alquitrán, pozos abiertos donde almacenar las sustancias halladas, por lo que crearon pozos de grasientas sustancias negras por doquier. De las montañas extrajeron piedras y las usaron para construir carreteras que conectaran todas sus tierras, de forma que las riquezas de la tierra pudieran transportarse más rápidamente hacia su grotesca ciudad.
Los residuos de miles de años de perforaciones ocupan actualmente la Llanura de Zharrduk. Esta es una tierra perforada y desgarrada; una informe sombra de lo que fue en el pasado, donde las excavaciones perforan incansables la tierra. Pozos de alquitrán fundido y ríos de petróleo en llamas dominan el paisaje mientras gigantescas depresiones aparecen como heridas mal cicatrizadas en el paisaje, mientras gigantescos montículos de carbón cubren el inestable suelo, contaminando la tierra en medio de un calor sofocante. Bajo las oscilantes llamas de innumerables forjas, muchos miles de esclavos, criaturas de diversas razas capturadas durante las guerras o compradas a los Orcos del Oeste, trabajan sin descanso en las industrias de los Enanos del Caos.
Fuentes[]
- Ejércitos Warhammer: Enanos del Caos (4ª Edición).
- Manual de Batalla (5ª Edición).