La Venganza de Drong es una campaña que fue publicada por Games Workshop en 1997 en donde se enfrentan los ejércitos del Altos Elfos y Enanos. Toda la campaña, incluidos los personajes, es de Games Workshop. La campaña es obra de Nigel Stillman.
Introducción: La Venganza de Drong[]
La campaña está basada en el poema heroico Enano La Saga de Drong y Helgar, que relata la historia de cómo los Altos Elfos de Eldroth se vieron atrapados en el enfrentamiento entre los clanes Enanos de Thrund y Bronn. Una historia de orgullo Enano y astucia Élfica.
La Fundación de Tol Eldroth[]
En los remotos tiempos del reinado de Caledor II, durante la Cuarta Era de Ulthuan, el Señor Alto Elfo Eldroth se hizo a la mar desde Lothern con un gran séquito, navegando hacia las costas del Viejo Mundo. Allí descubrieron un puerto natural perfecto, dominado por una cadena de altas montañas. Eldroth y los suyos pronto establecieron una colonia comercial que denominaron Tol Eldroth.
Los aventureros Elfos pronto exploraron las cumbres montañosas que se vislumbraban en el horizonte. Regresaron con historias sobre sus encuentros con metales preciosos y con gemas ocultas entre las rocas. También encontraron a los Enanos.
La Fortaleza de Bronn[]
Muchos siglos antes de que los Elfos desembarcaran en estas costas, el aventurero Enano Bronn el Impetuoso y su clan habían emigrado siguiendo los caminos que recorrían las cadenas montañosas hasta alcanzar las cumbres que dominaban la llanura costera. Los prospectores de Bronn descubrieron gemas y oro bajo las montañas, y por tanto, Bronn y su expedición fundaron una colonia minera. Esta nueva colonia pronto atrajo a mineros, comerciantes y colonos de otros clanes, y creció rápidamente hasta convertirse en una poderosa fortaleza gobernada por Bronn y posteriormente por sus descendientes. La Fortaleza fue conocida como Krag Brynn, que significa “Montaña Resplandeciente” en el lenguaje de los Enanos.
La llegada de Thrudd[]
Habiendo oído hablar de la prosperidad de Krag Bryn, el Señor Enano Thrund el Furioso reunió un numeroso grupo de aventureros, proscritos y guerreros de clanes inquietos, ansiosos por ocupar nuevas tierras. Thrund mantenía desde hacía mucho tiempo un ancestral agravio hacia Bronn, cuya causa había sido olvidada hacía tiempo. Fuera cual fuese su origen, la existencia del agravio era todavía recordada por todos los miembros de su Clan. Thrund decidió que encontraría Krag Bryn y que conquistaría su trono.
En la gran batalla que tuvo lugar, Thrund fue derrotado por Bronn y quedó mortalmente herido. Antes de exhalar su último suspiro, hizo jurar a sus herederos que mantendrían el agravio, bañado ahora por sangre fresca del Clan. Fieles a su promesa, pero carentes de los guerreros necesarios para conquistar Krag Bryn, los miembros del Clan Thrund construyeron su propia fortaleza, dominando el único paso a través de las montañas, y bloqueando así la ruta comercial desde el Imperio Enano hasta Krag Bryn. Llamaron a esta fortaleza Kazad Thrund, en honor a su ilustre antepasado. Desde ella establecieron un impuesto sobre todos los comerciantes que atravesaban el paso. Por ello, el paso fue pronto conocido como el Paso del Agravio.
El Último Descendiente de Bronn[]
Pasaron los siglos. Cuando Eldroth y su estirpe desembarcaron en la llanura costera bajo las elevadas cumbres, la rivalidad entre los miembros de los clanes Bronn y Thrund era ya muy vieja. Las innumerables venganzas habían costado un alto precio a los miembros del Clan Bronn, y ya sólo quedaba con vida un único descendiente directo de Bronn. Los emisarios Elfos enviados a la corte de Krag Bryn quedaron sorprendidos al ser recibidos por ¡una Reina Enana! Era Helgar, la última descendiente con vida de Bronn el Audaz.
La llegada de los Elfos fue una inesperada bendición para Krag Bryn, ya que de repente se abrió una nueva ruta comercial hacia el fabuloso imperio Élfico de occidente. Los Mineros podían olvidarse del traicionero paso de Kazad Thrund. Ahora podrían vender su oro, plata y gemas a los Elfos, quienes pagarían mucho más que los astutos Enanos, y además sin un duro regateo.
La reina Helgar inmediatamante estableció un tratado comercial con los Elfos, y su popularidad entre los enanos de Krag Bryn aumentó espectacularmente. En realidad, necesitaba desesperadamente este prestigio, ya que no quedaba ningún miembro de su clan que pudiese respaldar su derecho al trono, y los partidarios de Thrund eran muy numerosos entre los mineros. Además, a pocos Enanos les gustaba recibir órdenes de una Reina sin barba, aunque pudiera beber cerveza como un Matatrolls y su linaje fuera tan largo como sus –muy largas– trenzas.
Relato[]
- Ver relato: Alianza con la Reina Helgar.
La Ira de Drong[]
Mientras tanto, el poder en Kazad-Thrund estaba en las firmes manos de Drong el Duro, del linaje de Thrund. Drong observó la llegada de los Elfos con rabia y disgusto. Mientras los tesoros de Krag Bryn eran cargados en las gráciles naves Élficas que partían con rumbo desconocido, el comercio a través del Paso del Agravio disminuyó hasta prácticamente desaparecer. Drong fue empobreciendo y en su clan crecía el descontento. El agravio fue anotado y se afilaron las hachas. Drong intentó aprovechar el creciente descontento para incrementar su fortuna. Con este fin, inventó taimadamente la existencia de su derecho ancestral sobre el trono de Krag Bryn.
Afirmó que su antepasado, Thrund, había sido el legítimo Señor de Krag Bryn, y que había sido derrocado en un vil Golpe de Estado y asesinado a traición en vez de en un combate justo y honorable. Las palabras de Drong circularon en un momento en que la desconfianza hacia los Elfos estaba propagándose por todos los reinos Enanos. El falso rumor consiguió el efecto deseado, y pronto numerosos aventureros ansiosos por usar sus hachas se dirigieron a Kazad Thrund.
Drong se Prepara Para la Guerra[]
Pronto Drong consideró que era el momento de disputar a Helgar suposesión del trono, por la fuerza si era necesario. Sus partidarios eran fuertes, y los de ella débiles. Y con respecto a sus aliados, los Elfos, ¡no eran rival para los Enanos! Así pensaba Drong mientras diseñaba sus planes de batalla. A continuación mandó a algunos de sus partidarios a las minas de Krag Bryn para propagar el descontento.
Así empieza la Historia de la Venganza de Drong, tal y como esconocida en las sagas. Esta guerra entre colonias de Elfos y Enanos, salvaje por su ferocidad, fue un anticipo de lo que estaba a punto de suceder en la larga y terrible Guerra de la Barba, que estallaría poco tiempo después.
Escenarios[]
Los ejércitos históricos que participaron en las batallas que tuvieron lugar alrededor de Tol Eldroth y Krag Bryn han podido determinarse a partir del estudio de la Saga Enana de Drong y Helgar, así como de varias odas y canciones épicas conservadas por los Elfos.
Escenario 1: La Batalla del Paso del Agravio[]
Problemas en las Minas[]
Los rumores sobre las aspiraciones de Drong al trono de Krag Bryn se extendieron hasta la propia fortaleza, enraizándose en los numerosos mineros descontentos del clan Thrund. En aquellos momentos, la mayoría de los Enanos que trabajaban en los yacimientos mineros eran o bien miembros del Clan Thrund, o bien colonos Enanos de diferentes clanes, que no debían ninguna lealtad a Helgar. De hecho, la mayoría eran partidarios de Drong. Los mineros murmuraban entre dientes mientras golpeaban la roca, trabajando para hacer más rica a la Reina.
¿Por qué una riqueza por la que se trabajaba tan duro tenía que ir a parar al señor del clan equivocado, y lo que era peor, por qué tenía que ser entregada a los arrogantes Elfos? ¡Lo sensato sería negociar sólo con Enanos honestos!
Un día, Krudd "El Loco del Pico", Maestro Ingeniero y pariente de Drong, convocó una reunión extraordinaria del Gremio de Ingenieros y Mineros. Todos los trabajadores de las explotaciones mineras dejaron las herramientas y se dispusieron a disfrutar de una sesión maratoniana de bebida y discusiones.
Pronto, las paredes de los barrancos de los alrededores de Krag Bryn retumbaban con las consignas revolucionarias: ¡Abajo la Reina Helgar! y ¡Drong Rey!. Una heterogénea multitud de Enanos rebeldes borrachos y descontentos marchaba sobre la fortaleza de la Reina. A su cabeza avanzaba su apresuradamente designado líder, que no era otro que el propio Krudd.
Helgar había sido alertada de la situación por unos pocos Enanos leales, que habían tenido la suerte de poder escapar de los rebeldes. La reina no disponía de guerreros que pudiera enviar para sofocar la revuelta por lo que, desesperada, envió un mensajero para pedir ayuda a Tol Eldroth.
Los Elfos Llegan Justo a Tiempo[]
Eldroth respondió rápidamente, enviando un contingente de sus tropas más rápidas al mando de Fendar, un veterano capitán. Los Elfos se movieron con mayor rapidez que la turba de borrachos Enanos rebeldes, interceptándolos cuando los Enanos atravesaban el Paso del Agravio en dirección a Krag Bryn.
Fendar desplegó a sus tropas bloqueando el paso para impedir el avance de los rebeldes. Desenfundó su espada, y trazó entre los dos ejércitos una línea en el suelo polvoriento del desfiladero, a un tiro de flecha de sus tropas, que estaban desplegándose en línea de batalla.
Cuando los rebeldes se aproximaron a la línea, Fendar les advirtió que no la cruzaran o provocarían la guerra con los Elfos.
¡Apártate de mi camino, Elfo, esto es asunto de los Enanos! -le espetó el arrogante e indignado Krudd mientras avanzaba decididamente.
¡Entonces morirás! -respondió sin emoción Fendar, y regresó galopando hacia sus tropas.
¡Probarás mi hacha, Elfo imberbe! -le gritó Krudd, mientras sus Enanos lanzaban un ensordecedor grito de borrachera y cruzaban la línea. En silencio, los Elfos tensaron sus arcos y apuntaron, esperando la señal de Fendar. Y así empezó la batalla del Paso del Agravio.
Desenlace Histórico[]
Los arqueros de Fendar causaron numerosas bajas entre los rebeldes Enanos mientras estos avanzaban hacia ellos. A pesar de ello, los Enanos no se amedrentaron a causa de su estado de embriaguez. Los Rompehierros treparon hasta la cima de la colina, pero cuando iniciaron el descenso por la traicionera ladera del otro lado cayeron unos sobre otros como consecuencia de la modorra producida por el alcohol. Pronto se vieron obligados a retroceder ante un hechizo de fuego lanzado contra ellos por el Mago Elfo. En esos momentos, el grueso de mineros enfurecidos se estrelló contra la línea de batalla de los Elfos, y Fendar se encontró enfrentado a Krudd en combate singular. ¡Krudd le derribó con el primer golpe de su pico, y pasó sobre su cuerpo inmóvil!
La línea de batalla de los Elfos empezó a ceder, pero los últimos rayos de sol y el cansancio de los Enanos (por no mencionar sus colosales resacas) salvaron a los Elfos de ser aniquilados. Al caer la noche, los Elfos se retiraron hacia Tol Eldroth, llevando consigo a su malherido comandante. Krudd se dirigió entonces con sus hombres hacia Kazad Thrund, en vez de intentar derrocar a Helgar. Pocos días después, Drong se hizo con el control de las minas, reclutando a los rebeldes como milicia para protegerlas, y dejándolos bajo el mando de Krudd.
Comentario Histórico[]
Frendar sabía lo frágil que era la línea de batalla de los Elfos, pero confiaba demasiado en sus arqueros. Cuando se dio cuenta que los rebeldes no podrían ser rechazados únicamente por las flechas, decidió valientemente enfrentarse a Krudd en combate singular. La estrategia de Krudd, basada principalmente en el obstinado orgullo Enano, su temerario exceso de confianza y una ingesta masiva de Alcohol, consistía simplemente en correr hasta el enemigo y golpearle con sus hachas ¡Era una excelente y tradicional táctica enana que había funcionado bien en la mayoría de ocasiones en el pasado!
Escenario 2: La Emboscada[]
La Saga de Drong y Helgar[]
A pesar de la rebelión en las minas, Helgar consiguió mantenerse en el trono de Krag Bryn, por lo que Drong decidió cambiar radicalmente de táctica. Envió mensajeros a la reina con regalos y ofertas de amistad y reconciliación. Helgar fue conquistada por las joyas de exquisita artesanía Enana adquiridas en Karak Izril a un alto precio. Helgar invitó a Drong a una fiesta para enterrar sus diferencias y firmar la paz.
Fue una fiesta memorable, en la que la mejor cerveza Enana corrió a raudales. Cuando Drong vio a la Reina Helgar vaciar sin descanso su jarra de cerveza como un auténtico Enano, quedó absolutamente prendado de ella. Empezó a pensar que, después de todo, había estado equivocado. ¡Quizás los dos clanes rivales debían unirse! Como Drong pensaba en todo esto rodeado por un millar de Enanos de ambas facciones bebiendo y cantando, empezó a ver en su mente un hijo y heredero que un día se sentaría por derecho en el trono de Krag Bryn.
Con estos pensamientos en su aturdida mente, propuso a la reina que se casaran. Su Majestad, habiendo hecho un buen uso de su jarra, y completamente fascinada por la impresionante barba que caía hasta los pies de Drong, aceptó.
Toda la concurrencia se alegró y brindó por la pareja con más cerveza. Incluso al despertar al día siguiente, mientras los efectos de la cerveza Enana golpeaban sus cabezas como un yunque, Drong y Helgar continuaron viendo las ventajas de su decisión. La reina no seguiría siendo la última de su estirpe y sus herederos seguirían ocupando el trono. Los antiguos agravios podrían ser borrados del libro, lo cual sería muy práctico, ya que eso dejaría espacio libre para escribir nuevos agravios.
Cuando se enteraron de la noticia, Eldroth y todos los Elfos respiraron aliviados. La corona de la reina parecía segura y se abría una nueva ruta comercial a través del paso de Kazad Thrund. Esto les permitiría comerciar directamente con el Imperio Enano. Drong retiró el impuesto sobre el comercio a través del paso y fue a vivir a Krag Bryn, que era una fortaleza mucho más confortable que Kazad Thrund. Todo el mundo parecía muy feliz. Tol Eldroth continuó prosperando bajo la protección de la reina, y Drong olvidó su agravio contra los Elfos... por el momento.
El Desagraviador[]
A pesar de todo, se acercaban nubes de tormenta. Por todo el Viejo Mundo se respiraba un ambiente de hostilidad entre Elfos y Enanos. Estallaban pequeñas escaramuzas. La tensión iba en aumento. Parecía como si Elfos y Enanos estuvieran esperando cualquier pretexto para marchar a la guerra una vez más.
Un día, un Herrero Rúnico Enano llegó a las puertas de Krag Bryn. Su nombre era Grung y venía de más allá de las montañas. Su clan había sido atacado y obligado a huir por los Elfos. Él era el depositario de aquel agravio. Este extranjero fue invitado a uno de los festines de Drong, el cual disfrutaba escuchando noticias de otros lugares y alardeando de su recién obtenida riqueza. Sin embargo, conforme transcurría la velada, Grung fue emborrachándose y finalmente, empezó a contar su historia con todo lujo de detalles. Su relato azuzó aún más el desprecio hacia los Elfos, mientras exaltaba el valor y el orgullo Enano.
¿Es correcto, -preguntó a los reunidos en el festín de Drong-, que un Enano como Drong ayude a los Elfos a enriquecerse?
Drong se sintió avergonzado y herido en su orgullo Enano. Drong y el extranjero pronto empezaron a hacer preparativos para lanzar una guerra para vengar agravios contra la colonia Élfica. La Reina Helgar escuchó estos preparativos y empezó a preocuparse por su frágil dominio sobre el trono. Y lo que era peor, Grung no le demostraba el respeto debido a un Enano de noble linaje. ¿No eran sus trenzas iguales a cualquier barba? Permaneció sentada en silencio mientras en su interior ardía una indignación apenas contenida, enroscando con fuerza una de sus prodigiosas trenzas con una mano de blancos nudillos. Más tarde, en privado, Helgar diseñó sus propios planes y envió mensajes secretos a Eldroth.
El día siguiente, Grung se hallaba recorriendo con algunas de sus tropas la Carretera Enana cerca de Krag Bryn, sin duda con la intención de llevar a cabo alguna fechoría. Sin embargo, en cierto lugar de la carretera, Grung y sus Enanos fueron emboscados por Elfos a las órdenes del propio Eldroth.
Desenlace Histórico[]
El destacamento de Tethan tendió una emboscada a la escolta del Herrero Rúnico en la carretera, atacando con completa sorpresa. Los Matatrolls reaccionaron inmediatamente avanzando con rapidez, pero fueron acrivillados por los arcos Élficos. Por si eso no era suficiente, fueron diezmados por los hechizos de Tethan, que hicieron que incluso las rocas rodasen por encima de los Enanos y se abriera un gran abismo bajo sus pies. ¡Parecía que la propia montaña estuviera luchando contra ellos!
El temerario Matagigantes, viendo como sus compañeros caían a su alrededor, cargó en solitario contra los Elfos, donde encontró una heroica muerte. Mientras tanto, la totalidad de los Ballesteros formaron una línea de defensa para proteger a Grung. A pesar de ser atacado por las Águilas, los proyectiles de las ballestas mantuvieron a raya a los Elfos. Los Elfos fueron incapaces de acercarse al Herrero Rúnico, hasta que el anochecer puso fin a sus esfuerzos. Grung aprovechó la oportunidad de escapar bajo la protección de la oscuridad. Tethan fue herido por un proyectil de ballesta disparado en la oscuridad, y fue llevado a Tol Eldroth por sus tropas.
Comentario Histórico[]
Tethan debería haber preparado su emboscada con mayor habilidad y astucia, aunque su utilización de la magia fue perfecta. Drong sabía lo que estaba haciendo cuando entregó a Grung una unidad de ballesteros.
La Carretera Enana[]
La Carretera Enana es una ruta por la que se puede llegar a Krag Bryn sin pasar por el Paso del Agravio. Es utilizada por algunos comerciantes para evitar los impuestos aduaneros establecidos por Drong. Es una ruta muy traicionera, abierta tan sólo en verano, cuando la nieve y el hielo se funden. Durante la mayor parte del camino, la ruta discurre junto al peligroso borde del precipicio del Abismo de la Muerte.
La ruta es completamente intransitable para las carretas y caballos, y todos los viajeros deben cargar con sus mercancías a la espalda. En invierno, la nieve y las avalanchas hacen que la carretera sea extremadamente peligrosa. Durante el deshielo primaveral, los cuerpos congelados de Enanos, a veces muertos desde hace varios siglos, aparecen de vez en cuando junto a sus posesiones. Probablemente no sabremos nunca qué o a quién buscaba Grung en ese territorio ¿Se dirigía quizás hacia Karaz a Karak para cumplir alguna misión secreta para Drong? ¿O acaso buscaba algún artefacto que ayudara a las ambiciones de Drong?
Escenario 3: Carnicería en la Cervecería[]
La Pelea de Drong y Helgar[]
Cuando Drong tuvo noticia de la emboscada que habían tendido a su compañero de borrachera favorito, se enfrentó furioso a la reina, ya que sospechaba que ella le había traicionado alertando a los Elfos. Drong y Helgar tuvieron entonces una bronca muy violenta, como sólo un matrimonio Enano puede tener. Hasta se derramó cerveza: algo verdaderamente grave. Drong apenas consiguió evitar que Helgar le cortara la barba con su hacha y, en un arrebato de furia, decidió regresar a su propia fortaleza. La mayoría de los guerreros de Krag Bryn vaciaron sus jarras, cogieron sus hachas y le siguieron apresuradamente.
El Secuestro del Maestro Cervecero[]
La Reina Helgar actuó rápidamente para frustrar cualquier ataque que Drong pudiera estar planeando. Parecía evidente que ahora la rivalidad entre los clanes renacería, y que Drong intentaría destronarla. Helgar envió inmediata-mente a sus guardias a arrestar a Largs, el Maestro Cervecero de Drong, que su marido había traído desde Kazad Thrund. Este orondo Enano había establecido una fábrica de cerveza en las afueras de Krag Bryn, cerca de las minas y de sus sedientos trabajadores. Largs estaba demasiado borracho como para partir rápidamente de los dominios de la reina junto con el resto de los Enanos de Drong, y fue fácilmente capturado. El Maestro Cervecero fue arrojado al interior de un gran tanque de cobre -que afortunadamente para él estaba vacío en aquel momento- y encerrado en él. Helgar envió entonces un cruel mensaje a su odiado marido: ¡Si intentas atacarme, no tendrás más cerveza!
Comprensiblemente, Drong se puso furioso cuando supo lo que había hecho la reina. No más cerveza suponía no poder recompensar a sus Enanos de la forma a la que estaban demasiado acostumbrados; le abandonarían para ponerse al servicio de otros señores. ¡Realmente le tenía cogido por la barba! Después de sufrir algunas terribles noches de sobriedad, la mente de Drong estaba lo suficientemente clara como para diseñar un astuto plan.
La Batalla por la Cervecería[]
Drong envió un grupo de élite de Enanos desesperados y sedientos al reino de Krag Bryn. Este grupo de incursión estaba al mando de Skag el Sigiloso. Su misión: rescatar al Maestro Cervecero, o morir en el intento. Sus posibilidades de éxito eran mayores de lo que imaginaban, ya que la Reina Helgar disponía de muy pocos guerreros a parte de su guardia personal de Matatrolls, tropas que sienten predilección por las causas perdidas. Helgar fue informada con antelación del avance de la expedición gracias a los espías enviados por Eldroth para vigilar los pasos de montaña. Sin embargo, para desgracia de Helgar, ningún miembro de su guardia estaba dispuesto a levantar un hacha contra otro Enano. Helgar tuvo que pedir una vez más ayuda a Eldroth.
Eldroth envió inmediatamente a Ardath el Vengativo, un Elfo muy valiente en quien podía confiarse para desafiar él sólo a diez mil Enanos si eso era necesario. Ardath estaba al mando de un grupo de guerreros veteranos, cuya misión sería impedir que el enemigo rescatara al irremplazable maestro cervecero. Cuando Skag y sus tropas llegaron a la cervecería, descubrieron a los Elfos de Ardath esperándoles.
Desenlace Histórico[]
Como era de esperar, las tropas Élficas se concentraron alrededor de la Fábrica de Cerveza. Skag decidió efectuar un asalto frontal y desplegó frente a los edificios. Envió una unidad de Atronadores para cubrir el flanco derecho. Skag inició el ataque siguiendo un pequeño cerro para proteger a sus tropas de los arqueros tanto tiempo como le fuera posible. En cuanto los Enanos aparecieron sobre el cerro, los Elfos dispararon una andanada tras otra sobre ellos desde la protección del muro de la Cervecería. El ataque fue rechazado por una lluvia de flechas y hechizos. Esto hizo que los Matatrolls, que encabezaban el ataque, retrocedieran hacia los Martilladores, que todavía se hallaban detrás el cerro. Este retraso impidió que probablemente los Enanos pudieran finalmente capturar la Fábrica de Cerveza antes del anochecer.
Sin embargo, manteniendo sus esperanzas de conseguir la victoria, Skag siguió avanzando. Ardath ordenó avanzar a sus Yelmos Plateados para bloquear el ataque de los Martilladores. Los Yelmos Plateados sufrieron numerosas bajas a causa de las andanadas de los Atronadores situados en su flanco, así como a causa de los Ballesteros situados frente a ellos. Los Elfos temían que los Enanos consiguieran la victoria a causa del brutal desgaste que estaban sufriendo, pero el anochecer lo impidió.
A la mañana siguiente, Ardath recibió numerosos refuerzos de Tol Eldroth. Skag, herido por una flecha Élfica y negándose a aceptar su derrota, se sintió demasiado avergonzado para presentarse ante Drong llevó a cabo los votos de los Matadores, y desapareció entre las montañas. Hay quienes dicen que se alistó en la Guardia de Helgar bajo un nombre falso.
Comentado Histórico[]
Skag debería haber atacado con mayor decisión, oblicuamente, o por más de una dirección y en una única oleada en vez de en dos. De todas formas, la estrategia defensiva de Ardath fue inmejorable.
Escenario 4: La Batalla de Krag Bryn[]
Drong Reúne a su Ejército[]
En Kazad Thrund, el repiqueteo de los martillos que golpeaban los yunques retumbaba entre las montañas mientras Drong organizaba a su poderoso ejército para la guerra. Con o sin sus Ingenieros, Herrero Rúnico, o Maestro Cervecero, el ceñudo Drong estaba decidido a conquistar Krag Bryn con su ejército, y a echar a los Elfos al mar.
Su ejército atravesó el Paso del Agravio y dejó atrás Krag Bryn, dirigiéndose hacia la colonia Élfica. Con esta estrategia, Drong sabía que podía clavar una cuña entre Tol Eldroth y Krag Bryn. Drong era un general astuto y experimentado. Sabía bien que los Elfos, y no la insignificante guardia de la Reina Helgar, eran el enemigo principal. Decidió destruir en primer lugar a los Elfos, y posteriormente conquistar la fortaleza de Krag Bryn. La reina se rendiría o, de no hacerlo, él dispondría de todo el tiempo del mundo para sitiar la fortaleza y conquistarla.
Drong tenía la intención de desplegar su ejército protegiendo sus flancos con el torrente de montaña de Krag Bryn por un lado, y los escarpados riscos de las montañas por el otro. Era aquí donde esperaba encontrar al ejército Elfo procedente de la costa. Era un buen lugar para conseguir la victoria.
El Gabinete de Guerra de Eldroth[]
El Señor Elfo Eldroth estaba permanentemente informado de lo que sucedía en las fortalezas Enanas vecinas. Había enviado emisarios y espías a la corte de la reina como precaución, sabiendo que un día necesitaría la información que estos le podían proporcionar. Incluso antes de que el ejército de Drong empezara a avanzar, Eldroth sabía que su terrible enemigo había reunido a sus tropas para la batalla final, por lo que convocó al gabinete de guerra de Tol Eldroth.
Una vez reunidos los nobles, Eldroth les dirigió la palabra:
¡Estamos viviendo tiempos difíciles! Por todo el Viejo Mundo, los Enanos se han vuelto contra nosotros y ha estallado la guerra. La Reina Helgar es nuestra única amiga, pero tan sólo por que no tiene otra elección. El destino de su trono está unido al nuestro. Si ella cae, antes o después nosotros seremos arrojados al mar por el enemigo. Por tanto, recomiendo a este gabinete que nos preparemos para la guerra y vayamos a combatir contra Drong y su ejército, sin mayor dilación.
Anarion, el comerciante, se levantó para hablar:
Yo hablo en nombre de los comerciantes y mercaderes. ¡Eldroth tiene razón! Incluso si conseguimos resistir aquí en la ciudad, no habrá ninguna esperanza si la Reina Helgar es derrocada. Drong controlará las minas. Nos pedirá precios desorbitados, o peor aún, no querrá comerciar con nosotros en absoluto. Si esto sucede, esta colonia deberá empezar a empaquetar sus enseres y regresar a casa.
Entonces Fendar, un famoso guerrero, dio su opinión:
Yo creo que deberíamos luchar y conseguir una gran victoria. Esto enseñará a los Enanos que estamos aquí para quedarnos. Dará nuevas esperanzas a todas aquellas colonias de nuestro pueblo que actualmente están sufriendo la ira de los Enanos. Si ven que no pueden derrotarnos, quizás entonces olvidarán toda esa tontería de los agravios. ¡Si la Reína Helgar conserva el trono, eso enseñará a esos cabezotas que es mejor ser amigo nuestro!
Finalmente Ardath, un endurecido veterano, refugiado del conflicto con los Enanos que tenía lugar más al Norte, se levantó y empezó a hablar:
Amigos y parientes. La reina no es importante. Ahora posiblemente esté de nuestra parte, ¡pero no hay que olvidar que es una Enana y al final acabará traicionándonos! Tenemos que aprovechar nuestra oportunidad para aplastar al Clan Thrund de una vez por todas. ¡No desperdiciéis más tiempo hablando! ¡Desenfundemos nuestras espadas! ¡Muerte al enemigo!
El gabinete de guerra votó unánimemente a favor de marchar a la guerra. La decisión quedó inmediatamente justificada, ya que llegó un mensajero trayendo noticias sobre el avance de Drong. Eldroth reunió a todos los guerreros Elfos que pudo encontrar, incluyendo a numerosos marineros Elfos que recientemente habían llegado procedentes de Ulthuan para auxiliar a Tol Eldroth. Seguro de la justicia de su causa, el ejército marchó al encuentro de los Enanos.
Desenlace Histórico[]
La Batalla de Krag Bryn fue el apocalíptico enfrentamiento final de toda la campaña. La batalla se inició con un breve intercambio artillero que destruyó rápidamente las máquinas de guerra de ambos bandos. Los dos Cañones Enanos fueron silenciados de inmediato, pero el Cañón Lanzallamas permaneció activo durante toda la batalla, abriendo grandes boquetes en las apiñadas filas de los Lanceros Elfos. ¡Pero la gran falange de Elfos no desfalleció en ningún momento! Las incesantes andanas de las Ballestas Enanas tampoco consiguieron hacer retroceder a los Elfos. Sin embargo, los Arqueros Elfos aniquilaron toda una unidad de Atronadores Enanos que imprudentemente intentaron intercambiar disparos con ellos.
Mientras tanto, Drong avanzó con el grueso de su infantería siguiendo la orilla del tumultuoso torrente de Krag Bryn. Eldroth, al mando de los Príncipes Dragoneros, y junto a Ardath y el Héroe Lithan de Tiranoc que había cruzado el mar desde Ulthuan para ayudar en la defensa de la colonia, cargó directamente contra los Enanos. Los nobles Elfos se enfrentaron a Drong y Grung, que estaban al mando de los Martilladores y los Mineros de Krudd, respectivamente.
Eldroth desafió a Drong a combate singular, y murió a causa de un mortífero golpe del ancestral Martillo Rúnico de Drong, pero no sin antes herir gravemente a Drong. Ardath tomó el mando y acuchilló sin piedad a Krudd. Lithan, que había cargado junto a los Príncipes Dragoneros, mató rápidamente a Grung y atacó valientemente al líder Enano. Drong también fue atacado por los hechizos que Ardath le lanzó utilizando el Talismán de Hoeth. A su alrededor, los Martilladores de Drong estaban siendo aniquilados por las espadas de los Elfos, pero los Enanos que quedaban se mantuvieron heroicamente en su posición.
La Reina Helgar, viendo a Drong luchar con la determinación de un auténtico Enano, no pudo contenerse por más tiempo: cruzó el puente al mando de sus Matatrolls para ayudarle, aunque eso significara romper su alianza con los Elfos. Fue un gesto inútil: en cuanto puso un pie en el otro margen del río, Drong fue abatido. Jamás se supo si murió a manos de Lithan o de Ardath.
La noche cayó y el ejército del Clan Thrund se retiró a Kazad Thrund llevando con ellos a su Señor. Krudd, pariente de Drong, lo sucedió como Señor de la Fortaleza. Helgar huyó a Krag Bryn, mientras sus Matatrolls eran aniquilados por los Elfos enfurecidos por la traición. ¡Fue una gran victoria para los Elfos! Ardath finalmente fue nombrado Señor de Tol Eldroth. El pacto con Helgar se había roto, y la Reina entró en guerra con los Elfos. Desesperadamente apeló a todos los Enanos para que le ayudaran, lo que finalmente hicieron. Su destino y el de Krudd quedaron así ligados a los acontecimientos de una saga aún más larga, la de "La Guerra de la Barba".
Comentario Histórico[]
La batalla podría haberse inclinado tanto a favor como en contra de los Enanos. Drong se merecía con justicia su apodo de “El Duro”. Sin embargo, los Elfos estaban decididos a matar a su acérrimo enemigo. Si Helgar hubiera visto caer a Eldroth, podría haberse dado cuenta que su destino estaba unido al de Drong, ya que solo Eldroth estaba dispuesto a mantener el pacto con ella. Ardath era un enemigo implacable de los Enanos y jamás confió realmente en Helgar.
Y al final pudo comprobarse que tenía razón en no hacerlo.
La derrota en la cervecería había debilitado al ejército de Drong, y solo la Guardia de Helgar podía compensar la diferencia de fuerzas. La cerveza había sido racionada y reservada para los Martilladores. El racionamiento de cerveza mantuvo a los Mineros sobrios, pero fue la responsable de la falta de energía combativa por parte de los artilleros enanos.
Lo conseguido en las anteriores victorias enanas no fue decisivo para esta batalla: los cañones fueron rápidamente silenciados, y Grung murió rápidamente. Sin embargo, si los Enanos hubieran perdido las batallas anteriores, el ejército de Drong habría sido muchos más débil.
El avance de Drong a los largo del margen del río fue una maniobra brillante. Así protegió su flanco, y hubiera aprovechado la intervención de Helgar con mayor efectividad. Si la reina hubiese mantenido su alianza con los elfos, Drong al avanzar aislaría las tropas de la reina de las de sus aliados. Drong utilizó sus tropas de proyectiles para neutralizar a las de los elfos. Las Águilas no tuvieron una intervención destacable, y sufrieron mucho a causa de la increíble puntería de los Ballesteros Enanos.
El ejército elfo luchó con gran valor y determinación. La necesidad de conseguir una derrota aplastante sobre Drong se hizo mucho más imperiosa por la presencia de las tropas de Helgar en su flanco, La reina estaba claramente indecisa, no sabía si debía mantener o no su alianza con los elfos. La decisiva y valerosa intervención de los nobles Elfos fue determinante en la muerte de Drong.
Personajes Especiales[]
Altos Elfos[]
Enanos[]
- Krudd “El Loco del Pico”.
- Skag el Sigiloso .
- Grung, el Desagraviador .
- Drong el Duro .
- Reina Helgar Trenzaslargas.
Contenido de la Caja[]
En la caja de la campaña se incluye:
- Manual de Escenarios.
- 3 Edificios Enanos de cartón troquelado.
- 20 Hojas de control de tropas para anotar los ejércitos utilizados en cada escenario.
- 4 Hojas de Orden de Batalla de los Altos Elfos y 5 de los Enanos,, en las que se describen los tipos de tropa que pueden utilizarse, las reglas especiales del escenario, las condiciones de victoria y varios consejos tácticos.
Galería[]
Fuentes[]
- Campaña: La Venganza de Drong (5ª Edición), 1997.
- White Dwarf 23.