La Ambición de Mannfred (Relato)

El trasfondo de esta sección o artículo se basa en la campaña de El Fin de los Tiempos, que ha sustituido la línea argumental de La Tormenta del Caos.

¡Aquello era intolerable! Así rabiaba Mannfred von Carstein en silencio. De acuerdo, Nagash le había concedido poder - Mannfred podía sentir la magia crepitando a través de su cuerpo, y podía percibir muchas cosas que previamente se habían mantenido ocultas a sus ojos - ¿pero de qué servía el poder si ya no era su propio amo?

Y aquello ni siquiera era lo peor, admitió Mannfred. Ya era bastante deprimente que sin apenas esfuerzo Arkhan el Negro le hubiera dado semejante repaso, sino que ahora, con Vlad de vuelta, incluso su autoridad sobre Sylvania se veía amenazada. La campaña de Nagash en Nehekhara podría necesitar años, incluso décadas, para resolverse. En aquel tiempo, Vlad se dedicaría a consolidar su influencia en la tierra que era de Mannfred por derecho, erosionando una base de poder que había necesitado siglos para establecer.

Convenía igualmente considerar la posibilidad de sufrir daños personales. Vlad no era ningún necio. Debía conocer el papel que Mannfred había desempeñado en su muerte hacía casi quinientos años, y resultaba poco probable que hubiese perdonado aquella traición.

Sólo se podía hacer una cosa. Vlad von Carstein tendría que ser eliminado. La ambición lo exigía, y la supervivencia lo requería. La venganza contra Arkhan, y contra Nagash, habría de esperar.

La única pregunta era cómo podría realizarse una empresa semejante. Vlad había sido siempre el más grande del linaje de los von Carstein y, aunque Nagash tolerase un desafío directo, Mannfred no estaba nada seguro de poder alzarse con la victoria. Decidió que la astucia y la paciencia le servirían ahora como lo habían hecho en el pasado. ¡Sus enemigos lamentarían el día en que habían decidido entablar una batalla de ingenio con el legítimo Señor de Sylvania!

Fuente[]

The End Times I - Nagash